La reanimación cardiopulmonar

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Jun 30, 2020   Salud

La reanimación cardiopulmonar (RCP) es una técnica de emergencia que se practica cuando una persona está en parada cardiorrespiratoria, es decir, que ha dejado de respirar o su corazón ha dejado de latir.

El objetivo de esta técnica es mantener el flujo sanguíneo irrigando a los diferentes órganos. De esta forma, se mantiene por un tiempo la oxigenación de los tejidos.

¿Cómo se practica la RCP?

La reanimación cardiopulmonar combina maniobras para mantener la oxigenación (respiración boca a boca) con otras destinadas a preservar la circulación sanguínea (compresiones cardíacas). Se trata de una medida básica a la hora de prestar primeros auxilios a una persona, antes de que llegue la ayuda médica.

Existen diferentes técnicas de RCP en función de la edad o el tamaño de la persona a reanimar. Encontrándose así RCPs para adultos y niños mayores de 8 años, para niños de 1 a 8 años y para bebés.

Como consideración inicial, en las ocasiones en que se requiera practicar la reanimación cardiopulmonar, lo más conveniente es, en primer lugar, llamar a los servicios de emergencia, y a continuación, prestar los primeros auxilios necesarios.

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RCP para adultos y niños mayores de 8 años

RCP para adultos y niños mayores de 8 años

En primer lugar se debe evaluar si la persona está consciente moviéndola levemente, preguntándole si se encuentra bien y observando si hay o no respuesta.

Una vez se ha detectado la parada cardíaca, se coloca a la persona estirada boca arriba, prestando especial atención a la existencia de lesiones de columna, en cuyo caso se debe evitar mover la cabeza y el cuello. A continuación, se llevan a cabo las compresiones cardíacas:

  • Coloque una mano sobre el esternón.
  • Coloque la otra mano sobre la primera.
  • Realice 30 compresiones rápidas y fuertes.

Tras esto se comprueba si la persona respira, moviéndole la barbilla hacia arriba con los dedos y presionando su frente hacia abajo con la otra mano. Se  observa y escucha si hay o no respiración. En caso de que la persona no respire se lleva a cabo el boca a boca:

  • Cubra totalmente la boca de la persona afectada con la suya.
  • Tápele la nariz completamente con los dedos.
  • Mantenga la cabeza de la persona inclinada con la barbilla hacia arriba.
  • Insufle dos veces durante alrededor de un segundo.
  • Compruebe que el pecho de la persona se levanta y que las vías respiratorias no están obstruidas.

Repita las 30 compresiones y las dos insuflaciones intercaladas hasta que la persona responda o llegue la ayuda médica.

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RCP para niños de 1 a 8 años

RCP para niños de 1 a 8 años

De igual forma que en el anterior tipo de reanimación, se debe comprobar si el niño está consciente y lúcido, para ello, se le sacude levemente y se le pregunta si está bien, observando si hay o no respuesta.

Si no hay respuesta, se coloca al niño estirado boca arriba (evaluando si existe riesgo de  lesión medular) y se realizan las compresiones cardíacas:

  • Coloque una mano sobre el esternón.
  • Incline con la otra mano la cabeza del niño, manteniendo la frente hacia atrás.
  • Realice 30 compresiones sobre el pecho del niño hasta que se comprima de un tercio a la mitad de su profundidad.

A continuación, se procede a comprobar si el niño respira y en caso de no ser así, se lleva a cabo la respiración boca a boca de la misma forma especificada en el apartado anterior. Las compresiones y las insuflaciones se repiten alternadas hasta que el niño responda o lleguen los servicios de emergencia.

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RCP para bebés

RCP para bebés

Nuevamente, antes de proceder a la reanimación se debe comprobar si el bebé está consciente y responde a estímulos, moviéndolo o sacudiéndolo suavemente.

Si el bebé no responde, se llevan a cabo las compresiones, colocándolo cuidadosamente boca arriba (evaluando si existe riesgo de lesión medular):

  • Coloque dos dedos en el esternón
  • Incline con la otra mano la cabeza del bebe, manteniendo la frente hacia atrás
  • Realice 30 compresiones en el pecho del bebe hasta que se comprima de un tercio a la mitad de su profundidad

Después, compruebe la respiración del bebé y si no le escucha o siente respirar realice la respiración boca a boca de la misma forma especificada en el apartado anterior. Prosiga con las compresiones y las insuflaciones alternadas hasta que el niño responda o lleguen los servicios de emergencia.

Conclusión

La reanimación cardiopulmonar es una técnica muy útil para salvar vidas en muchas emergencias, como puede ser un ataque cardiaco o un ahogamiento. Todos deberíamos conocer en qué consiste para poder aplicarla en caso de necesidad.

Aunque nuestras habilidades y capacidades no sean perfectas, no debemos olvidar que la diferencia entre no hacer nada o intentarlo puede salvar la vida de alguien.