Jul 01, 2020 Lifestyle
El fenómeno de despertarse sobre las 3 de la madrugada o incluso un poco más tarde, es algo realmente común. Lejos de tener una explicación mística o sobrenatural, se trata en realidad de un tipo de problema muy habitual.
Este trastorno está relacionado con las alteraciones del sueño debidas a la ansiedad. En este artículo te detallamos los síntomas y algunas soluciones ante este problema.
Es un fenómeno que merece explicarse con detenimiento para poder comprenderlo mejor y, a su vez, afrontarlo. Despertarse a estas horas de la madrugada y no poder conciliar el sueño de nuevo supone un problema muy serio si se repite a lo largo de muchos días. De ahí la importancia de saber gestionar esta situación.
Despertarse a las 3 de la madrugada
Para empezar, hemos de tener claro que no hay nada extraño en este fenómeno. Se trata en realidad de una reacción de nuestro cerebro a un estado elevado de ansiedad. Podemos sentirlo en un momento puntual o, por lo contrario, puede convertirse en una alteración persistente del sueño que deberíamos empezar a abordar.
Síntomas relacionados
- En el momento en que la persona se despierta a estas horas siente una gran inquietud y desasosiego.
- Aparecen taquicardias y una sensación de amenaza.
- Cuando queremos volver a dormirnos, nos es imposible. Esto aumenta nuestro nerviosismo, los pensamientos negativos y la imposibilidad de dormir.
- De conciliar el sueño, este será muy ligero, lo cual hará que nos levantemos cansados.
- Este fenómeno, el despertarse sobre las 3 de la madrugada, puede repetirse unas dos veces por semana.
La ansiedad
Si a lo largo de la semana empiezas a notar que te despiertas de improviso sobre las 3 de la madrugada y casi siempre durante estas horas, pregúntate primero si estás preocupado por algo. Si te sientes amenazado por algún problema, si tu trabajo te exige demasiado o si en la actualidad tienes algún problema emocional. Según esta revisión realizada por la Universidad de Navarra, esta clase de trastornos del sueño podría estar ocasionada por un problema de ansiedad.
Todos estos factores generan un estrés del que no siempre somos conscientes. Después, un modo en que nuestro cerebro reacciona frente a este problema es a través del descanso nocturno.
Empezamos a tener problemas para conciliar el sueño. Por último, cuando nos dormimos, la tensión generada y acumulada provoca que despertemos de golpe y con una sensación de amenaza.
¿Cómo actúa la ansiedad en el sueño?
- La ansiedad altera directamente nuestro sistema nervioso central (SNC). Así lo afirma este estudio realizado por la Universidad de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba. Este empieza a hacer pequeños cambios en su bioquímica y en los sistemas neuroquímicos implicados en los ciclos vigilia-sueño. Todo ello va a alterar de manera directa las fases del sueño (no REM y REM).
- En general, y en estos casos, al acostarnos nos cuesta conciliar el sueño, de modo que acabamos durmiéndonos sobre la media noche. La ansiedad va a hacer que nuestro sueño sea fragmentado sin llegar a la fase en que éste es más profundo y reparador.
- A su vez, en nuestro cerebro se interpreta esta ansiedad en forma de amenaza, como algo de lo que debemos escapar. La sensación de alerta hace que despertemos de manera violenta a las pocas horas de habernos dormido. Es decir, sobre las 3 de la madrugada.
- Es una reacción natural de nuestro cuerpo ante un estado de ansiedad. En realidad, nuestros neurotransmisores se alteran ocasionando cambios en nuestro sueño.
¿Cómo podemos abordarlo?
Estamos ante una alteración del sueño originada por la ansiedad. Para poder conciliar un sueño reparador, es necesario que, en primer lugar, hagamos frente a esas fuentes de estrés. Debemos plantarnos ante ese problema que nos está generando ansiedad:
Cuestiones emocionales
- Es importante que reconozcas que algo ocurre. Despertarse por la madrugada con sensación de miedo o amenaza es un signo directo de que algo no va bien. Pregúntate a qué se debe, qué hay en tu vida que te incomoda, que te hace infeliz o que te inspira una sensación de amenaza.
- Haz pequeños cambios en tu vida, establece prioridades y, a su vez, varía algunos hábitos para que tu cerebro encuentre nuevos estímulos y desahogue tensiones.
- Al llegar a casa, toma un baño relajante y ve a la cama con tranquilidad. Lo último que debes hacer es pensar aquello de «he de dormir bien toda la noche para mañana poder rendir». Este pensamiento genera estrés en tu cerebro porque lo entiende como una presión, como una obligación: «tengo que dormir».
- También pueden ayudarte las técnicas de relajación, las cuales contribuyen al reposo y mitigan los efectos de la ansiedad, tal y como señalan algunas investigaciones al respecto.
- Habla con un psicólogo. Ellos pueden ayudarte a acabar con este problema.
Consejos para antes de acostarte
- Sería muy conveniente que, después de cenar, te dieras un paseo relajante de, al menos, media hora. Anda, respira, relativiza las cosas. Relájate.
- Lo mejor es que vacíes tu mente y no pienses en nada.
- Procura que la habitación esté fresca y bien ventilada y que, además, huela bien. La temperatura más adecuada para dormir bien son entre los 19 y los 22 ºC. Una temperatura superior o inferior causa incomodidad, según afirma el Observatorio Global del Sueño.
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