Si tienes que pedir ayuda, no dudes

Portada > Pareja > Relaciones de pareja Si tienes que pedir ayuda, no dudes

Jun 30, 2020   Pareja

¿Alguna vez has sentido que necesitabas pedir ayuda y te has echado para atrás? Eso puede ser porque no estás acostumbrado a hacerlo. Por tu mente pasan excusas como «no quiero molestar», «la verdad es que es una tontería», «puedo salir de esto solo»…

Pensamientos que te abordan y que te sumergen en una espiral de sufrimiento. Pero, si necesitas pedir ayuda, no dudes, pídela ya. Te sentirás mejor de manera inmediata solamente con notar el apoyo de otra persona.

Pedir ayuda, ¿me convierte en débil?

pedir ayuda

Quizá uno de los motivos por los que siempre te niegas a pedir ayuda es porque tienes la falsa creencia de que es sinónimo de debilidad. Sin embargo, ponte en el lado opuesto: piensa que eres tu mejor amigo, tu hijo o uno de tus padres.

¿Verdad que alguna vez les has dicho que si necesitan algo que te lo pidan sin dudar? ¿Que, si necesitan ayuda, ahí estarás? Si tanto te ofreces a los demás para lo que necesiten, ¿por qué tú te reprimes tanto?

No estás siempre solicitando que los demás apaguen tus fuegos. No obstante, cuando así lo sientas de verdad, cuando notes lo bien que te haría una mano amiga, no te avergüences.

Lamentablemente, todos tendemos a darnos mucho por los demás, pero no a darlo todo por nosotros mismos. Es como si nos desmereciésemos, como si la importancia de lo que nos ocurre fuese mucho menor.

Cuando nos damos el sitio que merecemos, entonces nos surge algo que la sociedad se ha cansado de repetirnos hasta la saciedad: somos egoístas.

Descubre: Hoy seré egoísta, cuidaré de mí misma

No obstante, el egoísmo es algo que debería replantearse. Y es que siempre estamos pendientes del otro y, mientras, nos dejamos a nosotros en un segundo lugar.

¿El resultado? Dependencias, felicidad que dejamos en manos de que otros estén bien o no en las nuestras y otra serie de situaciones que nos juegan en contra.

Cuando ir al psicólogo cuesta

pedir ayuda

En ocasiones, pedir ayuda va mucho más allá de solicitarle auxilio a un familiar o a un amigo. A veces, sabemos que nos haría mucho bien acceder y hablar con alguien con una experiencia profesional.

Son muchas las personas que aún creen que para ir al psicólogo tienes que estar loco o que, si vas, es porque tienes un trastorno grave. Sin embargo, esto tan solo demuestra un escaso conocimiento sobre lo que implica acceder a estos profesionales que nos pueden liberar de una pesada carga que podía estar entorpeciendo nuestra vida.

Además, el psicólogo puede alertarnos sobre una posible baja autoestima, una dependencia emocional de una pareja o un posible indicio de que sufrimos depresión.

Esto no implica que estemos excesivamente mal, es decir, no es necesario estar ya sumidos en una depresión profunda para necesitar ayuda. De lo que se trata es de mejorar la vida. Porque todos lidiamos con estrés, ansiedad, relaciones un poco disfuncionales…

Lee: 10 consejos para vivir mejor, con salud y felicidad

Nadie nos enseña a vivir, casi todo es a base de prueba y error. Un psicólogo puede ayudarnos dándonos determinadas herramientas para ser mucho más felices y no preocuparnos tanto por esas tonterías a las que les estábamos dando tanta importancia.

Un cambio de perspectiva mejora las cosas, porque siempre hay ámbitos en nuestra vida donde nuestra visión negativa cobra una especial relevancia.

No estás solo

pedir ayuda

Lo importante, si necesitas pedir ayuda, es que sepas que no estás solo. Todos tenemos amigos a nuestro alrededor, personas que nos quieren, familiares… Y si no, cualquiera es susceptible de poder serlo.

Si creemos que necesitamos una ayuda más profesional, entonces tenemos a los psicólogos. Por todos lados hay oportunidades para solucionar aquello por lo que estemos padeciendo.

No dudemos, no nos dejemos llevar por esas creencias erróneas de que pedir ayuda es de débiles, de fracasados, de personas que necesitan siempre que los demás los saquen de los problemas…

Antes de irte descubre: Síndrome del cuidador: cómo cuidar a quien te cuida

Nadie nos ha enseñado a pedir ayuda, pero sí a darla. Nunca nadie nos ha dicho que hay que priorizarnos, que eso no es egoísmo, y que después de nosotros vienen los demás.

Empecemos a darnos el valor que merecemos y a solicitar ayuda si así lo sentimos. La intuición nunca falla. Empecemos a escucharnos y a hacer aquello que nuestro interior grita, pero que nosotros intentamos acallar. ¡Y empecemos ya mismo!