Jun 30, 2020 Bienestar
El humano es un ser social desde que nace hasta que muere. Por ello, para que una persona desarrolle todas sus capacidades es necesario que interactúe con su entorno y la gente que le rodea. En este sentido, la ansiedad social impide una calidad de vida plena
Hoy en día, es muy común este tipo de alteración que impide el correcto funcionamiento en la sociedad. El TAS, también conocido como fobia social, afectada seriamente a las rutinas diarias.
Profundicemos.
¿Qué es la ansiedad social?
El hecho de sentir nervios o timidez ante ciertas situaciones cotidianas (como pararse frente a la clase, pedir indicaciones a un transeúnte, tener una cita o preguntar algo a un vendedor) suelen ser problemas menores. No obstante, para quien padece de ansiedad social, el sentimiento se transforma en pánico.
Ante este problema, la persona comienza a evitar situaciones o lugares que lo hagan sentir incómodo. A la larga, se aísla cada vez más. Por supuesto, se ven afectados el rendimiento escolar, el desempeño laboral y las relaciones afectivas.
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¿Cuáles son los síntomas?
Es difícil de diagnosticar, pues la persona que lo padece tiende a ocultar lo que siente. A veces, un niño con ansiedad social puede mostrarse agresivo o indiferente. Sin embargo, los síntomas se sienten por dentro.
Según informa el National Institute of Mental Health de Estados Unidos, son los siguientes:
- Angustia de ser humillado en público.
- Temor a ser juzgado.
- Pánico a hablar en público.
- Miedo a que los demás se den cuenta de lo que le sucede.
- Sudoración excesiva, voz temblorosa y tartamudeo, rubor intenso, náuseas y vómitos.
- Taquicardia y taquipnea.
- Incapacidad para moverse del sitio.
- Mareos y tensión muscular.
- Evitar cualquier actividad o situación que represente interactuar con otros o en público.
- Sentimientos negativos y pesimismo.
Toda esta sintomatología puede presentarse completa en casos graves. Por eso, la persona elude cualquier tipo de evento social. Los adolescentes evitan ir a fiestas, tener citas, hablar con sus compañeros de escuela o comer con ellos, por ejemplo.
En el caso de los adultos, tener que cambiar un producto en una tienda, comer solo en un restaurante, usar un baño público o mantener el contacto visual, representa una tortura.
Sin embargo, existen formas de sobrellevar la ansiedad social y lograr una vida tranquila y plena. ¿Cómo?
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5 maneras de sobrellevar la ansiedad social
Tener en cuenta los siguientes consejos ayuda a controlar la fobia social y sentirse mucho mejor en público:
- Buscar ayuda de inmediato: ante la presencia de los síntomas antes mencionados es vital pedir ayuda profesional. Los padres que observen comportamientos fuera de lo normal en sus hijos deben asesorarse con un psicólogo.
- Priorizar: quien padece de ansiedad social tiende a dejar de realizar las actividades que disfruta por miedo. En este caso, es importante organizar el tiempo y disponer de energía para los pasatiempos, hobbies, deportes, etc.
- Escribir un diario: el registro de los acontecimientos que suceden en el día a día ayuda a la persona y al especialista a determinar las causas de la ansiedad para darle el tratamiento correcto.
- Evitar sustancias nocivas: en ocasiones, quien padece de ansiedad social recurre a drogas o alcohol para librarse del miedo a tratar con los demás. Esto produce adicción y problemas de salud todavía más graves.
- Psicofármacos y terapia: si el trastorno así lo requiere, se recetarán medicamentos específicos o terapia cognitiva-conductual.
Es posible superar el problema
El hábito de aprender a sobrellevar la ansiedad social equivale a disfrutar de la vida. Por eso, es bueno hablar con alguien de confianza y solicitar asistencia médica ante cualquier indicio de este mal para combatirlo con éxito.
Cuanto antes se pongan en práctica los consejos, mejores serán los resultados a futuro. Lo importante es no aislarse ni pensar que es algo sin importancia: cualquier problema que impida llevar una vida normal debe ser tratado y evaluado.
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