6 beneficios de los que disfrutarás al comer brócoli

El brócoli hace parte de las llamadas verduras crucíferas, cuyas cualidades nutricionales se han valorado por los beneficios que le aportan a la salud. Así, normalmente no suele ser una ilusión comer brocoli.

Aunque durante años su consumo no era el preferido por las personas, en la actualidad muchos lo están empezando a incorporar en sus dietas para aprovechar todas las propiedades que actúan a favor del organismo.

Así, 100 gramos de esta hortaliza podrían proporcionar hasta un 150% de la ingesta diaria de vitamina C. Además, también es rico en vitamina K, del complejo B, hierro o zinc, entre otros nutrientes esenciales.

Debido a su riqueza en compuestos antioxidantes y minerales esenciales, la ingesta regular podría suponer un efecto protector contra el desarrollo de cáncer.

Por todo esto, desde hace algunos años, la comunidad científica se ha enfocado en realizar investigaciones para determinar qué tan bueno es comer brocoli con más frecuencia en la dieta.

A continuación vamos a revelar 6 importantes beneficios de los que podrás disfrutar si empiezas a comer con más regularidad este alimento.

1. Podría disminuir el riesgo de cáncer

Un estudio llevado a cabo por la Universidad Estatal de Oregón y el Centro de Ciencias de la Salud Texas A&M, en Estados Unidos, señaló que el consumo de brócoli previene y ayuda a detener el avance del cáncer.

El brócoli y otras verduras crucíferas tienen una composición química compleja. Así, ha resultado difícil encontrar con exactitud cuáles son aquellos compuestos que actúan en contra del cáncer

No obstante, hasta el momento se ha determinado que podría ser efectivo en la reducción del riesgo de cáncer colorrectal, de próstata e incluso de mama.

Al parecer, sus agentes fitoquímicos, el sulforafano y sus fitonutrientes serían los responsables de este efecto. Los científicos aclararon que, además del consumo de brócoli, se requeriría de dosis adicionales en forma de suplemento para obtener el efecto. Sin embargo, aún no se ha verificado el grado de seguridad que tiene un alto consumo de este producto.

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2. Riqueza de antioxidantes

Según datos del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS), el brócoli tiene una elevada capacidad antioxidante; ofrece protección contra los radicales libres, responsables del envejecimiento.

El estrés oxidativo causado por los radicales libres del ambiente están generando un impacto dañino en las células del cuerpo, que afecta a la piel y a nivel interno.

Los antioxidantes que contiene el brócoli trabajan de forma eficaz en la inhibición de estas peligrosas partículas. Así, disminuyen la inflamación, el envejecimiento prematuro y el riesgo de enfermedades crónicas.

Un claro ejemplo es la vitamina C, cuya acción apoya el metabolismo del oxígeno cuando se acompaña de ciertos flavonoides como la quercitina y el kaempferol (contenidos en esta verdura).

3. Mejora la salud visual

El brócoli contiene una cantidad significativa de riboflavina, también conocida como vitamina B2. Esta vitamina ayuda a los ojos a adaptarse a los cambios de luz.

Una deficiencia de este nutriente puede conllevar a la inflamación, visión borrosa y fatiga ocular. En cambio, al ingerirla de forma moderada podría prevenir las cataratas o detener su crecimiento.

Por otro lado, una investigación llevada a cabo por la Unidad de Investigación Oftalmológica “Santiago Grisolía” del Hospital Universitario Doctor Peset de Valencia, señaló que el brócoli protege del sol y fortalece la mácula ocular.

El brócoli es una fuente de dos carotenoides que desempeñan un papel en la salud de los ojos. Estas son la luteína y la zeaxantina.

Ambos reducen los riesgos de desarrollar afecciones asociadas con la mácula del ojo como, por ejemplo, la degeneración macular y los problemas en el área de la lente del ojo.

4. Protege el corazón

Uno de los nutrientes que se requieren para lograr un equilibrio en los niveles de colesterol es la fibra. El brócoli la contiene en cantidades significativas esta sustancia. Es por ello que podría ser muy útil comer brócoli para los pacientes que tienen índices elevados de esta sustancia lipídica.

Sumado a esto, aporta sulforafano. Esta es una sustancia que activa una proteína en el cuerpo para frenar la creación de placa en los vasos sanguíneos, como lo corrobora una investigación llevada a cabo por la Universidad Federal de Río Grande del sur, en Brasil.

Los pacientes con riesgos de enfermedades cardiovasculares deberían ingerir esta verdura en su estado crudo para aprovechar todas sus propiedades.

5. Comer brocoli previene y controla la diabetes

Los alimentos con un alto contenido de fibra pero bajas calorías son perfectos para prevenir y controlar la diabetes.

De hecho, un estudio adelantado por la Universidad de Lund en Malmö (Suecia) y publicado en la revista Science Translational Medicine, señala que un concentrado de este vegetal ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre de los diabéticos.

Una porción de ½ taza de brócoli puede aportar 5 gramos de fibra y solo 50 calorías; además, también contiene sustancias beneficiosas para evitar que esta enfermedad cause daños en los vasos sanguíneos.

6. Mejora la salud ósea

Una investigación llevada a cabo en Estados Unidos y publicada por National Institutes of Health, indica que el consumo de verduras en general, y en particular de brócoli, se asocia con un menor riesgo de fracturas. Además, este vegetal favorece el recambio óseo en las mujeres postmenopáusicas.

Esta crucífera es una fuente de calcio y vitamina K. Estos son nutrientes esenciales para el fortalecimiento de los huesos y la formación de la osteocalcina.

Así, comer brocoli está muy recomendado para las mujeres que llegan a la etapa de la menopausia. Esto se debe a que la disminución de estrógenos puede causar pérdida de la densidad ósea.

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¡Inclúyelo en tu dieta!

Siendo conscientes de cuán beneficioso es este alimento, a partir de ahora es bueno considerar ingerirlo con más frecuencia.

Lo más aconsejado es consumirlo crudo para no alterar su composición nutricional, ya que al ser sometido al calor del vapor o de la cocción puede perder algunas de sus cualidades anticancerígenas.