Cómo tratar el desgaste en las articulaciones

Si te han comenzado a doler las rodillas o las muñecas sin motivo aparente, no dejes pasar mucho tiempo sin consultar con un especialista. Un motivo posible sería el desgaste de las articulaciones. Esto podría derivar en artritis o artrosis, dos enfermedades que además de causar dolor, limitan la movilidad.

Un tratamiento precoz puede contribuir significativamente con el mantenimiento de la calidad de vida y el bienestar. Por ello, no dejes pasar los chequeos periódicos ni las consultas en caso de molestias o inquietudes.

Por otra parte, resulta muy beneficioso mantener buenos hábitos de vida, tanto a modo de prevención como tratamiento coadyuvante. Veamos más acerca de esto a continuación.

Factores que indicen en el desgaste en las articulaciones

Por lo general, las personas piensan que el desgaste en las articulaciones se produce como consecuencia ‘natural’ del paso de los años, como sucede con las canas y las arrugas de la piel. Sin embargo, esto no es así.

Ciertamente, la edad influye, pero no es la única ni la principal causa del desgaste articular. El doctor Apostolos Kontzias, también aclara lo siguiente:

• «La artrosis sí que se hace más frecuente con el envejecimiento»
• «La artrosis no es un componente inevitable del envejecimiento»

La genética, un factor muy estudiado

Según indica este estudio publicado en el año 2012, las mujeres que sufren artrosis en las manos pueden haber heredado un gen que contribuye con la manifestación de este problema.

Se llegó a dicha conclusión porque se observó que alrededor del 10 % de los casos que se presentan tenían antecedentes en la familia. Por ende, se considera que la genética es un factor importante a la hora de evaluar a los pacientes.

Lesiones y traumatismos

Cualquier lesión o traumatismo que haya afectado una articulación puede conllevar a una mayor predisposición a la erosión, porque la recuperación no suele ser completa.

De acuerdo con un estudio publicado en el año 2003 sobre la artritis y la artrosis, la humedad no tiene nada que ver con el desgaste en las articulaciones.

El sobrepeso y la obesidad

Así como la obesidad y el sobrepeso pueden promover el desarrollo de otras dolencias, también se ha observado que pueden influir en el desgaste en las articulaciones. Ojo, esto no quiere decir que sea los ‘únicos o principales causantes’, sino que, cuando están presente, contribuye con la manifestación de problemas.

La obesidad afecta la salud en muchos aspectos. Por ejemplo, áreas como las rodillas y las caderas pueden verse muy afectadas, ya que todo el peso del cuerpo recae en las extremidades inferiores con mayor intensidad.

El sedentarismo

Los expertos del proyecto Crear Salud de la Fundación facilisimo, el sedentarismo perjudica la salud de diversas maneras, y en relación con el desgaste en las articulaciones comentan lo siguiente:

«Debido a la falta de ejercicio físico tenemos una tendencia a la pérdida de masa muscular y también a la pérdida de fuerza, lo que supone que nuestras articulaciones se debiliten y queden más expuestas a que suframos dolores articulares y contracturas en las cervicales, la cintura y la espalda».

La mala alimentación

Cuando el organismo no obtiene todos los nutrientes que necesita para funcionar correctamente, la salud se resiente y, por ende, las personas se vuelven más propensas a desarrollar problemas varios, como la artritis y la artrosis, por ejemplo.

Según este estudio publicado en el año 2016, los alimentos que producen demasiado ácido úrico forman cristales que degeneran las partes blandas de las articulaciones y luego los huesos. Por ello, sería recomendable limitar su consumo, según las indicaciones del médico.

Lo ideal sería llevar una dieta equilibrada, tanto a modo de prevención como tratamiento coadyuvante. Y si el médico lo considera oportuno, se podría complementar la alimentación con un suplemento en concreto, como los de vitamina A, C y D.

• La vitamina C ayuda a formar colágeno, matriz ósea y cartílago.
• La vitamina A contribuye en la regeneración de tejidos, según este estudio del London School of Hygiene and Tropical Medicine.
• La vitamina D promueve la absorción de calcio y fósforo que evitan la osteoporosis y otros problemas óseos, tal y como afirma esta investigación del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.

Posibles síntomas del desgaste en las articulaciones

• Dolor articular en un sitio puntual y habitual.
• Debilidad general la mayor parte del día.
• Rigidez o poca flexibilidad al intentar levantarse o moverse.
• Dolores intensos en los huesos y punzantes en los músculos (como descargas eléctricas).
• Articulaciones enrojecidas, que causan dolor al contacto. También pueden presentarse ‘manchas violáceas’ en lugares puntuales.
• Transpiración excesiva durante la noche, con mal olor y fiebre.

Consejos para aliviar las molestias

Los siguientes consejos pueden ayudar a aliviar algunas molestias, así como mitigar el dolor que genera la erosión articular. Es importante tenerlos en cuenta como complemento a lo que indique el médico, nunca como sustituto.

• Mantener una dieta equilibrada y una hidratación adecuada. 
• Mover las piernas antes de levantarse. Por ejemplo, al salir de la cama para que el peso del cuerpo no recaiga de golpe en las rodillas. Asimismo, luego de estar sentado por un tiempo prolongado, mueve varias veces las piernas antes de levantarte.
• Tomar descansos cada día. En medio de la jornada laboral, o de cualquier actividad, despejarse entre 5 y 10 minutos, sobre todo si se está mucho de pie o sentado.
• Estirar las piernas cuando permanezcas sentado. Mover todas las veces que se pueda, así la rótula ejerce menos presión sobre el fémur.
• Subir y bajar escaleras. El movimiento debe ser lento, apoyándose en las barandas,  y de a un escalón por vez.
• Evitar cargar peso. Si cargas peso, trata de equiparar el peso en ambos lados del cuerpo y, en lo posible, no llevar todo en el mismo momento.
  • Al levantar algún objeto, ten en cuenta que lo correcto es agacharse despacio, ponerse en cuclillas, siempre con la espalda recta.
• Mantener una buena postura en todo momento. Debes procurar que la columna esté recta, sin encorvar la espalda o arquearla demasiado.

Además, es recomendable usar calzado cómodo a diario, ya que esto no solo influye en la postura, sino en la forma de caminar y la ejecución de distintos movimientos y actividades.

Lo ideal es que el calzado ajuste bien a los pies para que no se muevan, ni haya que hacer un esfuerzo para evitar que se salgan.