9 consejos para combatir el miedo al dentista en tu hijo

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Jun 30, 2020   Maternidad

El miedo al dentista que puede tener un niño que nunca ha visitado a un odontólogo solo puede ser insuflado por el entorno.

Abuelos, padres, y adultos en general que comparte sus experiencias con el niño, son los que pueden influenciar la aparición de un terror que en principio es injustificado.

Las visitas al dentista deberían comenzar a temprana edad y antes de que aparezcan las primeras caries. Es decir, ser por fines simplemente preventivos, lo que puede acostumbrar a los niños a esta nueva y desconocida situación.

El miedo al dentista del niño no debería pasar de un natural temor a lo desconocido. Sin embargo, a continuación tienes unos consejos claves para que ayudes a tu hijo a asumir con tranquilidad la visita al odontólogo como parte de sus rutinas a favor de su salud bucodental.

Consejos para combatir el miedo al dentista

Dentista con un niño en la camilla.
El miedo al dentista es muy habitual en los niños más pequeños.

Un problema de salud bucodental es prevenible con una buena rutina de cepillado y cuidados.

La vista al odontólogo pudiera llegar a ser solo con fines preventivos. Pero un niño pequeño que no ha tenido la experiencia es ilógico que tenga miedo al dentista. Solo si lo ha copiado de los padres.

1. Inculca el hábito desde pequeños

La primera visita al dentista debería ocurrir a los 2 años. Por lo general será una visita preventiva, para confirmar que el proceso de dentición a culminado bien o va por buen camino. Luego se podría hacer una visita periódica preventiva cada seis meses.

Solemos dejar la visita al dentista solo cuando ya hay un problema. Así  hay mayores probabilidades de que haya dolor durante la revisión o el tratamiento, lo que puede ser la fuente de inspiración para el miedo al dentista.

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2. Promueve la salud bucodental

Un niño con una buena salud bucodental solo visitará al dentista por razones preventivas.

Ello garantiza que no habrá inyecciones ni tratamientos de piezas dentales, lo que sin duda aminora toda posibilidad de sentir miedo al dentista.

Para ello, es fundamental que ayudemos a nuestros hijos a tener una buena rutina de limpieza de sus dientes de leche, incluso desde antes de que salga el primer diente.

Si tu hijo está acostumbrado a que revises y mires su boca, será un poco más fácil que lo haga un extraño.

3. Encuentra a un especialista en niños

Niño con una férula en la boca.
Para evitar el miedo al dentista encuentra un buen profesional especializado en pediatría.

Lo ideal es que mientras nuestros hijos son niños puedan asistir a un odontopediatra.

Este especialista no solo sabe cómo tratar los problemas bucodentales, sino que además que tiene las herramientas físicas y comunicacionales para lidiar con los niños, y eventualmente su miedo.

Una vez que hagas la primera visita, constata que tu hijo se siente a gusto con el especialista.

Es importante que tu hijo se sienta cómodo y en confianza con el odontopediatra, ya que será quien lo ayude a consolidar el buen cuidado de sus dientes.

4. Habla claro y practica primero en casa

Explica a tu hijo claramente qué es lo que van a hacer cuando visiten al dentista. No lo lleves nunca bajo engaño, amenazas o castigos.

Si infundes el miedo al dentista, harás que la experiencia sea muy desagradable, incluso para una simple revisión preventiva.

Practica en casa que es lo que va a ocurrir en el consultorio. Convierte la visita en un juego para tu hijo. Intercambia roles, primero tú eres el dentista, luego es tu hijo quien revisa tu boca.

Esto ayudará a tu niño a aminorar la ansiedad que le pueda sentir.

5. Mientras esperan, jueguen

Niña cepillando los dientes a un modelo de boca.
Hacer la visita más amena y divertida hará que tus hijos no tengan miedo al dentista.

Lleva juguetes o libros a la sala de espera del dentista. Haz que la espera sea un momento entretenido y divertido para tu hijo.

Sin embargo, lo ideal es que no llegues con mucho tiempo de antelación. Una espera muy larga genera cansancio y fastidio, lo que se traduce en malestar al momento de pasar a consultorio.

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6. Llévalo a su propia cita

Evita llevar a tu hijo a una cita en la que el odontólogo primero te revisa a ti y luego al niño.

Primero, porque haces que la espera sea muy larga. Segundo, porque si eres un padre con miedo al dentista, eso es lo que trasmitirás a tu hijo.

Lo ideal es que el niño asista a su propia visita al odontólogo, separado de la visita que hacen sus padres.

7. Ayuda al dentista en la primera cita

Es normal que el niño pueda sentirse nervioso o incluso llore en la primera visita al dentista.

En esa primera visita seguramente podrás pasar al consultorio para brindarle confianza a tu niño y prestar el apoyo al odontólogo en lo que sea posible.

Sin embargo, si en algún momento el dentista te pide que abandones el consultorio, es mejor que lo hagas con tranquilidad. A muchos niños les pasa que se comportan mejor cuando sus padres no están presentes.

8. Evita los sobornos

No faltará quien te recomiendes que compres un regalo para tu hijo después de asistir al dentista. Esto puede ser efectivo pero no es saludable.

La visita al dentista tiene que formar parte de las rutinas preventivas para conservar la salud.

Simplemente, a la salida del dentista, felicita a tu hijo. Dale unas palabras de aliento por lo valiente que fue.

Puedes darle una calcomanía o pegatina con una cara sonriente como hacen en la escuela. A lo sumo un pequeño juguete, más simbólico que valioso.

9. Actitud positiva ante todo

La buena actitud que tengas hacia la visita periódica al odontólogo, durante la espera y después de salir de la cita, es fundamental.

Todo ello hará que no haya ninguna posibilidad de que surja o inspires el miedo al dentista.

Conversa con tu hijo una vez que salga de la consulta. Pregúntale qué fue lo que más le gustó y también lo que no le gustó tanto.

Aminora toda posibilidad de que queda un recuerdo negativo. Alienta a tu hijo a seguir cuidando sus dientes para que las visitas al odontólogo sean siempre preventivas.