Albóndigas de ricotta

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Jun 30, 2020   Recetas

Recetas de albóndigas de ricotta hay muchas. A continuación, te ofrecemos algunas de las más ricas y sencillas de realizar. Además, te enseñamos cómo elaborar tu propio queso ricotta en casa en un momento. ¡Toma nota!

Albóndigas de ricotta

Ingredientes:

La elaboración se lleva a cabo de la siguiente manera:

  • Primero, mezcla la ricotta, el pan remojado en leche, los huevos, la sémola y el queso rallado.
  • Luego, añádele las especias a tu gusto.
  • Por último, reboza las albóndigas en harina y cuécelas en agua.

Albóndigas de ricotta con espinacas

albóndigas

Las espinacas son las «reinas del betacaroteno«, ricas en vitamina A y excelentes para prevenir las enfermedades del corazón.

Ingredientes:

  • 500 gramos de ricotta.
  • 60 gramos de maizena.
  • Acelgas o espinacas cocidas.
  • 1 huevo.
  • Perejil picado o albahaca.
  • Nuez moscada y pimienta blanca y/o negra (opcional).
  • 1 diente de ajo picado (opcional).
  • Harina.

La elaboración se lleva a cabo de la siguiente manera:

  • Primero, mezclas todos los ingredientes en un bol y haces bolas (excepto la harina).
  • Luego, las pasas por harina.
  • Por último, las hierves en agua.

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Salsas para tus albóndigas

Estas albóndigas admiten muchos tipos de salsas. Te enseñamos algunas de ellas:

  • Salsa de bechamel. Haz tu bechamel como de costumbre y luego gratina tus albóndigas en el horno con queso rallado.
  • Salsa de tomate. Puedes hacerla con un sofrito de cebolla, pimiento, zanahoria, ajo y tomate triturado. Luego, añádele un poquito de orégano o una hoja de laurel y vino blanco.
  • Salsa jardinera. Haz un sofrito con cebolla, ajo, pimiento verde, pimiento rojo y patatas. Después, añádeles agua, una hoja de laurel y pimienta negra en grano. Finalmente, deja cocer un rato la salsa e introduce tus albóndigas de ricotta.
  • Con un chorrito de aceite de oliva. Las puedes servir sin salsa solo con un chorrito de oliva por encima.
  • Al estilo sueco. Las albóndigas suecas (de carne) suelen acompañarse con un poco de mermelada de frutos del bosque, puré de patatas y unos guisantes cocidos.

Haz tu propio queso ricotta casero

Y es que la ricotta se utiliza en infinidad de recetas: pasteles de queso, quiches y tortillas, canelones y lasaña etc. Si te hace ilusión y quieres hacer tu propio queso ricotta, te enseñamos la receta. Es súper fácil de hacer.

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Ingredientes:

Modo de elaboración:

albóndigas de queso cheddar

  • Primero, calienta la leche con la nata y la sal.
  • Cuando comience a hervir, retírala del fuego y añádele el vinagre removiendo hasta que se disuelva por completo.
  • Verás que a los 5 minutos de haberle añadido el vinagre la leche se empieza a cortar y a hacerse grumos. Eso es bueno.
  • Entonces, pásalo por un colador con una gasa especial para drenar suero.
  • A continuación, déjalo escurriendo al menos durante una hora.
  • A partir de entonces ya lo puedes utilizar. Sin embargo, si no tienes prisa, lo mejor es que lo dejes escurriendo con el colador dentro de la nevera unas 8 horas.

Nota: El queso ricotta no aguanta demasiado tiempo fresco, así es que úsalo cuanto antes. Si ves que ha pasado de color blanco a amarillo, no lo tomes.

Alternativas al queso ricotta

Puede que no encuentres el queso ricotta por la zona donde vives o quieras cambiar la receta con otro tipo de quesos similares. En ese caso, te enseñamos los mejores sustitutos que puedes encontrar:

El requesón. La principal diferencia entre ambos es la textura. Mientras que el queso ricotta suele ser seco y granulado, el requesón es más acuoso y tiene grumos grandes.

El silken tofu o tofu de seda. Es ideal para vegetarianos o para todos aquellos que quieran probar algo nuevo y diferente. Este queso se hace con leche de soja. Hoy en día se puede encontrar prácticamente en todas las herboristerías.

El paneer. Es un queso indio de leche de vaca o búfalo y que utiliza como coagulante el limón o la lima en lugar del vinagre. Son muy similares, la única diferencia en cuanto a su elaboración es que el paneer se pone a calentar a unos 200 grados Fahrenheit y el ricotta a 185.

Y eso es todo. Ya puedes empezar a disfrutar de unas deliciosas albóndigas de ricotta. ¿A qué esperas?