Receta de jabón casero para pieles con eccema

Las pieles con eccema deben recibir una atención especial, ya que se trata de un problema crónico que puede generar constantes brotes ante ciertos estimulantes. Según información en la Clínica Mayo, puede llegar a manifestarse en conjunto con asma o con rinitis alérgica (fiebre del heno). Además, hasta la fecha, no se ha encontrado una cura definitiva.

Pese a esto, en la actualidad hay varios productos y terapias aprobadas por dermatólogos, las cuales contribuyen a minimizar los síntomas y reducir los brotes. Por ejemplo, la Academia Americana de Dermatología destaca que hay cremas, ungüentos y medicamentos orales que ayudan a su control.

Además, existen remedios alternativos que, aplicados con precaución, también pueden ser de ayuda. En este caso, queremos contarte cómo preparar un jabón suave, con ingredientes naturales, para pieles con eccema. ¿Te animas a probarlo? ¡Toma nota!

¿Cómo sé si tengo eccema?

Por eccema, se entiende aquellas afecciones de la piel que causan enrojecimiento, inflamación y, en ocasiones, picor. De acuerdo con información en National Center for Biotechnology Information, su aspecto es similar al del sarpullido. Aunque se puede sufrir a cualquier edad, los niños y bebés suelen padecerlo más a menudo.

Las personas con esta condición tienden a tener la piel seca porque hay una disfunción en la barrera cutánea. El agua no consigue quedar retenida en la piel y hay más deshidratación. Además, aumenta el riesgo de infecciones y hay una respuesta inflamatoria que hace que se irrite la piel con facilidad.

El problema de los eccemas es que suelen ser crónicos y muy difíciles de controlar y eliminar. Por este motivo, es fundamental visitar al dermatólogo y seguir sus recomendaciones. El profesional puede sugerir, adicionalmente, lo siguiente:

• Usar productos y tejidos naturales.
• Estar atentos a posibles intolerancias alimentarias.
• Valorar las reacciones alérgicas a determinados gérmenes.
• Tener en cuenta las cuestiones nerviosas y emocionales.

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¿Qué productos elegiremos?

• El aceite de neem: el aceite de neem es un producto con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antimicrobianas, como detalla un estudio publicado en Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine. 
• Caléndula: el aceite de flor de caléndula es ideal para pieles con psoriasis y eccema. Ayuda a desinflamar y, además, evita la sequedad. Según explica una publicación en Advances in Dermatology and Allergology, esto se debe en gran medida a su contenido de saponinas triterpénicas, alcoholes triterpénicos y flavonoiodes.
• El árbol de té: el aceite esencial de árbol de té es ideal para tratar los problemas de piel que están relacionados con algún tipo de hongo o bacteria, como lo respalda esta revisión publicada en Clinical Microbiology Reviews. 

Ingredientes

• 210 ml de aceite de oliva
• 30 g de sosa cáustica
• 65 ml de agua destilada
• 30 gotas de aceite de neem
• 30 gotas de aceite de caléndula
• 15 gotas de aceite esencial de árbol de té

Utensilios necesarios

• Un molde con la forma que deseemos. Una opción es recortar la base de una botella o de un cartón de leche. No se debe usar moldes de aluminio.
• Gafas de protección para manipular la sosa cáustica
• Batidora de mano
• Cazuela
• Recipiente de cristal
• Cuchara de madera para remover

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Elaboración del jabón para pieles con eccema

• Con mucha precaución y usando gafas de protección, pondremos un recipiente de cristal en el fregadero. Echaremos dentro la sosa cáustica. A continuación, el agua destilada. Siguiendo este orden, evitaremos salpicaduras.

Como produce una reacción que genera vapores, lo dejaremos reposar hasta que se enfríe. Si es posible, lo haremos junto a una ventana abierta para ventilar bien en poco tiempo.

• Pondremos el aceite en un cazo, a fuego lento. Cuando esté un poco caliente, a unos 40ºC, lo apartaremos del fuego, lo mezclaremos con la sosa caústica con mucho cuidado. Lo batiremos hasta que la mezcla gane espesura y quede como un gel, evitando en todo momento que salpique fuera.
• En este momento, antes de que se enfríe, añadiremos los aceites y mezclaremos bien.
• Introduciremos esta mezcla en el molde. Y, lo cubriremos con una toalla para que mantenga el calor y tenga lugar la saponización.
• Lo dejaremos reposar hasta que se enfríe, entre 12 horas y 24 horas.
• Una vez frío, lo podremos desmoldar.
• Lo mantendremos en un lugar fresco y seco para que se endurezca y madure, entre un mes y medio y dos meses.

Si estamos satisfechos con el resultado, la siguiente vez podemos hacerlo en mayor cantidad. Podemos aumentar proporcionalmente sus ingredientes y usar varios moldes.

Si usamos este molde, cuando el jabón ya se haya enfriado lo cortaremos en trozos usando un cuchillo. Para su maduración, los guardaremos ligeramente separados. De esta forma, se secarán bien.

Precauciones

• Manipular la sosa cáustica con mucho cuidado. Se debe velar por que no haya niños ni mascotas cerca.
• Usaremos siempre gafas de protección e, incluso, mascarilla y guantes, debido a que es un material muy corrosivo.
• En caso de que cayera sobre la piel, será necesario enjuagar de inmediato con abundante agua.

Resumiendo

Podemos probar este jabón casero en caso de pieles con eccema. No obstante, debemos tener presente que no es un producto para sustituir el tratamiento médico. Además, debe complementarse con otros cuidados como una buena hidratación y uso de productos adecuados para la piel.