¿Cómo ayudar a tu hijo a luchar contra la fatiga escolar?

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Jun 30, 2020   Maternidad

La fatiga escolar es un trastorno muy común en los niños. Consiste en el agotamiento y cansancio que sienten los alumnos debido a las tareas y asignaciones propias de la escuela.  La fatiga escolar tiene diferentes causas, como el sueño, el aburrimiento, el desgaste físico o el acoso, entre otras.

Esta anomalía es muchas veces responsable de que los niños no tengan un desempeño efectivo en la escuela. Impide que se concentren, presten atención o entiendan sobre un determinado tema. Asimismo, la fatiga escolar puede estar vinculada a otros fenómenos como la depresión o la ansiedad.

La fatiga escolar es un problema que se está extendiendo a muchas familias en la actualidad. La dinámica cotidiana y la vida diaria pueden ser muy exigentes. Si a eso sumamos la presión que –a veces– se ejerce desde la escuela para con los niños, están dadas las condiciones para que este y otros trastornos infantiles aparezcan.

¿Por qué es importante luchar contra la fatiga escolar?

Deberes en niños

La fatiga escolar podría constituir un problema serio. Un niño fatigado es un niño que no se desenvolverá de forma satisfactoria en el colegio. La frustración es otro sentimiento que podría afectar el desempeño académico de tu pequeño.

En ocasiones, las razones de la fatiga escolar no suelen estar relacionadas únicamente con la escuela. Los conflictos familiares también pueden hacer que un niño se sienta poco estimulado ante el aprendizaje y los estudios. En muchos casos, los niños trasladan al aula de clases los problemas que tienen sus padres en el hogar.

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¿Qué hacer ante la fatiga escolar?

 

Hay muchas medidas que puedes tomar para hacerle frente a la fatiga escolar. Todas con la clara finalidad de ayudar a tu hijo, contribuir con su formación y garantizar un aprendizaje óptimo. A final de cuentas, los estudios son su pasaporte al éxito en la vida. De eso, no hay duda.

Más allá de esto, como padres, es vital siempre tener en cuenta que no puedes evadir o ignorar el problema. Debes informarte e interesarte por las experiencias que tu retoño vive en el colegio. Puede ser un trastorno algo difícil de identificar al principio. No obstante, si crees que tu hijo está pasando por un episodio de fatiga escolar, aquí te enseñamos cómo ayudarlo a luchar contra esta condición:

Procura el reposo de tu hijo

El reposo es parte importante en el desarrollo de tu hijo y en su etapa escolar. Las horas de descanso y sueño que tu niño tenga serán determinantes para su desempeño en la escuela. El no dormir bien, por ejemplo, es perjudicial para el aprendizaje, la concentración y el buen desenvolvimiento de tu pequeño en su colegio.

Los especialistas recomiendan que los niños en edad escolar duerman, por lo menos, entre 8 y 10 diarias. Trata de que el pequeño descanse entre las distintas actividades que realiza durante la jornada. Descansar es muy importante para todo ser humano.

De hecho, un descanso óptimo será muy positivo para el rendimiento académico de tu pequeño. Y es un paliativo vital contra la fatiga escolar. Por el contrario, un niño cansado no rendirá en ninguna actividad y puede desarrollar trastornos del sueño o insomnio.

Estimula su aprendizaje de forma sana

El aprendizaje efectivo es sumamente importante para tu pequeño. Sin embargo, debes estimularlo de forma sana y no sobrecargar al niño con conocimientos o tareas. Tampoco conviertas su proceso de enseñanza en algo traumático para él. Procura que aprenda de acuerdo a su edad.

Al mismo tiempo, cerciórate de que los saberes que le enseñan en la escuela vayan en la dirección correcta. Tu niño no tiene por qué sentirse frustrado o mal si algo no lo entiende en primera instancia.

De igual forma, para tu hijo el aprendizaje no debe ser un proceso agotador. Los métodos de enseñanza y la pedagogía utilizada por los maestros también deben ser óptimos. A su vez, el refuerzo positivo también será clave en su educación.

Vela por su salud y cuidado

Los procesos de aprendizaje de tu niño deben apoyarse en su buena salud y cuidado. De modo tal que es indispensable que cuides de aspectos muy relevantes, como su alimentación y su higiene. Visita al médico cada vez que tengas la oportunidad. Asegúrate de que la fatiga escolar no esté vinculada con algún problema de salud de tu hijo.

Si el pequeño no está sano o presenta alguna patología, lo ideal es que intentes revertir esta situación. También puede suceder que el ritmo escolar esté enfermando al pequeño. En ese caso, debes actuar rápido y tener en cuenta que su buena salud es su mejor calificación.

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Motívalo a seguir adelante

La motivación y los estímulos son muy útiles para luchar contra la fatiga escolar que podría padecer tu hijo. El niño debe sentir que lo apoyas y respaldas en su paso por la escuela. Intenta motivarlo para que aprenda todo cuanto sea posible e incúlcale la relevancia que tiene el conocimiento y el estudio para su porvenir.

Prémialo cuando sientas que está haciendo las cosas muy bien en la escuela. O, mejor aún, cuando culmine alguna tarea encomendada por el maestro. En definitiva, trata de que tu hijo sienta que hasta tú estás interesado en que continúe con su preparación escolar.

Comunícate con los maestros

¿Quién mejor que el maestro para ponerte al tanto de lo que sucede con tu hijo en la escuela? Una buena comunicación con los maestros de tu pequeño será clave para entender su desempeño en el colegio.

Esto es crucial para conocer y hallar la solución a cualquier problema que tu niño esté enfrentando dentro del aula de clases. Al mismo tiempo, te sugerimos tener una excelente comunicación con tu hijo. Procura estar en contacto con él, intercambiar y discutir ideas sobre sus sentimientos y preocupaciones y, sobre todo, sobre su día a día en la escuela.

Conclusiones

La fatiga escolar constituye un trastorno que puede ocasionar algunos problemas a tu hijo. El aprendizaje y la enseñanza de tu pequeño podrían verse obstaculizados. Por ello, debes procurar que tu niño se sienta bien dentro de su entorno académico, que tenga el descanso necesario y que su salud esté en óptimas condiciones.

Asimismo, es fundamental que motiven al niño a seguir adelante en todo momento. No importa si sus calificaciones no son las mejores: puedes incentivarlo a mejorar cada día. Puedes lograr que se esfuerce de forma sana y haga de su paso por la escuela una experiencia positiva. En resumidas cuentas, él tiene la capacidad. Y es mayor de la que todos creen.

Finalmente, debes involucrarte con la escuela de tu niño. Conoce e interactúa con sus maestros. Acércate a sus compañeros y amigos. También debes asegurarte de que en ese espacio tu hijo no sea víctima de otros problemas, como el bullying o acoso.

Otra recomendación importante es que trates, en la medida de lo posible, de que tu hogar sea armónico y de no inmiscuir a tu niño en los conflictos con tu pareja, si es que llegas a tenerlos.