Riesgos de la tos ferina en los bebés

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Jun 30, 2020   Maternidad

La tos ferina es una enfermedad bacteriana que afecta las vías respiratorias y provoca una tos convulsa que puede afectar seriamente a personas de cualquier edad, pero puede llegar a causar discapacidad y hasta la muerte en los bebés.

La incidencia de la tos ferina en los bebés ha disminuido considerablemente gracias a los planes de vacunación a nivel mundial. En el último estimado de la Organización Mundial de la salud en 2017, se registraron 24,1 millones de casos, de los cuales 160.700 fueron mortales, menos de la mitad que en 2003.

A pesar del descenso, la tos ferina sigue siendo una de las principales causas de mortalidad infantil, especialmente en países subdesarrollados, donde los niveles de vacunación son bajos.

¿Cómo se contrae la tos ferina?

Bacterias
El agente causal de la tos ferina es la Bordetella pertussis. Una bacteria que requiere el uso de antibióticos para su eliminación.

La tos ferina es producida por la bacteria Bordetella pertussis. Fue reportada por primera vez en 1578 por Guillaume De Baillou durante la epidemia de París.

Esta bacteria se aloja en la nariz, la boca y la garganta de las personas infectadas. Cuando una persona enferma con tos ferina estornuda o tose, expulsa pequeñas gotas de mucosidad y saliva que se mueven a través del aire y pueden contagiar a otra persona. Los síntomas aparecen entre 5 y 10 días después de estar expuestos a la bacteria.

Una persona con tos ferina puede ser un agente de contagio desde el momento en el que aparecen los primeros síntomas de la enfermedad y hasta tres semanas después. Cuando comienza un tratamiento con antibióticos, las posibilidades de contagiar a otros se reducen.

Esta enfermedad se puede contraer en cualquier época del año, aunque tiene mayor repercusión en el otoño y el invierno.

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Síntomas de la tos ferina

En los primeros días, la tos ferina se manifiesta con una tos leve, moqueo y síntomas de resfriado que pueden estar acompañados por una fiebre ligera. En el caso de los bebes, puede no haber tos, pero presentan un problema respiratorio conocido como apnea, que consiste en una pausa repentina y momentánea en la respiración.

Niña en la cama enferma tosiendo
Los síntomas principales afectan a las vías respiratorias, con tos, mucosidad y problemas de respiración.

Una o dos semanas después, los síntomas comienzan a agravarse. La tos se hace más violenta y repetitiva, lo que provoca una respiración ruidosa debido a la falta de aire en los pulmones. Después de los ataques de tos, se pueden producir vómitos y la persona queda exhausta.

Los accesos de tos son más frecuentes en la noche y se intensifican con el paso de los días. La tos puede durar hasta 10 semanas.

Tosferina en los bebés

La tosferina afecta gravemente a los bebés y puede llegar a ser mortal. En muchas ocasiones, no presenta tos pero dejan de respirar momentáneamente y se les pone la piel azulada. También es común que se deshidraten y que la enfermedad derive en una neumonía.

Otros daños menos comunes que pueden sufrir los bebés y niños pequeños son los siguientes:

  • Sangrado en los ojos
  • Pulmonía bacteriana
  • Convulsiones
  • Daño cerebral
  • Fallecimiento

Si alguien en el entorno familiar sufre de tos ferina, lo mejor es mantenerse alejado de los niños, incluso aunque estén vacunados.

Un 50 % de los casos de tos ferina en bebés necesitan ser tratados en hospitales, donde se les suministra oxígeno, antibióticos y se les ayuda a extraer las secreciones, además de mantener un monitoreo constante de la respiración.

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Prevención

Vacunación infantil: Tos ferina en los bebés
La vacunación es la principal forma de prevención, lo que ha conseguido que los casos en países desarrollados se hayan reducido notablemente.

Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades recomiendan refuerzos de vacuna contra la tos ferina como la mejor medida de prevención. Sin embargo, en algunos casos, la vacuna no evita el contagio pero si suaviza los síntomas.

También se recomienda que las mujeres embarazadas reciban una dosis de vacunación entre las 27 y las 36 semanas de embarazo. Los anticuerpos son transmitidos al bebe para protegerlo durante las primeras semanas de vida. Posteriormente, se necesitan dosis de vacunación DTaP en los siguientes periodos.

  • 2 meses
  • 4 meses
  • 6 meses
  • 15 meses
  • Entre los 4 y los 6 años
  • Entre 11 y 18 años
  • Después de los 19 años

Es importante cumplir todos los plazos para prolongar la protección, pues los efectos desaparecen con el tiempo.

Tratamiento

La única forma de tratar la tos ferina es con antibióticos prescritos por el médico. Los medicamentos contra la tos y contra la gripe común no tienen ningún efecto calmante ni logran eliminar la infección.

Si se contrae la tos ferina, es importante comenzar el tratamiento lo antes posible, ya que después de tres semanas no logrará reducir los síntomas aunque sí combatirá la infección. El suministro de antibiótico también reduce la posibilidad de contagiar a otros.

También hay otras recomendaciones que se pueden seguir para proteger a la persona infectada y disminuir el riesgo de transmisión:

  • Mantener la casa libre de polvo, humo o aromatizadores que pueden causar más irritación en las vías respiratorias.
  • Usar humificadores para ayudar a aflojar la mucosidad.
  • Tomar mucho líquido para evitar la deshidratación.
  • Lavarse las manos antes y después de estar con el bebe.

Lo más importante de todo es acudir al médico lo antes posible, si se sospecha de algún síntoma de la enfermedad.