Mi pareja no quiere hijos, ¿qué hago?

“Mi pareja no quiere tener hijos, ¿qué hago?». Esta una de las preguntas más frecuentes hoy en día, bien sea en consultas o entre las amistades. Tener hijos es una de las decisiones más importantes de la vida, sobre todo porque va más allá de la procreación. Es un proceso de compromiso social e incluso cultural.

Cuando se empieza una relación amorosa, la fase de enamoramiento es una de las más bonitas; no obstante, cuando esta pasa y las cosas se asientan, llega el momento de las decisiones difíciles y los retos no se hacen esperar.

Así pues, encontramos parejas que tienen conflictos cuando uno de los cónyuges no desea tener hijos y el otro sí. ¿Qué hacer ante este escenario? En este artículo queremos compartir contigo algunas reflexiones que te permitirán tomar perspectiva.

Mi pareja no quiere tener hijos, ¡pero yo sí!

Actualmente, la decisión de ser padres suele ser más complicada y tardía que hace algunas décadas. La incorporación de la mujer al mundo laboral, la inestabilidad económica y la búsqueda de un progreso a nivel académico o empresarial ralentizan cualquier intento de formar una familia.

De la misma forma, también hay muchas personas que, sin tener en cuenta lo anterior, simplemente no sienten que su destino sea convertirse en el padre o la madre de alguien porque tienen otras prioridades.

El problema surge, entonces, cuando un miembro de la pareja sueña con tener niños y, el otro, a su vez, cree que no está preparado (e incluso, que no lo estará nunca).

¿Por qué mi pareja no quiere tener hijos?

Existen muchos motivos por los que una persona no desea tener hijos. Algunos de ellos pueden ser, por ejemplo:

• Económicos.
• Laborales.
• De salud.
• Relacionados con el estilo de vida que se desea llevar.
• Profesionales, entre otros.

Tomar la decisión de tener hijos es un asunto trascendental que cambiará por completo la vida de quien así lo decida. Por lo tanto, es muy importante valorar todas las opciones.

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¿Qué hago si mi pareja no quiere hijos?

Cuando una relación comienza no se piensa en estos temas. Sin embargo, si te encuentras viviendo esta situación, no postergues más el asunto. Sigue estas recomendaciones:

• Aborda el tema: si es importante para ti, aplazar esta conversación no servirá de nada. Busca el mejor momento.
• Mantén una posición clara: si ya sabes qué es lo que deseas en tu vida y esto es tener hijos, no temas expresar tu punto de vista ni vaciles al hacerlo. No debes ceder solo para complacer. Es una decisión crucial.
• No esperes que tu pareja cambie de opinión: esto solo haría que siga pasando el tiempo y el tema quede en el aire. Es probable que, si tu pareja tiene ya una decisión firme tomada, te toque a ti dar otros pasos a fin de cumplir tu deseo.
• Mira hacia tu futuro: pregúntate con franqueza si deseas vivir una vida sin niños o con ellos.
• Conversa con tu círculo: la red de apoyo de los familiares y amigos es importante. Ellos pueden ayudarte a que te escuches a ti mismo y decidas con más seguridad.
• No tomes una decisión bajo presión: tampoco por querer complacer a tu pareja. Piensa con calma los pasos que vas a seguir y lo que implican.

Estas recomendaciones te serán de gran ayuda. Sin embargo, algunas veces no son suficientes. Es probable que, incluso, ya hayas intentado todo esto y no sepas qué decisión tomar o cómo enfrentarte a la realidad.

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¿Cuál es la opción qué tengo?

Recuerda que no puedes obligar a una persona a tener hijos solo para sentirte feliz porque, además de hacerla sentir desdichada, al final sería un desastre.

Queda decidir si tú podrías vivir con la realidad de no tener hijos, asistir a las reuniones de familiares, ver otras parejas con niños, entre otras. Este asunto es importante porque el entorno puede llegar a ser muy influyente en una persona.

Si no lográis llegar a un acuerdo podéis acudir a terapia de pareja, ya que es una situación compleja, sobre todo si os queréis. Asimismo, también cabe la posibilidad de que la relación deba llegar a su final, especialmente si ambos veis el futuro de una manera diferente y sin objetivos en común.

Es una decisión mutua

Tener hijos es una decisión que debe tomarse con firmeza y esto no ocurre de la noche a la mañana. Es decir, no pretendas que tu pareja un día despierte y te diga que, de pronto, tiene instinto paternal o maternal.

Vale la pena analizar también si el otro solamente siente miedo ante la incertidumbre de asumir la paternidad o la maternidad, pero no un rechazo total a la idea en sí. En caso de sentir solo temor a lo desconocido, esto podría subsanarse con apoyo psicológico y aprendiendo a vencer los miedos.

Sea como sea, debe ser una decisión de ambos. Pensadlo con tranquilidad, hablad con honestidad y llegad, si podéis, a punto intermedio. Será difícil, pero no es imposible.