El diagnóstico del cáncer de páncreas

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Jun 30, 2020   Salud

El cáncer de páncreas es consecuencia directa de un defecto en la división de las células que constituyen este órgano. Se dividen en dos tipos dependiendo de la función que desempeñen:

  • Función exocrina: producen enzimas que se vierten al tracto digestivo y descomponen nutrientes.
  • Función endocrina: producen varias hormonas que se vierten a la sangre, por ejemplo la insulina.

Es por esto que el cáncer de páncreas puede ser de dos tipos, exocrino o neuroendocrino. El diagnóstico del cáncer de páncreas se diferencia entre estos dos tipos, entre otras cosas, en los síntomas y signos.

De acuerdo al Manual MSD, «El pronóstico del cáncer pancreático varía según el estadio pero, en términos generales, es malo (supervivencia a 5 años: < 2%), porque muchos pacientes presentan enfermedad avanzada en el momento del diagnóstico».

Diagnóstico del cáncer de páncreas por signos y síntomas

Dependiendo de la estirpe del tumor producirá unos síntomas u otros.

Tumores exocrinos

Para entenderlos es necesaria una pequeña explicación acerca de la circulación de la bilirrubina. La bilirrubina es un pigmento producto de la degradación de la hemoglobina. En condiciones normales circula por los conductos biliares (desde el hígado hasta el intestino). Proporciona, así, coloración a las heces.

El páncreas se encuentra justo al lado del duodeno, que es a donde llegan en último término los conductos biliares. El crecimiento de un tumor en esta localización produce obstrucción. Así, la bilirrubina se queda en el hígado dañándolo o pasa a piel o a otros órganos. Es esto lo que produce los síntomas que se exponen a continuación.

Para empezar, ictericia, que se trata de la coloración amarilla de piel y mucosas. También aparece acolia, que son heces blancas, y coluria, que es orina de color marrón porque la bilirrubina se termina excretando por los riñones. También termina picando toda la piel.

Los síntomas anteriores generalmente no se producen en los neuroendocrinos porque crecen menos. El crecimiento e invasión de estructuras también produce dolor de tripa y de espalda. También se experimentan náuseas y vómitos. Síntomas inespecíficos de cáncer son pérdida de peso y falta de apetito.

Tumores neuroendocrinos

Dependiendo de qué hormona produzca la célula a partir de la cual se desarrolle el tumor, se experimentarán unos síntomas u otros.

Pruebas de imagen

Tomografía computarizada (TC o TAC)

Mediante esta prueba se obtienen imágenes generalmente transversales (como si cortásemos una salchicha) utilizando rayos X. Existe un tipo especial de TC para observar el páncreas que es la TC de protocolo pancreático. Durante la misma se introduce un contraste intravenoso que pone de manifiesto las zonas que más interesa ver.

Resonancia magnética (RMN)

En este caso se obtienen imágenes sometiendo al cuerpo a ondas de radio y campos magnéticos. También existe una RMN especial, que es la colangiopancreatografía RMN, mediante la que se observan conductos biliares y pancreáticos. Con ella podríamos evidenciar una posible obstrucción.

Ecografía

Se trata de una técnica que posibilita observar cada estructura del interior del organismo mediante la detección de la densidad de cada una. Puede que ésta sea la primera prueba en realizarse debido a que es fácil y rápida, y no implica exponer a la persona a radiación.

En el caso del páncreas (un órgano digamos «escondido»), puede resultar menos útil que las pruebas anteriores dado que ofrece peor definición. Sin embargo, puede practicarse una ecografía endoscópica, poniendo el ecógrafo en el extremo de un endoscopio (un tubo flexible que se introduce hasta el intestino).

Tomar la imagen desde este punto, bien cercano al páncreas, puede aumentar enormemente la definición de la imagen. También es posible asociar una biopsia a una ecografía endoscópica, accediendo al tejido desde esta localización adyacente.

Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE)

En el curso de esta técnica se introduce el endoscopio hasta el conducto colédoco, que va desde las vías biliares y pancreáticas hasta el principio del intestino. Desde aquí se accede hasta los conductos biliares y pancreáticos y se introduce un contraste que posibilita verlos mejor. Mediante esta prueba podemos observar si alguno de estos conductos está obstruido por un posible tumor pancreático.

Centellografía de receptores de somatostatina u «octreoscan»

En este caso se inyecta un análogo de hormona (octreotida) unido a una sustancia radiactiva. Este conjunto se adhiere al tumor y a la hora de tomar la imagen queda resaltado, pero solamente en el caso de los neuroendocrinos.

Tomografía por emisión de positrones (PET)

Utiliza un mecanismo análogo al anterior, pero esta vez se inyecta glucosa unida a una sustancia radiactiva. El tumor, al tener mucha actividad celular, consume mucha glucosa, y esto queda reflejado en la imagen. A día de hoy puede tomarse una imagen combinada entre PET y TC, aumentando enormemente la definición.

Pruebas analíticas

Tumor exocrino

Pueden estar alterados los valores analíticos de función hepática. También pueden encontrarse elevador los niveles de algunos marcadores tumorales como:

  • Antígeno carcinoembrionario (CEA)
  • Ca 19.9

Tumores neuroendocrinos

Pueden encontrarse alterados, en este caso, los niveles de ciertas hormonas tales como insulina, gastrina, glucagón, somatostatina, polipéptido pancreático y péptido intestinal vasoactivo (VIP).

Biopsia

Puede también tomarse una muestra del páncreas para después analizarla en el departamento médico de Anatomía Patológica y determinar así si es tumoral o no. Esto puede hacerse de manera percutánea (a través de la piel), por vía endoscópica (como ya se comentó antes) o por vía quirúrgica.