La hiporexia o la falta de apetito

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Jun 30, 2020   Salud

La hiporexia es la palabra médica que se utiliza para referirse a una disminución en el apetito. Aunque es algo que puede ocurrir a cualquier edad, esta condición se asocia notablemente al envejecimiento.

Los términos hiporexia y anorexia son similares y, en la práctica, es complicado distinguirlos. En la anorexia lo que ocurre es una falta total de apetito. Desafortunadamente, ambas provocan un deterioro de la salud debido a la desnutrición o a falta de ciertas sustancias como las vitaminas.

Se calcula que la hiporexia afecta a alrededor del 60 % de las personas mayores de 65 años. De hecho, cuando se superan los 80 años, parece que casi el 90 % de las personas la padecen. Por ello, en este artículo te explicamos todo lo que debes saber.

¿Qué provoca la hiporexia?

Como hemos mencionado, la hiporexia consiste en una disminución del apetito. Esta pérdida de apetito conduce a una reducción de la ingesta de alimentos, por lo que se suele acompañar de una pérdida de peso y de cansancio.

El problema de la hiporexia es que, si se mantiene en el tiempo, conlleva un déficit de nutrientes importante. Es muy frecuente que estas personas tengan bajas concentraciones de vitaminas y padezcan anemia.

Si bien es cierto que con la edad bajan los requerimientos de energía, esta no es la única causa de que esto suceda. La pérdida de apetito se suele relacionar con problemas psicológicos como el estrés o la depresión.

deterioro anciano

Del mismo modo, muchos expertos creen que la hiporexia está causada porque, con la edad, también se va perdiendo capacidad sensitiva. Es decir, al tener un olfato o un gusto disminuido, el apetito también se ve afectado.

Otras situaciones que pueden dar lugar a la hiporexia son las enfermedades, tanto agudas como crónicas. Además, en personas mayores es muy común encontrar casos de neoplasias o de patologías digestivas, que son una causa directa.

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Otras causas frecuentes

Lo cierto es que sobre el apetito influyen numerosos factores de nuestra vida. En el caso de los ancianos, la hiporexia también está relacionada con situaciones como estar en una residencia, falta de cuidado o soledad. 

Del mismo modo, también hay que destacar que ciertos fármacos pueden provocarla. Algunos ejemplos son la codeína o la morfina e, incluso, la quimioterapia.

Tampoco podemos olvidar que, a esta edad, es muy común tener problemas en la dentadura. Cualquier patología dental o la sequedad en la boca, que también aumenta con el tiempo, puede afectar a la alimentación. El hecho de no poder comer alimentos consistentes puede resultar muy poco apetecible.

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¿Qué consecuencias tiene la hiporexia?

El hecho de perder el apetito e ir alimentándose cada vez menos puede conllevar una situación de desnutrición. En el caso de los ancianos, esta desnutrición suele aparecer de manera lenta y progresiva, por lo que puede ser difícil de detectar.

Cuando alguien está desnutrido, se produce un descenso de la masa muscular. Cada vez se tiene menos fuerza y aumenta la sensación de fatiga. Además, la alimentación se relaciona directamente con el estado de salud y del sistema inmunitario.

De esta manera, la hiporexia puede provocar que cualquier enfermedad que sufra esa persona se agrave. Por ello, es muy importante instaurar cuanto antes un tratamiento. Lo ideal es modificar los hábitos de alimentación.

Se recomienda realizar varias comidas al día de menor cantidad y con más calorías. Además, se debe intentar escoger alimentos que sean apetecibles y alargar el rato de las comidas, sin distracciones. En el caso de que estas medidas fallen, se puede probar con fármacos que aumentan el apetito.

Lo más importante es consultar al médico siempre ante cualquier duda. Él podrá hacer una valoración de la situación y recomendar medidas concretas para cada caso según la causa.