Jun 30, 2020 Maternidad
Cuando pensamos en el retrato de la “familia perfecta” normalmente pensamos en un padre, una madre y dos hijos (niño y niña, probablemente).
En nuestra imagen ideal no puede faltar una mascota, una casa con un bonito jardín y grandes sonrisas en los rostros. Sin embargo, esto dista bastante de la verdadera concepción familiar de hoy en día.
¿Podemos igualmente disfrutar de la perfección aunque no encajemos en esa definición? Por supuesto que sí. En este artículo te contaremos cómo.
¿Existe la familia perfecta?
Los conceptos de perfección suelen ser bastante subjetivos. Los cánones de belleza, de salud o de estatus han cambiado con el paso del tiempo.
Sin embargo, en el caso de la familia, siempre mantenemos esa imagen de “ideal” basada en lo que sucedía en los años 50, 60 o 70. En esa época lo “normal” era que el padre trabajara y la madre fuese ama de casa.
A esa concepción se le añadían algunas “comodidades”. Por ejemplo, una vivienda con jardín y dos plantas, un perro, un coche familiar y unas vacaciones en un lugar cercano.
Muchas series de televisión nos muestran esa idea de familia perfecta que es bastante diferente a lo que sucede hoy en día.
En la actualidad, las madres trabajan fuera de casa. Hay parejas que se divorcian, algunos padres se casan de nuevo, se tienen medios hermanos y también puede haber matrimonios del mismo sexo. Por supuesto que no “encajar” en el concepto familiar de hace 70 años no quiere decir que no podamos ser felices.
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Familia perfecta: feliz y unida
Básicamente, para que nuestra familia sea perfecta no tiene que contar con un padre, una madre, un niño, una niña, un perro y un jardín.
La felicidad y la unión entre los integrantes del “clan” puede basarse en otras cuestiones menos estereotipadas. Por ejemplo, apoyarse en cualquier situación, hablar de los problemas y demostrar el afecto. Estos son algunos de los tips para disfrutar de una familia perfecta:
1. Para una «familia perfecta»: construye un matrimonio feliz
En una familia, los padres son un pilar muy importante. Por lo tanto, es necesario trabajar en esa relación que luego inculcará valores a los hijos.
Esto no quiere decir que debamos estar con alguien al que no queremos solo por guardar apariencias o para que los niños no tengan dos casas diferentes.
No obstante, sí implica agotar todas las instancias antes de decidir la separación. Es fundamental para ello formar una relación sana basada en la confianza, el respeto y la comunicación.
2. Fomenta la charla
Para ser una familia ideal, es muy importante que cada miembro se sienta comprendido y escuchado. En la actualidad, es habitual que la televisión o los dispositivos electrónicos estén presentes durante la cena.
Evita esta práctica y fomenta la comunicación. Habla con tus hijos y tu pareja sobre cómo ha sido el día, qué les preocupa, qué necesitan, etc.
3. Comparte más momentos
Sabemos que hoy en día los padres trabajan muchas horas fuera de casa. Y es normal que en los ratos libres estén muy cansados.
Sin embargo, compartir momentos con los hijos es uno de los hábitos que convierte a una familia en perfecta. Tómate, al menos, media hora al día para pasarlo con tus seres queridos.
No olvides que la mejor manera de forjar relaciones es a través de experiencias y actividades en conjunto. No importa la edad que tengan tus hijos: siempre es bueno que pases un rato con ellos cada día.
4. Comed juntos
Podríamos decir que una de las máximas para la felicidad es: “familia que come unida se mantiene unida”.
Además de las cenas sin la compañía de la televisión, te recomendamos que compartáis más comidas juntos como, por ejemplo, los desayunos o los almuerzos dominicales.
Aunque no lo creas, el hecho de compartir los alimentos, de elogiar una comida, de poner la mesa o de recoger los platos genera un vínculo muy difícil de romper.
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5. Permite que todos se expresen
Sin importar la edad que tengan, tus hijos también tienen derecho a la expresión de sus ideas y opiniones. Esto significa que las decisiones cotidianas no deberían ser solo algo de los padres o adultos a cargo.
Quizás es verdad que los niños no saben sobre muchas cosas como, por ejemplo, el dinero o la salud. Pero tal vez, si les dejamos que decidan sobre dónde ir de vacaciones o qué actividades realizar después de la escuela, podríamos disfrutar de una familia perfecta.
¿Por qué? Pues porque de esta manera permitimos que todos tengan voz y voto y puedan tener la posibilidad de hablar sobre sus sentimientos. Incluso puede ser una excelente técnica para evitar problemas a futuro.
6. Programa actividades compartidas
Una vez a la semana (puede ser sábado o domingo) sería bueno que realizaseis una actividad grupal o familiar. Puede ser dar un paseo por el parque, ir a la playa o al cine, cocinar entre todos, disfrutar de un juego de mesa, etc.
Este hábito os permitirá fomentar las relaciones y, sobre todo, añadir anécdotas y experiencias compartidas al “álbum familiar”. Nada más bonito que recordar esos momentos de felicidad para cultivar la unión cuando las cosas no están tan bien.
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