¿En qué consiste la gasometría arterial y para qué sirve?

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Jun 30, 2020   Salud

Una gasometría arterial es una técnica médica que tiene como objetivo medir la concentración de diferentes gases y el pH en la sangre. Suele extraerse sangre de una arteria, en general la arteria radial de la muñeca. Los gases que se miden casi siempre son el oxígeno y el dióxido de carbono.

Es una prueba que se realiza como diagnóstico y que implica ciertos riesgos ya que puede haber algunas complicaciones. Por ello, los médicos deben valorar y discutir si se debe realizar o no.

¿Cómo se realiza una gasometría arterial?

Esta técnica la ha de realizar un personal cualificado. Pueden ser médicos, enfermeros, terapeutas respiratorios o técnicos de laboratorio.

Para llevar a cabo esta técnica, la persona especializada debe perforar de una arteria con una aguja y una jeringuilla. Como hemos dicho antes suele ser la arteria radial de la muñeca, con el fin de extraer un pequeño volumen de sangre.

También se puede extraer por la braquial, que se encuentra en el interior del brazo a nivel del codo. Sin embargo, antes de proceder a extraer la sangre, debemos asegurarnos de que la arteria está suministrando bien la sangre. Para ello se ha de realizar el test de Allen.

Test de Allen

Esta prueba dura pocos minutos y sirve para comprobar si existe algún problema trombótico en la mano o en la arteria donde se vaya a extraer la sangre. Consta de los siguientes pasos:

  • Se le pide al paciente que cierre con cierta fuerza el puño.
  • Se comprimen a la vez las arterias radial y la cubital durante unos segundos. Con ello se pretende que la mano se vuelva de un color pálido por la falta de sangre.
  • La persona especializada debe de dejar de comprimir las arterias y se debe observar que la mano vuelve a su color natural en unos 15 segundos.
  • Si el color de mano no vuelve a su color natural, se debe realizar este test en otro lugar.

Una vez finalizado el test, se limpia la zona donde se va a introducir la aguja para evitar una infección. Se extrae una cierta cantidad de sangre con la jeringuilla y se aplica cierta presión en la arteria para que se detenga el sangrado.

¿Cómo se realiza una gasometría arterial?

Una vez extraída la sangre se lleva al laboratorio para realizar el análisis correspondiente. Te lo explicamos a continuación.

¿Qué datos nos suministra una gasometría arterial?

Al principio del artículo hemos mencionado que se miden los niveles de oxígeno y de dióxido de carbono. Sin embargo, mediante este análisis, también podemos conocer las concentraciones tanto de los gases disueltos en la sangre como los que no son solubles en ella.

Las concentraciones de gases en la sangre son un dato muy útil a la hora de evaluar la función respiratoria del cuerpo y su equilibrio ácido-base. Los parámetros que se miden en una gasometría arterial son los siguientes:

  • Presión parcial arterial de dióxido de carbono y de oxígeno.
  • pH.
  • Concentración de bicarbonato y de lactato.
  • Hemoglobina, carboxihemoglobina, oxihemoglobina.
  • Electrolitos.
  • Otros.

¿Quién debe someterse a una gasometría arterial?

Este tipo de análisis de sangre se suele hacer con el objetivo de analizar la función pulmonar. También para el seguimiento de personas que están sometidas a un tratamiento con oxígeno o a una terapia respiratoria.

La gasometría arterial evalúa la eficiencia de la filtración del dióxido de carbono en los pulmones, así como la circulación de sangre oxigenada. Cuando nosotros inhalamos oxígeno, este pasa de los pulmones al torrente sanguíneo.

Por el contrario, cuando exhalamos, es el dióxido de carbono el que se libera, viajando también a través de la sangre. Por lo tanto, estos son los dos factores más importantes que mide este análisis. La gasometría arterial se utiliza sobre todo en personas que sufren alguna complicación en la función pulmonar. También en las personas diabéticas.

Trastornos que detecta la gasometría arterial

Como hemos visto, nosotros inspiramos oxígeno, necesario para las funciones de nuestras células, y expulsamos, como sustancia de deshecho, dióxido de carbono. Para que este proceso funcione de manera correcta, el pH de nuestro organismo debe encontrase dentro de un intervalo concreto.

Trastornos que detecta la gasometría arterial

Para controlar el pH del cuerpo tenemos un sistema de equilibrio que lo forman el dióxido de carbono y el bicarbonato. Por lo tanto, cuando la sangre se acidifica, es decir, cuando disminuye su pH, es porque aumenta la concentración de dióxido de carbono. Si por el contrario se alcaliniza, es debido al aumento de bicarbonato.

Estos desequilibrios los detectamos gracias a la gasometría arterial. En concreto son 4:

  • Acidosis metabólica: en esta situación, el paciente presenta un pH más bajo de lo normal, con una disminución de la concentración de bicarbonato. Esta situación puede deberse a consecuencias de padecer diabetes mellitus o a algún problema renal.
  • Alcalosis metabólica: al contrario que la anterior, el pH está elevado y con ello, los niveles de bicarbonato elevados. Una posible causa de esta situación son los vómitos prolongados.
  • Alcalosis respiratoria: debido a una disminución de los niveles de dióxido de carbono en sangre y al aumento de los niveles de pH al aumentar la respiración. La hiperventilación, el dolor y ciertas enfermedades pueden ser algunas de las causas de esta situación.
  • Acidosis respiratoria: cuando tenemos dificultades para respirar, los niveles de dióxido de carbono aumentas en sangre y el pH disminuye. Puede deberse a la enfermedad obstructiva crónica (EPOC) o a una neumonía.