¿Es saludable bajar mucho peso en poco tiempo?

Más que una cuestión estética, el perder kilos se ha convertido en una necesidad para los pacientes con sobrepeso u obesidad.

Y es que, además de soportar esa grasa acumulada en sus cuerpos, quienes lo padecen están en un riesgo elevado de desarrollar graves enfermedades.

Lo que viene preocupando a los expertos en salud y nutrición son esos errores que cometen las personas en su búsqueda desesperada por adelgazar.

El desconocimiento del funcionamiento del organismo y las campañas publicitarias son factores que han influido en los constantes errores para bajar de peso.

Es importante entender que el cuerpo tiene que adaptarse poco a poco a la pérdida de peso para poder mantenerlo equilibrado.

Perder demasiado peso en poco tiempo es la señal de una dieta severa, un gasto de energía excesivo o enfermedades crónicas que requieren atención inmediata.

Junto a esto se desencadenan una serie de reacciones que conducen al fracaso de la dieta o, en el peor de los casos, a efectos secundarios no deseados.

¿Por qué no es conveniente bajar mucho peso en poco tiempo?

Puede parecer que bajar muchos kilos en cuestión de días es un milagro. Sin embargo, detrás de esto se esconden alteraciones en el cuerpo que, tarde o temprano, pasarán factura.

Las funciones metabólicas necesitan tiempo para adaptarse a los cambios que sufre el cuerpo tras perder kilos pues, de lo contrario, el hipotálamo se verá afectado.

El cuerpo puede presentar alteraciones físicas y emocionales, incluyendo la irritabilidad, la pérdida de apetito y los trastornos de sueño.

Por otro lado, como recibe menos energía, también aumentan los episodios de fatiga, deshidratación y retención de los desechos.

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Mayor riesgo de lesiones

Este es un factor que todos debemos tener en cuenta, ya que una pérdida drástica de peso hace que disminuya la masa muscular, es decir, aquella que protege los huesos y las articulaciones.

Si se produce este debilitamiento en los músculos y se realiza constante actividad física, no es de extrañar que se desarrollen varios tipos de lesiones.

Trastornos de la alimentación

Miles de pacientes con trastornos de alimentación como la anorexia y la bulimia desarrollaron estas condiciones tras entrar en la dinámica de perder muchos kilos en pocos días.

La obsesión por mantener los kilos logrados, e incluso bajar mucho más, hace que muchos lleguen hasta el extremo, sin que puedan ponerle freno.

No hace falta pararse todos los días frente al espejo o pesarse para saber qué tal está nuestra figura. Cuanto más evitemos las obsesiones, menos riesgo hay de caer en estas enfermedades.

La respuesta del hambre

La respuesta del hambre es el término que se utiliza para describir los síntomas que se producen debido a la disminución en la leptina.

Esto hace que el metabolismo se ralentice, lo que provoca una disminución en el gasto energético diario y mayor sensación de hambre.

Lo peor es que se desencadena una fuerte ansiedad por comer, lo que hace que el cuerpo trabaje por recuperar la grasa perdida para protegerse de ataques similares de restricciones alimentarias.

En resumidas palabras, se produce el popular efecto rebote y se cae en un círculo vicioso de perjudiciales subidas y bajadas de peso.

Otros riesgos para la salud

Las dietas bajas en calorías y basadas solo en determinados tipos de alimentos conducen a peligrosas deficiencias nutricionales que afectan de muchas formas la salud. Entre estos posibles efectos cabe destacar:

• Pérdida y debilidad del cabello
• Debilitamiento de las uñas
• Fatiga crónica
• Problemas de concentración
• Pérdida de la memoria
• Debilitamiento del sistema inmunológico
• Desequilibrios de fluidos
• Arritmia cardíaca o latido cardíaco irregular
• Calambres musculares

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Bajar de peso sin prisas

El hecho que las formas rápidas para perder kilos impliquen todos estos riesgos no quiere decir que la tarea de adelgazar sea negativa.

Por el contrario, lograr un peso estable de forma adecuada puede traer consigo muchos beneficios para la salud física y mental.

La ventaja de hacerlo de forma gradual es que los resultados se mantienen y hay menos riesgos de volver a ganar esos kilos perdidos.

Por si fuera poco, hay otras ventajas para la salud:

• Se reducen los niveles de colesterol.
• Hay menos riesgos de enfermedades cardíacas.
• La circulación fluye sin problemas.
• El cuerpo elimina las toxinas.
• El hígado trabaja en óptimas condiciones.
• La salud cerebral mejora.

Para no fracasar en el intento por adelgazar, lo más conveniente es consultar con un nutricionista y preguntar la dieta más adecuada.

La clave es quemar más calorías de las que consumes, pero sin restricciones alimentarias o regímenes de alimentación extremos.

Pierde un poco más de 1 kg a la semana comiendo de forma equilibrada, como mínimo 3 veces al día, e incrementando la práctica de ejercicios físicos.