Embarazos a temprana edad: ventajas y desventajas

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Jun 30, 2020   Maternidad

Algunas adolescentes se sienten preparadas para ser madres, planean y desean embarazos a temprana edad. No obstante, en la mayoría de los casos este tipo de embarazo es producto de las circunstancias, lo que lo hace un evento inesperado.

En este artículo compartimos las ventajas y desventajas de los embarazos a temprana edad. ¡Sigue leyendo!

La maternidad… ¿cuándo?

La maternidad es uno de los acontecimientos más importantes en la vida de una mujer. Sin embargo, este proceso conlleva múltiples cuidados, responsabilidades y obligaciones.

Por esa razón, muchas mujeres planean cuidadosamente la mejor etapa para la llegada de un hijo a su vida. La razón: darles las mejores atenciones a su alcance. Sin embargo, no siempre sucede así.

De acuerdo al centro de prensa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), «unos 16 millones de muchachas de 15 a 19 años y aproximadamente 2,5 millones de niñas menores de 15 años dan a luz cada año«. De hecho, en algunos países los matrimonios muy jóvenes forman parte de la cultura y no son mal vistos.

¿Qué son los embarazos a temprana edad?

El embarazo a temprana edad o embarazo adolescente es aquel que ocurre en niñas menores de 19 años. Debido al creciente aumento de dicha condición, el embarazo adolescente es considerado un problema de salud pública.

Existen numerosos factores y causas que favorecen esta condición, tal y como afirma este estudio realizado por el Complejo Hospitalario de Jaén. Por ejemplo:

  • Falta de educación y conciencia sexual.
  • Presión de la pareja o del grupo social.
  • Alcohol y drogas.
  • Matrimonios infantiles.
  • Pobreza.

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Desventajas y consecuencias para la salud

Las complicaciones y mortalidad en mujeres embarazadas son mucho mayores en las madres jóvenes. De hecho, también aumenta el riesgo para los bebés recién nacidos. ¿A qué se debe ello?

Riesgos para la salud

Un embarazo temprano tiene implicaciones sociales y psicológicas. No obstante, en cuanto a riesgos, el factor físico es el más crítico. Esto se debe a que el cuerpo de madres adolescentes aún no se ha desarrollado del todo. De hecho, está en proceso de formación. Por esa razón, el embarazo a temprana edad conlleva mayor riesgo, según asegura este estudio realizado por la Universidad de Camagüey.

Por ejemplo, se estima que un gran porcentaje de las adolescentes embarazadas presenta bajo peso durante el período de gestación. Esto repercute en el hecho de que los bebés también presenten este problema.

Asimismo, los embarazos a temprana edad están asociados con mayores probabilidades de prematuridad y otras complicaciones para el bebé. Estos factores son muy importantes.

Deserción escolar e implicaciones económicas

Ecografía en embarazos a temprana edad

Los embarazos a temprana edad inciden en la deserción escolar. Un estudio publicado en la revista Gaceta Sanitaria sobre el embarazo adolescente indica que de las 12 jóvenes entrevistadas, solo 2 de ellas seguían en el instituto hasta el momento de la investigación.

Por otra parte, debido a la escasa formación académica, es menos probable que puedan conseguir empleo. Por lo tanto, habrá repercusiones negativas, tanto económicas como sociales, para ella y su bebé.

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Sobreexigencia en una etapa aún de crecimiento

Tanto el padre como la madre adolescentes comienzan a temprana edad el desempeño de responsabilidades adultas. Entre ellas figuran la crianza de sus hijos y obligaciones económicas. Por ello, ambos se verán obligados a renunciar a la vida que les tocaría experimentar de acuerdo a su edad.

Muchas veces actuarán de forma inmadura y cometerán muchos errores con respecto a la crianza de sus hijos. De hecho, en algunas ocasiones los padres adolescentes se verán rebasados por tales labores y necesitarán el apoyo de sus padres.

¿Tiene ventajas el embarazo a temprana edad?

Los embarazos a temprana edad conllevan riesgos. Sin embargo, una vez superado el periodo crítico, las alegrías que los pequeños traen a sus padres contrarrestan las experiencias negativas que la maternidad precoz pudo implicar.

Mayor empatía y confianza

Puesto que el carácter de una madre adolescente aún no está conformado del todo, podrá ser más flexible y comprensiva con su pequeño. Además, la distancia entre el cambio generacional suyo y el de su hijo es escasa.

Por lo tanto, tendrán más temas e ideas en común. Asimismo, su relación será más estrecha y podrán conversar de temas delicados con mayor confianza.

En definitiva, no habrá tanta brecha generacional, el hijo o hija se podrá identificar en mayor medida con su madre y, además, su madre podrá comprender mejor las circunstancias de los niños.

Más energía y vitalidad

Embarazos a temprana edad

En segundo lugar, una joven de 19 años o menos tiene más energía que una mujer de 35 años. Aunque la resistencia y la energía no lo es todo en el tema de la maternidad, sí marcan una diferencia. A edades tempranas los niños exigen mucho tiempo y energía.

Por tanto, los jóvenes padres tendrán la capacidad para realizar actividades físicas con ellos sin suponer un gran desgaste. Es una condición que los padres pueden aprovechar y disfrutar.

Además, se recuperarán mucho mejor de las noches en vela, podrán jugar más con sus hijos, podrán estimular mucho más su aprendizaje al aire libre.

Mayor fertilidad

A mayor edad, es más difícil para una mujer embarazarse. De hecho, es el factor más categórico vinculado a la fertilidad. El nivel más alto de fertilidad en la mujer suele ser entre los 23 y 31 años. A partir de los 31 años, el grado de fecundidad va en descenso. Así lo afirma esta investigación realizada por el Instituto Mexicano del Seguro Social.

Por ello, hay mujeres que optan por ahorrarse la presión del reloj biológico y eligen ser madres a temprana edad. Pero, como ya se ha mencionado, los embarazos a temprana edad tienen mayor riesgo de concebir hijos con defectos congénitos u otras alteraciones.

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Adiós al síndrome del nido vacío

El síndrome del nido vacío es el conjunto síntomas físicos y emocionales que experimentan los padres cuando sus hijos se independizan. Aunque todos los padres pueden desarrollar esta condición, aquellos que no dependen de sus hijos para ser felices tienen menos probabilidades de padecerlo.

En definitiva, los padres jóvenes tendrán más energía y mejor estado físico y mental para alcanzar nuevas metas. Empezará para ellos una nueva etapa.

Conclusiones

Como ves, los embarazos a temprana edad también tienen ventajas. Sin embargo, esperar unos años más constituye la mejor decisión.

En el caso de la madre, se evitará riesgos y situaciones que afrontará de mejor manera cuando llegue a la madurez física y psicológica. No obstante, es una decisión muy personal.