Posibles beneficios de beber agua con jengibre

El agua con jengibre, al igual que el agua con una rodaja limón o con una rodaja de naranja u otra fruta, es una bebida que puede ayudarnos a mantenernos hidratados y que se puede tomar tanto fría como caliente.

Cuando no estamos acostumbrados a beber agua sola (o bien nos cuesta hacerlo porque no nos gusta que sea insípida), necesitamos apoyarnos en este tipo de bebidas, ya que nos ofrecen cierto toque de sabor y nos motivan a mantener una ingesta adecuada de líquido a lo largo del día.

Ahora bien, el jengibre es un alimento que tiene ciertas propiedades que resultan beneficiosas en ciertos casos. Por ejemplo, cuando tenemos náuseas, el jengibre puede ayudarnos a sentir alivio y a sentirnos mejor. Ojo, esto no quiere decir que el jengibre vaya a ‘curar’ la causa del malestar, sino que puede contribuir con el alivio.

Posibles beneficios del agua con jengibre

Para preparar el agua con jengibre, lo ideal sería utilizar la raíz fresca, ya que los polvos no suelen tener el mismo gusto. 

Hay quienes añaden al agua con jengibre regaliz, pimienta y otros ingredientes, cuando la consumen a modo de infusión, para hacer que su sabor sea más agradable.

Nota: consumir una bebida a diario no va a proteger al organismo de ninguna enfermedad ni va a curar las ya existentes. Por ello, hay que considerar las bebidas como formas de hidratación y no como remedios o ‘curas’.

1. Facilitaría la digestión

El jengibre es un alimento que tiene un gusto picante, pero también fresco. Por ende, resulta agradable para la mayoría de las personas. Se le atribuyen propiedades digestivas, antieméticas y antiinflamatorias, por lo que puede brindar cierto alivio en algunas ocasiones, como ya comentábamos anteriormente.

El jengibre estimula la producción de saliva, por ello facilita la deglución. Por ende, el agua con jengibre podría actuar como tónico digestivo. Ojo, esto no quiere decir que sea una bebida que vaya a «librarnos» de los excesos, sino que puede ayudar a aliviarnos en casos puntuales.

Después de haber realizado una comida copiosa, se podría consumir una taza de agua con jengibre tibia, para aliviar la pesadez y el dolor.

Descubre: Recomendaciones para tener una buena digestión

2. Regularía los niveles de azúcar en la sangre

Esta es una cuestión sorprendente para quienes nos interesamos por los productos naturales. No se trata de que baje el nivel del azúcar, sino que su acción permite que se ubique en las cifras saludables.

De acuerdo con un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Sidney, el gingerol (componente del jengibre) puede mejorar la absorción de glucosa en las células, sin necesidad de usar insulina. Por tanto, ayuda a prevenir episodios de hipoglucemia.

Si usas insulina y deseas probar este remedio natural, consulta a tu médico antes.

3. Aliviaría el dolor de cabeza

Según estudios, el jengibre tiene propiedades antiinflamatorias y, por lo tanto, puede ayudar a reducir el dolor de cabeza. Beber una infusión de agua con jengibre (en abundancia) podría entonces resultar beneficioso.

Contraindicaciones

Hay personas a las que no se les recomienda la ingesta de jengibre, de ninguna forma. Entre ellas destacan:

• Personas con bajo peso.
• Personas con la tensión baja.
• Mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
• Mujeres con la menstruación.
• Pacientes con trastornos de coagulación.
• Pacientes con enfermedades cardiacas.

¿Qué más debes tener en cuenta sobre el agua con jengibre?

Beber un poco de agua con jengibre puede ser útil cuando hay náuseas o pesadez estomacal. Sin embargo, no es recomendable beber con regularidad esta bebida sin antes consultarlo con el médico.

Hay que tener en cuenta que, para que los remedios fitoterápicos resulten útiles, es imprescindible utilizarlos con mucha precaución. De utilizarlos de forma indiscriminada, se podrían sufrir reacciones adversas. Además, en caso de estar bajo tratamiento farmacológico, podrían presentarse interacciones.

Algunos remedios pueden consumirse a modo de complemento para la dieta, (siempre y cuando el profesional sanitario así lo autorice), pero siempre en cantidades moderadas.

Por último, hay que tener siempre en cuenta que ningún remedio casero sustituye el tratamiento del médico. Por ello, lo más recomendable es seguir siempre las indicaciones del profesional.