¿Por qué no adelgazo?

Después de varios meses a dieta, muchas personas se empiezan a preguntar «¿por qué no adelgazo?».  Pese a basar la dieta en alimentos saludables, e incluso hacer ejercicio físico, algunos no consiguen reducir esos kilos de más. 

El problema es que la pérdida de peso es un proceso complejo que se logra con la suma de varios factores. Por tal razón, más allá de la dieta y el ejercicio, es necesario corregir algunos errores que se convierten en un obstáculo para adelgazar.

Motivos por los que no adelgazo

1. Comer muy poco

¿Comes solo verdura con un filete a la plancha? ¿Tan solo cenas fruta? Aunque sea contradictorio, reducir demasiado la ingesta calórica y seguir una dieta muy estricta podría hacer que el metabolismo se pueda ralentizar y entre en «modo ahorro». Es decir, gastaremos menos calorías de las que deberíamos, con lo cual perder peso será cada vez más difícil.

Además, pasarás hambre y tendrás más probabilidad de tener atracones. Esto no es saludable y no lo podrás mantener en el tiempo. Por eso, para saber tus requerimientos energéticos es adecuado acudir a un dietista o nutricionista, quien tiene las facultades para asesorarte.

2. Excederse los fines de semana

¿Cuidas mucho la dieta entre semana pero el fin de semana te pegas un banquete? De nada va a servir hacer una dieta muy estricta de lunes a viernes, si al final de la semana lo vas a recuperar todo.

Lo mejor es mantener una alimentación constante durante toda la semana, aunque de vez en cuando te des un pequeño capricho. También es importante pensar en llevar una alimentación saludable y consciente, más que en «estoy a dieta».

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3. No adelgazo por… Comer muy rápido

Uno de los motivos por los cuáles no consigues adelgazar es por comer muy rápido, ya que a tu cerebro no le llega la sensación de saciedad y, por lo tanto, ingieres más cantidad de la que deberías.

También comer con la televisión o con el móvil puede influir, pues muchas veces no nos damos cuenta lo que estamos comiendo.

Te recomendamos que comas por lo menos en un mínimo de 20 minutos y que alejes los aparatos electrónicos de tu alcance. Que seas consciente de lo que estas comiendo. Comer con familia o amigos, y a la par, puede ayudarte en este proceso.

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4. Eliminar los hidratos de carbono

Es un error eliminar por completo de la dieta el pan, la pasta, el arroz, la patata o las legumbres. Eliminar los hidratos de carbono nos puede producir más ansiedad y que el cuerpo nos pida más azúcar. Entonces, no comemos pasta en la comida, pero luego merendamos galletas, chocolate o cualquier dulce.

Por lo tanto, es importante no excluir ningún macronutriente, sino hacer una reducción de tu ingesta total.

Para ello, es muy útil utilizar el método del plato siguiendo el plato de Harvard, que consiste en la mitad del plato de verduras y frutas, un cuarto de plato de proteínas (carne, pescado, huevo, lácteos, legumbres) y el otro cuarto del plato de hidratos de carbono (pan, pasta, arroz, patata) priorizando siempre los cereales integrales.

5. Errores en el ejercicio físico

Tan erróneo es que no hagas actividad física como que realices demasiada y poco variada. No sobreestimes tu gasto calórico, andar 20 minutos diarios no es suficiente para perder peso; necesitarás andar por lo menos una hora. O si quieres que la pérdida de peso sea más rápida, realiza ejercicio físico con mayor gaste calórico.

Por el contrario, el pensamiento de «como todo lo que quiero, pero luego me harto a hacer ejercicio físico» no es lo más útil ya que tu peso se verá estancado.

¿Y qué pasa si llevo un déficit calórico y hago un ejercicio físico correcto, pero no adelgazo? En ese caso puede ser que estés ganando músculo y agua, ya que al aumentar masa muscular se retiene más cantidad de agua. Pero recuerda: lo importante es disminuir el porcentaje de grasa corporal.

La solución está en adaptar el ejercicio físico a cada persona sin excederse y dejando descansar al cuerpo.

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6. No dormir lo suficiente y estar estresado

Desde hace unos años sabemos que la cantidad y la calidad del sueño guardan una relación directa con la propensión a engordar. Un estudio publicado en Scientific Reports, sugiere que la falta de sueño provoca un cambio en la actividad cerebral que nos empuja a comer más grasas.

Dormir poco, además, incrementa el estrés, y consigo, los niveles de cortisol. El científico Spendlove advierte:

«El cortisol es secretado por las glándulas suprarreanles como respuesta al estrés. Tener niveles elevados de esta hormona puede provocar niveles altos de azúcar en la sangre, lo que conducirá a un aumento de peso».

¿Te sigues preguntando «por qué no adelgazo»? Entonces revisa tus rutinas y verifica que no estás cometiendo alguno de los errores que te hemos mencionado. De ser así, trata de corregirlo lo antes posible para que no intervenga en tu plan de adelgazar.  Y recuerda que debes seguir siempre una dieta realizada por un dietista o nutricionista.