La atención de los hermanos de niños con necesidades especi

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Jul 01, 2020   Lifestyle

Como padre, usted desea darle la misma atención a todos sus hijos. Pero como padre de un niño con necesidades especiales, eso puede resultar difícil. Su hijo con una discapacidad necesita de usted. Pero sus hermanos, también. Tal vez parezca que la atención que usted ofrece nunca es suficiente y los otros niños pueden comenzar a sentirse dejados de lado.

Quizá sea de ayuda comprender lo que su niño o adolescente con un desarrollo típico puede estar pensando o sintiendo. Los niños adoran a sus hermanos. Quieren comprender por qué un hermano con una discapacidad no puede hacer algunas cosas y desean saber cómo ayudar.

Si responde a sus preguntas de manera adecuada para su edad y es abierto y honesto, puede ayudar a aliviar sus preocupaciones, aclarar cualquier confusión e incluso puede llegar a darles a sus otros hijos la posibilidad de ayudar. Los niños que se sienten comprendidos, amados y seguros de su lugar en la familia pueden crecer sanos, y el vínculo entre los hermanos puede crecer.

A continuación, puede ver lo que los niños de distintas edades y etapas de desarrollo pueden llegar a pensar.

Edad preescolar (3 a 5 años)

Por naturaleza, los niños en edad preescolar sienten que ellos son el centro de todo (desde el juego que quieren jugar hasta el juguete que piden en una tienda). Por lo tanto, ayudarles a comprender por qué un hermano tal vez necesite más de su tiempo y de su atención puede resultar difícil.

Puede ser útil dedicarle tiempo personal a su hijo. Esto puede ser un desafío, pero incluso unos pocos minutos dedicados a jugar a la pelota o permitiendo que el pequeño "ayude" en la cocina a la hora de comer pueden ser el rato que el niño necesita con su mamá o su papá.

Cuando los niños pregunten por las capacidades de su hermano, explíqueles la afección con un lenguaje sencillo y de una manera que puedan comprender. Utilice palabras reales, como "parálisis cerebral" en lugar de "herida". Esto evita la confusión en los niños que tienen sus propias heridas; no es bueno que ellos se preocupen de manera excesiva por un golpe en la cabeza.

Diga algo como "tu hermano tiene problemas para caminar porque tiene parálisis cerebral". Si su hijo le pregunta: "¿Qué es la parálisis cerebral?", explíquele con palabras sencillas que es una enfermedad que hace que para un niño sea más difícil hacer las mismas cosas que hacen otros niños.

Los niños de esta edad también son "pensadores mágicos". Por eso, para ellos es muy real que el té recién servido está muy caliente y hay monstruos debajo de la cama. Cuando los niños tienen un hermano con necesidades especiales, este tipo de pensamiento puede hacer que les preocupe que la discapacidad sea una enfermedad, como un resfriado común. Tranquilice a su hijo explicándole que el no puede "contagiarse" una afección como la parálisis cerebral y que nada que otro niño haya hecho provocó esta afección; no es "culpa" de nadie.

Niños mayores (6 a 12 años)

En la escuela primaria, los niños comienzan a comprender mejor el "por qué" de un diagnóstico. Espere recibir preguntas más complicadas y no tenga miedo de responderlas.

Por ejemplo, si le hacen preguntas por un hermano con una movilidad limitada, su explicación podría ser que "sus piernas no funcionan porque nació con un problema de salud". La siguiente pregunta podría ser: "¿Alguna vez va a caminar?". Y usted debe responder honestamente: "No lo sé, pero vamos a intentar ayudarlo para que lo haga. Por eso hace terapia".

Tal vez, su hijo esté triste o preocupado por la salud de su hermano. Pero jugar juntos y disfrutar de su compañía puede ser de ayuda. Anime a su hijo con un desarrollo normal a leerle libros a su hermano, a construir torres de bloques juntos y a hacer actividades manuales con arcilla o pintura con las manos.

