Cambios en la piel durante el embarazo

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Jun 30, 2020   Maternidad

Los cambios en la piel durante el embarazo son ocasionados por la alteración de la actividad hormonal y la circulación sanguínea. A menudo, la preocupación de la mayoría de las mujeres gestantes es la aparición de las estrías; sin embargo, más allá de esto, se pueden producir manchas, cambios en la tonalidad, acné, entre otros problemas cutáneos.

Según información publicada en Journal of the American Academy of Dermatology, estos cambios son normales y no ponen en riesgo ni a la madre ni al feto. No obstante, en lo que a estética se refiere, se consideran significativos y, de hecho, algunas prefieren buscar soluciones con el dermatólogo. A continuación, te contamos más al respecto.

¿Por qué ocurren los cambios en la piel en el embarazo?

La placenta actúa como un órgano hormonal y produce un aumento de la actividad adrenal e hipofisaria. Sumado a la función de las glándulas endocrinas del feto, provoca un aumento de corticoides, un metabolismo acelerado y una elevación en los niveles de progesterona y de estrógeno, hormonas responsables de los cambios en la piel durante el embarazo.

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Cambios en la piel durante el embarazo

Los cambios más frecuentes de la piel durante el embarazo se consideran benignos y no suponen riesgos más allá de lo estético. No obstante, tal y como lo explica un artículo publicado en American Family Physician, hay enfermedades cutáneas preexistentes, así como dermatosis específicas del embarazo que sí requieren vigilancia por los riesgos que acarrean.

Considerando lo anterior, lo mejor es consultar con el médico o dermatólogo ante cualquier anormalidad cutánea. Debe ser el profesional quien determine si es un síntoma sin relevancia o, si por el contrario, requiere intervención. Veamos en detalle algunos cambios comunes.

Estrías de distensión

La mayoría se dan en la zona del abdomen. Se ven con más notoriedad en el tercer trimestre del embarazo. Pueden localizarse en los senos, caderas y las nalgas. Estas estrías aparecen a medida el embarazo progresa y se va aumentando de peso.

Pueden ser de color rosado o púrpura. Luego de dar a luz, se van desvaneciendo y no seguirán siendo tan notorias. Sin embargo, en algunos casos, no desaparecen por completo. Por esta razón, es importante prevenirlas o tratarlas en el momento adecuado.

Su aparición va a depender del tipo de piel, su elasticidad y los antecedentes familiares. Las indicaciones para disminuir las probabilidades de presentar estrías incluyen, principalmente, lo siguiente:

  • Evitar el aumento de peso excesivo durante el embarazo.
  • Aumentar la aplicación diaria de crema humectante para favorecer la elasticidad.
Estrías de distensión
Los cambios bruscos de peso, sumados a las alteraciones hormonales, conducen a la aparición de estrías en el embarazo.

Acrocordones o fibromas blandos

Son pequeñas pápulas pediculadas, en ocasiones alargadas, marrones o de el color de la piel, que suelen aparecer en los pliegues del cuello, las axilas o la zona submamaria, a partir del segundo trimestre. Muchos pueden desaparecer durante el puerperio.

Hiperpigmentación

Por lo general, se observa en las mujeres de piel y pelo oscuro. Se pigmenta más intensa la línea alba (ubicada en la mitad del abdomen, en sentido vertical, desde la sínfisis púbica hasta unos centímetros por encima del ombligo), la zona periumbilical, los genitales externos y las areolas.

A partir del quinto mes, aparece una ampliación del color de la areola mamaria, llamada areola secundaria. Se pueden observar manchas de color marrón o amarillento en región de frente, mejillas, nariz o labio superior. Esto se llama, máscara del embarazo o cloasma.

Para evitar estos cambios en la pigmentación se recomienda no exponerse durante tiempos prolongados al sol, utilizar un fotoprotector con factor de protección elevado (50 SPF), sombrero y ropa que proteja la piel. En los meses posteriores al parto, estas lesiones pueden desvanecer y mejorar, pero algunas mujeres quedan con pequeñas pecas.

Todos estos cambios en la pigmentación son producto de la alteración hormonal que se lleva a cabo durante el embarazo, la cual estimula de manera puntual la producción de melanina, encargada de dar color al cabello, la piel y los ojos.

En un estudio publicado en International Journal of Dermatology, los cambios en la pigmentación fueron los que más se evidenciaron en las pacientes. Algunas mujeres pueden notar un aumento del tamaño, número y actividad de sus lunares. Tienden a oscurecerse y agrandarse. Si llegan a presentar sangrado, es conveniente acudir al dermatólogo lo antes posible.

Hiperpigmentación durante el embarazo
Para reducir las manchas cutáneas en el embarazo es importante extremar las medidas de protección solar.

Cambios vasculares

Durante el embarazo aumenta el volumen sanguíneo, se produce dilatación vascular, aumenta la permeabilidad capilar y hay vasculatura nueva. Estos cambios en la circulación son los responsables de la aparición de edema de miembros, varicosidades, eritema palmar y puntos rubí o telangiectasias. Para mejorarlo, se recomienda lo siguiente:

  • Usar medias elásticas.
  • Levantar las piernas.
  • Evitar pasar mucho tiempo de pie.
  • Mantener una alimentación sana y balanceada.
  • Consumir agua.
  • Hacer ejercicio físico moderado.

La mayoría de estas alteraciones en la piel desaparecen en un tiempo estimado de 6 meses a un año. Si permanecen por más tiempo, pueden tratarse con medidas recomendadas por el médico dermatólogo.

Acné

Esta condición es común durante el embarazo porque las glándulas sebáceas de la piel se encuentran estimuladas e incrementan su producción de sebo. Surge en cualquier trimestre del embarazo y puede ser de un cuadro leve, moderado o severo.

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Cutis marmorata

Es una decoloración moteada azulada de la piel que se puede presentar durante la gestación. De predominio en piernas, durante la exposición al frío. Suele ceder en el puerperio, de no ser así, se deberían descartar otras causas.

Luminosidad

Durante el embarazo la piel luce más brillante. Esto se debe a dos factores principales; en primer lugar, la estimulación de las glándulas sebáceas, con el consecuente aumento de producción de sebo. Por otro lado, el incremento de flujo sanguíneo en el epitelio, lo que provoca más oxigenación de las células cutáneas.

Cuidar la piel en el embarazo es importante

A pesar que la mayoría de los cambios en la piel se consideran normales durante el embarazo, es importante mantener una rutina de cuidado, en la cual se incluya el uso de productos especiales. Por suerte, hoy en día hay disponibles muchos tratamientos diseñados para proteger la piel en esta etapa. Además, siempre será conveniente visitar al dermatólogo.