Jun 30, 2020 Salud
La alergia a los aditivos alimentarios es un problema que muchas veces pasa desapercibido porque se lo confunde con la intolerancia a algún alimento. La verdad es que se trata de fenómenos diferentes, aunque tengan un origen común y presenten síntomas similares.
En la intolerancia alimentaria el sistema digestivo se irrita porque la persona tiene dificultades para asimilar adecuadamente un alimento o aditivo alimentario. En la alergia a los aditivos alimentarios y alimentos en general, el sistema inmunitario reacciona desproporcionadamente y puede poner en riesgo la vida.
La población, en general, presta más atención a las intolerancias o a las alergias alimentarias que a la alergia a los aditivos alimentarios. Esto se debe a que estas últimas sustancias están presentes en la mayoría de los alimentos procesados, pero quienes lo consumen ignoran su potencial dañino.
Los aditivos alimentarios
Los aditivos alimentarios son sustancias que se añaden a los alimentos procesados durante su elaboración. Permiten modificar el alimento en términos de sabor, textura, color, aroma o tiempo de conservación, entre otros. Estas sustancias se añaden con el visto bueno de la autoridad sanitaria y deben aparecer en la etiqueta del producto.
La alergia a los aditivos alimentarios se produce cuando el organismo identifica a una de esas sustancias como potencialmente peligrosa. Se genera, entonces, una reacción inmunológica para atacar ese aditivo, con síntomas que pueden llegar a ser muy graves.
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Síntomas de la alergia a los aditivos alimentarios
Los síntomas de la alergia a los aditivos alimentarios pueden ser muy variados. Sin embargo, los más frecuentes son los de orden respiratorio, especialmente asma y rinitis; y los de orden cutáneo, principalmente urticaria y las diversas formas de dermatitis.
Los síntomas pueden evolucionar hasta generar una reacción grave llamada anafilaxia, que es potencialmente mortal. Esta se produce de una manera rápida y violenta. Se debe a la liberación masiva de histamina y otras sustancias. Lleva a la constricción de las vías respiratorias y eventualmente a la muerte.
En la actualidad, se cree que entre un 5 y un 10 % de los casos de urticaria crónica se deben a la alergia a los aditivos alimentarios. Sin embargo, la cifra podría ser mayor. A día de hoy, hay varias limitaciones para el diagnóstico de este problema. En general, la intolerancia a ciertos alimentos puede ser una señal sospechosa que debería ser revisada por el alergólogo.
Riesgo potencial de algunos aditivos
Todo aditivo alimentario puede causar reacciones adversas, pero algunos de ellos tienen un riesgo potencial más alto. Son los siguientes:
- Antioxidantes. Se han reportado casos de urticaria y dermatitis atópica por la ingestión de comidas con antioxidantes industriales. En pocos casos produce broncoespasmo.
- Dióxido de azufre y sulfitos. Los sulfitos pueden ocasionar síntomas respiratorios como rinitis o reagudización en los asmáticos. También podrían causar dermatitis de contacto, urticaria o problemas digestivos.
- Nitratos y nitritos. Se los asocia con el agravamiento de la dermatitis atópica y con casos de reacciones alérgicas graves.
- Ácido benzoico y benzoatos. Son los aditivos más relacionados con reacciones alérgicas. Provocan agudización de dermatitis atópica y asma, urticaria, dolor de cabeza, migraña, dificultades de concentración e hiperactividad.
- Metilcelulosa. Se la relaciona con reacciones adversas a nivel gastrointestinal.
- Gelatina E441. Es un espesante que puede provocar reacciones alérgicas graves.
- Goma guar y goma tragacanto. La primera puede causar problemas gastrointestinales. La segunda, puede agudizar la dermatitis atópica o causar urticaria.
- Glutamato monosódico. Puede causar reacciones alérgicas graves.
- Colorantes. Pueden causar reacciones alérgicas leves, medias o, en pocas ocasiones, graves.
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Tratamientos
No existe ningún tratamiento eficaz para la alergia a los aditivos alimentarios, con excepción de eliminarlos de la dieta. Sin embargo, esto podría ser algo difícil, ya que hoy en día son muchos los alimentos que traen aditivos con potencial alérgico.
Asimismo, los aditivos a veces no vienen identificados por su nombre, sino por un número de referencia. Es importante indagar sobre el nombre de los componentes que corresponden a ese número o código. La mejor medida, entonces, es evitar los alimentos precocinados o preparados, de origen industrial.
Cuanto menos procesado industrialmente esté un alimento, menos aditivos va a contener. La mejor dieta es la que se vale de alimentos frescos, de origen natural. Sumado a esto, es importante evitar el consumo de alimentos en los que no sea clara la información nutricional. En esos casos, lo mejor es abstenerse de probarlos.
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