Curiosidades sobre la saliva

La saliva es ese líquido claro que se produce en las glándulas salivales de la boca. Son unas glándulas que se encuentran en cada mejilla, bajo la mandíbula y en la parte frontal de la boca. Producen saliva continuamente.

Aunque nunca nos lo planteemos este líquido tiene muchas más funciones de las que nos pensamos. No solo sirve para ayudar a digerir los alimentos y poder alimentarnos. La saliva participa en numerosos procesos como el mantenimiento de la salud de nuestra boca.

Está formada casi en su totalidad por agua, aunque presenta diferentes sustancias que suponen solo un 1% del total. De hecho, la saliva es un buen indicador de la concentración de algunas sustancias en nuestro cuerpo -como ciertas drogas.

En este artículo vamos a explicar unas cuantas curiosidades sobre la saliva. Seguro que desconoces muchas de sus características y de la importancia que tiene en nuestro cuerpo.

 

¿Cuánta saliva producimos?

Nuestras glándulas salivales producen saliva de manera continua aunque su cantidad va variando según ciertos estímulos. De hecho, los picos de producción se dan antes, durante y después de las comidas. Del mismo modo esta cantidad suele reducirse al dormir.

En total producimos casi un litro y medio de saliva cada día. El hambre no es el único estímulo que actúa sobre la saliva, si no que también aumenta en situaciones de estrés o durante el sexo.

Hay ciertas situaciones que ocasionan justamente lo contrario: un descenso de la segregación de saliva. Por ejemplo fumar tabaco o consumir marihuana. Esto conlleva un desequilibrio que perjudica sobre todo a la salud de nuestros dientes y nuestra boca.

¿Qué funciones tiene la saliva en la boca?

Como ya hemos mencionado, este líquido claro es esencial para la salud oral. Esto es así porque actúa como antibacteriano natural. La saliva contiene muchas sustancias que nos defienden contra las infecciones, como una proteína llamada estaterina.

Por otra parte se encarga de regular el pH de nuestra boca. Evita que aumente demasiado la acidez y que se dañen los dientes y la mucosa. También funciona como lubricante de estas partes, actuando como una especie de protector ante cualquier lesión.

Es necesaria para el sentido del gusto

Dentro de ese pequeño porcentaje que no es agua encontramos ciertas sustancias que se encargan de activar las papilas gustativas. Son los receptores que están en la lengua encargados de desencadenar la sensación del gusto.

Estos receptores solo pueden funcionar en un medio líquido. La saliva los humedece y permite que realicen correctamente su función. Por eso saboreamos los alimentos. Sin embargo, cuando tenemos poca cantidad de saliva, no podemos experimentar esta sensación.

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La saliva contiene una sustancia opioide

Los opiáceos son sustancias obtenidas del opio que se utilizan como analgésicos. Algunos ejemplos son la morfina o la heroína. Una de las curiosidades es que, en nuestra saliva, encontramos la opiomorfina. 

La opiomorfina actúa como un analgésico natural, y se relaciona con la sensación de placer que experimentamos al comer entre otras cosas. Parece ser que es seis veces más potente que la morfina. Actualmente se está investigando su posible uso como tratamiento.

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Tiene un papel importante en la sexualidad

Antes ya hemos mencionado que la cantidad de saliva aumenta durante el acto sexual o la excitación. Esta no es la única forma en la que interviene en nuestra sexualidad. Algunos científicos afirman que este líquido también es un mecanismo importante de comunicación hormonal.

Cuando besamos a alguien se produce un intercambio de este fluido entre ambos. Parece ser que la concentración de diferentes hormonas puede actuar aumentando la excitación de la otra persona.

Para concluir, hay que destacar que la saliva puede ser muy buen indicador de ciertos procesos patológicos. Incluso su disminución es uno de los primeros síntomas que aparece en ciertas enfermedades o síndromes como el síndrome de Sjögren. Por ello debemos prestarle atención y cuidar la salud de nuestra boca.