Tratamiento de la creatinina baja en orina

Llegar a la conclusión de una creatinina baja en orina no es algo habitual ni inmediato en la población general. Los médicos miden estos valores con más frecuencia entre personas que ya poseen patologías renales.

La creatinina es un parámetro bioquímico, de sangre y de orina, que se vincula fuertemente con los riñones. Para los nefrólogos es uno de los exámenes habituales de rutina que se emplean en el seguimiento de sus pacientes.

Esa sustancia es, en realidad, un desecho del metabolismo muscular. Cuando nuestras fibras musculares trabajan, generan creatinina como producto que debe eliminarse. La vía de eliminación es a través de los riñones y la orina.

Es así que podemos rastrear la creatinina en la sangre y en la orina para medirlas. En la sangre la encontramos como desecho recién fabricado por el músculo, y en la orina medimos cuánto de ese desecho está siendo expulsado al exterior.

Aunque es habitual que sólo se mida la creatinina sanguínea en las consultas generales, cuando hay sospecha de enfermedad renal se debe combinar con una medición en la orina. Para este fin el método más adecuado es la depuración de creatinina.

A través de la comparación entre los niveles de la sustancia en la sangre y en la orina podemos detectar anormalidades concretas. Si tenemos creatinina baja en orina y alta en sangre entonces sospechamos insuficiencia renal.

Depuración de la creatinina

Este análisis útil para detectar creatinina baja en orina tiene diversos nombres: depuración, aclaramiento o clearence de creatinina. Todas las denominaciones identifican a la misma metodología, cuyo objetivo es informar cuánta creatinina de la sangre están filtrando los riñones.

Para arribar al resultado deben tomarse muestras de sangre y de orina. La orina se recoge durante un día completo, veinticuatro horas, y se entrega al laboratorio para su análisis.

El bioquímico corre las técnicas correspondientes y luego aplica una fórmula que se llama tasa de filtración glomerular. Esta tasa, que es una fórmula matemática, mide la potencia de filtración que están teniendo los riñones en este momento.

Los valores se expresan en milímetros por minuto generalmente, y se consideran normales:

• En varones: de 97 a 137 mL/min
• Para las mujeres: de 88 a 128 mL/min

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Causas de creatinina baja en orina

Si habiendo realizado los análisis correspondientes se detectan niveles de creatinina baja en orina, entonces se puede sospechar:

• Insuficiencia renal: es un problema grave del sistema urinario. Significa que los riñones no pueden cumplir su función básica de filtración de la sangre y están acumulando desechos tóxicos en la sangre. Requiere interconsulta inmediata con un nefrólogo y la realización de otros métodos complementarios.
• Pérdida de masa muscular: cuando la creatinina está baja en la orina y baja en la sangre es posible que haya pérdida de masa muscular. Al disminuir el metabolismo del músculo bajan las concentraciones de la creatinina. Esto es habitual es personas ancianas y en aquellas que atraviesan períodos de enflaquecimiento brusco.
• Dieta: una baja ingesta de alimentos proteicos priva al cuerpo de materia prima para los músculos. Por ende, también disminuye el metabolismo muscular con la consecuente baja de la creatinina.
• Gestación: durante el embarazo hay situaciones concurrentes que alteran la dinámica de los riñones. De por sí suele disminuir la producción de creatinina fisiológicamente. Pero también puede ser signo de gravedad por una infección urinaria complicada o cambios en la presión arterial que deriven en preeclampsia o eclampsia.
• Enfermedades autoinmunes: algunas patologías de autoinmunidad atacan los músculos y atacan los riñones. La miastenia gravis, por ejemplo, y algunas distrofias musculares también. En general se detectan otros parámetros alterados antes que la baja de la creatinina.

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Tratamiento para la creatinina baja en orina

El abordaje de una creatinina baja en orina dependerá exclusivamente de la causa. No es lo mismo tratar una insuficiencia renal, que una mala dieta, así como tampoco es igual si la paciente está embarazada.

Ante una insuficiencia renal lo prioritario es la consulta con nefrología. Algunas enfermedades que llevan a la insuficiencia renal pueden tratarse con medicamentos y cuidados especiales, mientras que otras llevan indefectiblemente a la diálisis.

En el caso de las embarazadas el riesgo es importante. Los obstetras y ginecólogos utilizan medicamentos permitidos durante la gestación para tratar los trastornos renales. Cuando el cuadro clínico es de eclampsia la internación se impone para tener un control específico de los parámetros.

Por último, en las situaciones donde la dieta es baja en proteínas o hay una pérdida de masa muscular, se pueden evaluar medidas nutricionales. Los nutricionistas son capaces de armar planes de alimentación para aumentar la ingesta de proteínas sin excedernos, así como combinarlos con ejercicios de tonificación muscular.

Recuerda que, aunque poco sospechada, la creatinina baja en orina no despreciarse. Se necesita un seguimiento profesional de los casos y respetar las indicaciones médicas para prevenir complicaciones graves.