Cómo conseguir germinados en tu propio hogar

Los germinados o brotes son un alimento rico en nutrientes y con infinidad de propiedades. Debido a ello son muchos los que intentan descubrir de qué forma conseguir germinados en su casa.

Además, se cree que son un alimento bajo en calorías, con un interesante número de nutrientes, en algunos casos incluso mayores a los contenidos en las propias semillas, según datos publicados en NCBI. Por eso, podrían resultar interesantes para el consumo. Consulta con un nutricionista para saber qué clase de germinados pueden ser interesantes para incluir en tu dieta.

Actualmente se pueden encontrar germinados en tiendas especializadas en alimentos ecológicos y dietéticos, pero también es posible prepararlos en casa. ¿Te interesa saber cómo?

Qué hace falta para conseguir germinados

Normalmente se utilizan las semillas que son de menor tamaño, aunque es posible utilizar casi cualquiera.

Todas las semillas procedentes de plantas leguminosas o de cereales pueden servir. Incluso podemos utilizar semillas de otras plantas como calabaza, rábano, alfalfa, guisante, berro, cebada, sésamo, etc.

Lo ideal sería utilizar semillas orgánicas y que estén debidamente conservadas y limpias. También es importante elegir el agua adecuada, evitar la del grifo y utilizar mejor la procedente de manantial. Sin embargo, si usas el agua corriente, los especialistas recomiendan dejarla reposar durante un tiempo en algún recipiente para permitir que se evapore el cloro.

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Procedimiento

1. El primer paso, muy importante, es realizar un lavado exhaustivo de los granos o semillas.
2. Luego, debes introducir las semillas en un plato (mejor si es hondo, claro).
3. Después, tienes que añadir agua suficiente para que las semillas estén húmedas, pero sin excederte.
4. A continuación, ponlo todo en una zona sombría donde no reciba luz directa y espera.
5. Acuérdate de revisar diariamente y comprobar si el agua disminuye. Las semillas la absorben y bastante cantidad se pierde por evaporación. Si vemos que no les queda agua, hay que añadir más.
6. Los brotes blancos suelen surgir después de unos cuantos días, de uno a tres. Debes cambiar el agua hasta que todos los brotes hayan salido y el proceso haya terminado con éxito.
7. Por último, debes lavar bien los brotes en un colador, previo a su consumo.

Y así es como puedes conseguir germinados. ¿A qué es fácil?

 Detalles importantes que debes considerar

Cuando tienen mucha agua o nos hemos despistado durante un tiempo, el moho puede apoderarse de las semillas. En tal caso, lo mejor es botarlas a la basura y comenzar de nuevo, ya que ingerir moho podría ser muy perjudicial para la salud al generar infecciones en el organismo.

Igual procedimiento debes realizar si consideras que tienen un olor desagradable, pues podría ser signo de putrefacción.

No hay que poner muchas semillas, sino únicamente rellenar el plato con una capa. Si hay varias capas, unas encima de otras, el procedimiento para conseguir germinados probablemente no funcione.

El volumen de semillas aumenta considerablemente durante el proceso. Por eso, si hemos puesto muchas y de tamaño pequeño estarán unas encima de otras. Sin embargo, si su tamaño es mayor y nos pasamos, van a ocupar demasiado. Los germinados que conseguimos se mantienen perfectamente en la nevera durante unos cuantos días.

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Cómo consumirlos

Hay muchas formas de comerlos, en bocadillos, en ensaladas o hervidos. Si bein se suele recomendar comerlos crudos para que mantengan todos sus nutrientes, la Food and Drug Administration sugiere cocinarlos para evitar así el riesgo de contaminación por salmonella, listeria, E. coli u otras bacterias.

Según qué tipo de semilla utilicemos, el tamaño de los brotes será diferente. Es importante saberlo para comerlos en el momento adecuado. Un ejemplo: las lentejas brotan hasta los 4 o 5 centímetros, sin embargo los brotes de arroz o trigo son de apenas unos milímetros.

El proceso de germinado es muy sencillo. Por eso, te recomendamos que realices tus propias pruebas, que experimentes cambiando detalles y veas por ti mismo los resultados. ¡Atrévete y comienza a producir tus propios brotes de energía viva!