¿Cuáles son los beneficios del ajo en ayunas?

¿Alguna vez te has preguntado cuáles son los beneficios del ajo en ayunas? Quizás hayas oído comentar alguno, pero seguro sigues sintiendo curiosidad por saber más.

A continuación te comentaremos los beneficios del ajo en ayunas y otros datos de interés acerca de este ingrediente de uso común y alimento destacado en la dieta mediterránea.

¿Desde cuándo se conocen los beneficios del ajo?

El ajo es un alimento originario de Asia. Su uso en la medicina alternativa se aplica desde el tercer milenio a. C. en la India y el antiguo Egipto.

Por tanto, los beneficios del ajo se han registrado desde hace muchos años. Aunque han formado parte de creencias populares que se han transmitido de generación en generación, diversas investigaciones han servido para respaldar muchas de sus propiedades.

Por ejemplo, una publicación en Avicenna Journal of Phytomedicine destaca que, si bien se requieren más investigaciones, el ajo tiene efectos terapéuticos que podrían contribuir a la prevención y tratamiento de algunas enfermedades, bien sea por sí solo o como terapia ayudante.

¿Cuáles serían los beneficios del ajo?

Los expertos de la Fundación Española de la Nutrición (FEN) indican que el ajo es un alimento que aporta proteínas, yodo, fósforo, potasio, vitamina B6 y compuestos sulfurados. Adicionalmente, comentan:

«Los efectos que produce el ajo parecen manifestarse, sobre todo, cuando éste se ingiere crudo, sin embargo ciertos autores señalan que mantiene sus propiedades tras el proceso de fritura o cocción».

Como lo recopila una revisión de estudios publicada a través de la revista Nutrition Research Reviews, el ajo y su principal compuesto activo, la alicina, le aportarían importantes beneficios al organismo. De acuerdo con las conclusiones de este artículo, este alimento tendría efectos antioxidantes, antilipémicos, hepatoprotectores, hematológicos, antimicrobianos y antineoplásicos.

Principales beneficios asociados al consumo de ajo:

• Favorece la salud hepática.
• Contribuye a combatir la fatiga.
• Ayuda en el tratamiento de infecciones parasitarias.
• Puede influir en la disminución del riesgo de enfermedad cardíaca.
• Apoya el tratamiento de problemas digestivos como estreñimiento y diarrea.
• Favorece el alivio de enfermedades respiratorias y episodios de fiebre.

En un estudio publicado en el 2014, se aclararon cuáles eran los mitos y verdades en torno al ajo y se determinó que dada la complejidad de su composición química y los diversos procesos a los que se somete, no es posible señalar que sea un alimento que siempre tenga un mismo grado de eficacia o que pueda ser útil para todo lo indicado anteriormente.

¿Por qué sería bueno comerlo en ayunas?

Según creencias populares, sería bueno consumir ajo en ayunas puesto que así se «mejoraría la asimilación de sus nutrientes». Estos nutrientes ayudarían a mantener la salud de todo el organismo, pero se suele decir que contribuyen especialmente con la salud del sistema cardiovascular.

Por ello, muchas personas que desean cuidar su corazón toman un diente de ajo en ayunas cada día. 

No está científicamente comprobado que esta medida sea útil. Sin embargo, los expertos en salud indican que consumir ajo, como parte de una dieta equilibrada, puede ser beneficioso.

Existen múltiples formas de incluir ajo en la alimentación regular. Al fin y al cabo, su delicioso sabor condimenta bien decenas de platos.

Tips

• Prueba a comerlo frotándolo sobre una rebanada de pan integral tostado. Además, puedes aliñarlo con aceite de oliva. El sabor es delicioso y se facilita su digestión.
• Prepárate gazpachos o jugos de hortalizas frescas y añade un poco de ajo. Su sabor pasará más desapercibido. Además, el jugo quedará mucho más sabroso.

Nota final

Recuerda que para evitar la molestia del sabor y el olor que te queda después de comer el ajo, puedes optar por los suplementos. Podrás encontrarlos en forma de extracto o cápsulas en herbolarios, dietéticas y algunas farmacias. Sin embargo, es primordial consultar primeramente al profesional en nutrición, pues hay casos en los que están contraindicados.

No obstante, si lo prefieres, también puedes combatir su sabor tomando un poco de jugo de limón o masticando una hoja de menta. Además, no dejes de añadirlo en tus recetas.