¿Para qué sirve la cúrcuma? ¿Cómo usarla?

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Jul 01, 2020   Remedios naturales

La cúrcuma es una especia muy usada en India y el sudeste asiático, de donde es originaria la planta, aunque en la actualidad se cultiva en muchas otras regiones cálidas y húmedas. Se usa desde hace más de cuatro mil años en la gastronomía y también en la medicina para el tratamiento y alivio de diversas enfermedades. Conoce mucho más sobre la cúrcuma en el siguiente artículo.

Propiedades medicinales de la cúrcuma

La cúrcuma se utiliza para tratar infinidad de dolencias; así lo afirma un estudio (Mesa, M. D. y colaboradores) del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular del Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos de Granada. Entre sus usos, se pueden destacar los siguientes:

Para los problemas de estómago

Al igual que otras especias picantes, la cúrcuma es una buena aliada para algunos trastornos digestivos, ya que estimula las secreciones y ayuda a la digestión. Se recomienda a personas con dispepsia, falta de apetito, gastritis o digestión lenta. Esto se debe a sus principios activos, que ayudan a producir más jugos gástricos y pancreáticos y sirven, a su vez, para equilibrar el pH en estos órganos.

Para evitar la flatulencia

Esto es debido a que la cúrcuma es carminativa; ayuda a eliminar los gases que se alojan en el intestino. Se aconseja para evitar cólicos intestinales y flatulencia; también para la atonía estomacal.

Para tratar problemas hepáticos

La cúrcuma es un excelente tónico biliar que protege las funciones del hígado. Esto es así por la curcumina (compuesto que le otorga su característico color amarillo anaranjado).

También posee otras sustancias muy buenas para este órgano: ayuda a eliminar las piedras en la vesícula biliar, es antiinflamatoria, favorece el drenaje hepático y es eficaz para poder digerir mejor las comidas copiosas. Se recomienda en pacientes con cirrosis, ictericia, trastornos hepáticos y de vesícula.

La cúrcuma es una especia muy utilizada en India.

Para tratar algunos tipos de cáncer

Las investigaciones demuestran que la cúrcuma contiene diez compuestos anticancerígenos, por lo que sirve para los casos de cáncer de mama, de duodeno, de piel y de colon. Asimismo, ayuda en los tratamientos y a superar los efectos secundarios que tienen los medicamentos contra esta enfermedad (como puede ser la quimioterapia).

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Para la artritis reumatoide y síndrome del túnel carpiano

Este beneficio se debe a sus propiedades antiinflamatorias. La cúrcuma es un aliado para los pacientes que sufren reuma, artritis y síndrome del túnel carpiano en la muñeca, algo muy frecuente en la actualidad por el uso excesivo del teclado.

Para tratar la depresión

Desde hace miles de años, esta especia ha sido utilizada por la medicina tradicional china para curar y tratar la depresión y otros trastornos psicológicos o afectivos. La cúrcuma tiene muchos componentes estimulantes del sistema nervioso y, además, ofrece efectos positivos para el sistema inmunitario y los estados de ánimo. Sirve también para atenuar las consecuencias del estrés.

Para proteger el corazón

Las investigaciones han demostrado que consumir cúrcuma ayuda en la salud cardiovascular. A su vez, sirve para reducir el colesterol y el nivel de triglicéridos en sangre de manera natural; del mismo modo, previene ataques cardíacos.

Para aumentar la inmunidad

Esta especia tiene la capacidad de incrementar la capacidad inmunomoduladora del cuerpo, gracias a varios de sus nutrientes (como el zinc, el cobre o los polisacáridos). Es bueno para las personas con defensas bajas por motivos de estrés o antes de un examen o evento importante.

Para tratar problemas respiratorios

La cúrcuma se utiliza en Asia para tratar la bronquitis de manera natural, por su acción antiinflamatoria. Es adecuada para el tratamiento de la EPOC, por sus cualidades antioxidantes.

Para proteger el organismo de los radicales libres

Esta especia de color amarillo nos ayuda a eliminar los efectos nocivos que causan los llamados “radicales libres”. Así, permiten extraer del cuerpo todo lo negativo y lo que nos enferma.

Para problemas de la piel

Usada en polvo, la cúrcuma es muy buena para afecciones como hongos o pie de atleta; también para la psoriasis.

Cúrcuma de diferentes colores.

¿Cómo se usa la cúrcuma en la gastronomía?

El nombre científico es Curcuma longa, una planta perenne perteneciente a la familia del jengibre. Procede de un arbusto de hasta un metro de alto con hojas verdes y flores amarillas y blancas.

Dado su color intenso, se usa como colorante para los alimentos, como el arroz. Es uno de los principales ingredientes de las salsas, guisos y otros platillos de Oriente, Sudeste Asiático y Medio Oriente.

Es conocida como un azafrán, presente en la comida de China, Tíbet, Indonesia e India. En la industria alimenticia actual, se la denomina “E100”; sirve como colorante para mantequillas, quesos, mostazas y batidos, siempre en proporciones muy pequeñas, por lo que casi no se distingue su sabor. Es uno de los componentes del curry en polvo, lo que le otorga ese color amarillo fuerte.

Para cualquier preparación en una olla, la cantidad correcta de cúrcuma es una cucharada de postre y se combina muy bien con otras especias como la pimienta o el comino.

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Puedes utilizarla para todos los platillos con arroz, pastas, sopas, salsas, legumbres, ensaladas o verduras hervidas, entre otras. También se usa para platos con huevo y pescado; una de las recetas más conocidas es el pollo al curry o los pinchos de pescado.

Es un sustituto ideal del azafrán, porque la cúrcuma es menos costosa, aunque tiene un sabor diferente. Con una cucharada de esta especia y mayonesa, puedes hacer una salsa deliciosa (también con crema de leche).

Contraindicaciones de la cúrcuma

Es preciso consumir la cúrcuma en cantidades moderadas, ya que su sabor es muy penetrante y no a todos les gusta. Pero además de ello, porque puede traer como consecuencia algunos efectos secundarios. Se aconseja evitar su ingesta en las mujeres embarazadas y en personas que tengan problemas graves en la vesícula biliar.

Imágenes cortesía de Wikimedia Commons