A esta edad, los niños también deben comenzar a explicar la afección de su hermano a sus amigos. Quizá, algunos amigos hagan preguntas irrespetuosas o incluso tomen parte en una conducta de acoso como poner sobrenombres, lo cual puede hacer que su hijo se sienta avergonzado, enojado o culpable.

Puede ayudar a su hijo a afrontar estos encuentros practicando algunas conversaciones. Por ejemplo, si alguien pregunta: "¿Qué le pasa a tu hermana?", su hijo simplemente podría decir: "Tiene parálisis cerebral". O si un compañero usa una palabra desagradable para describir al hermano con necesidades especiales, hágale saber a sus otros hijos que sin importar lo difícil que pueda ser, no deben responder con enojo. Por el contrario, ayúdelos a explicar la situación: "A mi hermana le cuesta más aprender las cosas que a ti o a mí, pero eso no quiere decir que puedas decir cosas desagradables de ella".

A esta edad, también aparece la rivalidad entre hermanos; por lo tanto, no se sorprenda si los niños están celosos de su hermano con necesidades especiales. Después de todo, ven que su hermano recibe más atención o que puede quedarse levantado hasta más tarde o quedar exceptuado de las tareas del hogar.

Las comparaciones son normales, pero explíquele que si bien parece injusto, esta es simplemente la manera en que debe ser. Así como un niño tal vez sienta que el hermano recibe más atención, existen muchas oportunidades que el hermano con necesidades especiales no puede tener. "Justo" no siempre significa "igual".

Adolescentes (mayores de 13 años)

Durante la adolescencia, los hermanos suelen sentir mayor presión para cuidar de sus hermanos con necesidades especiales. Tal vez usted dependa de su hijo adolescente para hacer de niñero o le pida ayuda con los quehaceres domésticos. Los adolescentes pueden sentirse presionados a asumir más responsabilidades de las que deberían tener a esta edad.

Como padre, asegúrese de que no le está pidiendo demasiado a su hijo adolescente. Haga que algunas responsabilidades, como el cuidado del hermano, sean opcionales. De esta manera, ayudará a los adolescentes a sentir que ellos tienen el control sobre cuánto ayudan. Por ejemplo: "Me vendría muy bien que cuides a tu hermana, pero si quieres salir con amigos, no hay problema".

Además, asegúrese de no esperar demasiado cuando se trata de las tareas del hogar, la tarea escolar o las actividades extracurriculares. A veces, los niños con un desarrollo típico sienten más presión para ser perfectos de manera que sus padres no tengan que preocuparse por ellos.

Los adolescentes luchan por independizarse de los padres. Y un adolescente que tiene un hermano con necesidades especiales tal vez también esté luchando con la idea de tener una vida separado de su hermano. Hágale saber a su hijo adolescente que desear más independencia y experimentar más del mundo es normal y saludable, y usted desea que lo haga dentro de límites seguros.

A medida que los adolescentes se acercan a la edad adulta, tal vez comiencen a preocuparse por el futuro y se pregunten quién ayudará a cuidar de su hermano una vez que se muden o si algo le ocurre a usted. Tranquilice a su hijo adolescente diciéndole que sin importar lo que pase en el futuro, la ayuda con el cuidado de su hermano dependerá de lo que su hijo se sienta cómodo con asumir. Después, tenga un plan que beneficie a todos los integrantes de la familia cuando ocurran cambios.

Manejo de las emociones fuertes

Así como cuidar de un niño con necesidades especiales puede ser entretenido y frustrante, los niños y los adolescentes que tienen un hermano con necesidades especiales tendrán altibajos.

Algunos hermanos son capaces de manejar ciertas situaciones difíciles y no permiten que nada los afecte, mientras que otros son más sensibles y se toman las cosas a pecho. Estos niños necesitan maneras saludables de superar sus emociones. Escribir un diario, hacer actividad física o participar en artes creativas, como la danza o la música, son excelentes maneras de manejar las emociones fuertes.

Pero si nota cambios en la rutina de sueño de su hijo, en su apetito, su humor o su conducta, podría tratarse de un síntoma de ansiedad, depresión u otro problema. Si esto ocurre, busque la ayuda de un profesional de la salud mental para su hijo.