Demencia con cuerpos de Lewy

La demencia con cuerpos de Lewy es una de las enfermedades neurodegenerativas más comunes, junto con la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson.

La demencia se define como la alteración de las facultades mentales debido a un deterioro cognitivo que progresivamente altera la vida normal del paciente. De esta manera, la memoria, la razón, el aprendizaje, la capacidad de juicio y otras funciones intelectivas superiores sufren un cambio durante el transcurso de la enfermedad.

Por norma general, durante esta enfermedad se forman unos cúmulos de proteínas dentro de las neuronas, alterando su función en la transmisión del impulso nervioso.

Estas células son imprescindibles en los procesos que lleva a cabo el sistema nervioso central (SNC), como por ejemplo hablar, masticar, tragar, caminar; es decir, cualquier movimiento de los músculos esqueléticos junto a la producción de hormonas.

Para realizar estas funciones las neuronas necesitan comunicarse entre ellas y transmitir la información necesaria para llevar a cabo estos procesos correctamente. Además, las sustancias químicas conocidas como neurotransmisores permiten este traspaso de información durante los procesos sinápticos.

Los cuerpos de Lewy anulan la función de los neurotransmisores, afectando a la relación y función normal de las neuronas afectadas.

Síntomas de la demencia con cuerpos de Lewy

Por norma general, los síntomas más comunes de este trastorno son:

• Alucinaciones visuales: los pacientes ven objetos, animales, personas, etc. sin que exista estímulo visual. La sensopercepción se ve alterada y los individuos pueden llegar a tener delirios e incluso desarrollar depresión.

• Trastorno del sueño REM: en esta fase del sueño la persona se mueve y realiza gestos violentos mientras sueña. Los sueños son vívidos y activos.

• Parkinsonismo: conjunto de síntomas comunes a la enfermedad de Parkinson. Aparecen temblores frecuentes junto con una rigidez muscular que les impide realizar movimientos rápidos. Les cuesta calcular la distancia a la hora de desempeñar movimientos finos, por este motivo aumenta el riesgo de caídas de forma considerable. Es característico caminar arrastrando los pies.

• Curso fluctuante: los sujetos presentan variaciones de síntomas durante el transcurso del día como la dificultad para mantener la atención, confusión, pérdida de memoria, etc. Este conjunto de signos a menudo se confunde con los de la enfermedad de Alzheimer debido a sus similitudes.

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Causas de la demencia con cuerpos de Lewy

Actualmente, se desconoce la causa que origina la formación y acumulación de estas estructuras en el cerebro de los afectados. Los cuerpos de Lewy se acumulan en forma de placas y ovillos en el encéfalo de manera similar a la enfermedad de Alzheimer.

La demencia no tiene por qué presentar un origen genético, ya que puede aparecer en sujetos sin antecedentes de esta enfermedad.

Diagnóstico de la demencia con cuerpos de Lewy

El diagnóstico de este trastorno es complicado, puesto que a menudo se confunde con la enfermedad de Alzheimer o la de Parkinson, según qué síntomas presente. La clave está en analizar síntomas propios de la demencia con cuerpos de Lewy (como el trastorno REM, las alucinaciones y el curso fluctuante).

Asimismo, el equipo médico puede solicitar otras pruebas complementarias con el objetivo de identificar esta enfermedad y descartar otras patologías:

• Obtención de imágenes de diagnóstico: incluimos la tomografía axial computarizada (TAC), la resonancia magnética (RM) y la tomografía por emisión de positrones (PET).

• Análisis clínicos (sangre, orina, etcétera) para valorar si existe otra enfermedad involucrada.

• SPECT de transportadores de dopamina: se marcan los transportadores de dopamina y se comprueba si realizan la función correctamente. En el caso de la demencia por cuerpos de Lewy, los valores son mínimos.

• Pruebas de valoración psicológica.

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Tratamiento de la demencia con cuerpos de Lewy

A modo de tratamiento, se pueden utilizar diversos fármacos, con el objetivo de mejorar la condición del paciente en la medida de lo posible:

• Inhibidores de colinestarasa. Estos fármacos atenúa las alucinaciones y los delirios e incluso puede favorecer la recuperación parcial de las facultades mentales o retrasar el deterioro cognitivo.

• Dopaminérgicos: si el paciente presenta dificultades para andar y rigidez muscular, estos compuestos pueden mejorar su capacidad motora.

• Antipsicóticos: también ayudan a controlar los delirios y las alucinaciones que pueda experimentar el paciente.

Aunque aún no se ha encontrado una cura determinante para esta patología, los investigadores continúan su labor. En un futuro, esperamos que puedan presentar un avance significativo.