¿Cómo controlar la rebeldía de tu hijo?

Portada > Maternidad > Niños ¿Cómo controlar la rebeldía de tu hijo?

Jun 30, 2020   Maternidad

La rebeldía de tu hijo suele manifestarse de diferentes maneras, dependiendo de la edad que tenga. Conforme va creciendo, surgen numerosos cambios, muchos de ellos motivados por la definición de su identidad. Así, existen dos etapas clásicas de rebeldía en los hijos, entre los 2 y los 6 años, y cuando llegan a la adolescencia. En estas etapas, el niño o el adolescente quiere ejercer e imponer su voluntad.

Existen otros periodos de rebeldía, por ejemplo, cuando los hijos sufren por cambios ocurridos en su entorno, algo que dificulta la relación con los padres. Este sufrimiento puede traducirse en rebeldía. Esta conducta, la rebeldía, es considerada normal, por lo que no debemos alarmarnos en demasía. Estas etapas de rebeldía son, en cierta medida, necesarias, ya que el niño forja su personalidad, su identidad y su individualidad.

Por lo tanto, es importante que comprendas la rebeldía de tu hijo, pero también que sepas qué hacer, según el caso. Tu reto como padre es manejar su rebeldía de forma tal que forje su identidad, sin incurrir en malas conductas.

Estrategias para controlar la rebeldía de tu hijo

Quizá hayas escuchado que durante estas etapas debes enseñarle disciplina con amor. Aunque tu hijo sea pequeño, es capaz de relacionar lo que hace con lo que se le pidió que hiciera. Has de hacer acopio de toda tu paciencia y responder a las rabietas con calma y control.

También es fundamental que regules su conducta aplicando determinadas estrategias, tales como las que presentamos a continuación.

Ver también: ¿Cómo interpretar el llanto de tu hijo?

1. Establece normas y sanciones claras

rebeldía de tu hijo

Si desde pequeño conoce las normas familiares y las sanciones a las que se enfrentaría si las incumple, le será más fácil sentirse seguro. Esto no significa que no las vaya a desafiar nunca, por lo que es importante que las sanciones se ejecuten, tal y como las has establecido.

Un hogar con las normas claras hace que los hijos sepan a qué atenerse. También hace que conozcan anticipadamente las consecuencias de determinados comportamientos. Para el niño o el joven, esto no es más que una forma de predictibilidad, estabilidad y control de su ambiente cercano. Es decir, las normas y la anticipación de las consecuencias le dará mayor tranquilidad.

2. No celebres las conductas inapropiadas

La rebeldía de tu hijo se ve potenciada cuando, como padre, celebras, entre risas, su mal comportamiento. Aunque de momento te resulte muy gracioso, le estás dando un doble mensaje a tu hijo. Como consecuencia, ese comportamiento podría ir a más.

Asimismo, tal y como muestra este trabajo llevado a cabo por investigadores del Instituto Tecnológico «Cordillera», dichas conductas inapropiadas pueden estar influenciadas por una mala comunicación entre los miembros de la familia o por el desinterés de los padres hacia sus hijos, por lo que habría que tenerlo también presente.

3. Refuerza las conductas positivas para controlar la rebeldía de tu hijo

rebeldía de tu hijo

Uno de los errores más comunes que cometemos los padres es el de resaltar las conductas negativas por encima de las positivas. Como padre, puedes estar reforzando estas conductas negativas de manera indirecta cuando, permanentemente, haces comentarios sobre las mismas y reconoces poco lo que tu hijo sí hace bien.

Elogia lo bueno que hace tu hijo, ello es tan importante como reprender los malos comportamientos en su justa medida. El modelo de crianza positiva, como señala este estudio publicado en Avances en psicología latinoamericana, promueve una crianza basada en ser amable, pero firme al mismo tiempo.

Te recomendamos leer: ¿Qué es una familia disfuncional y cómo puede afectar a los hijos?

4. Demuestra amor incondicional

Aunque tu hijo falle una y otra vez, debe estar seguro de que siempre contará con tu amor. Explícale que tu molestia es por su forma de actuar. Ponte en su lugar, compréndelo y escúchalo. Evita gritar y esfuérzate por conservar la calma. En el caso de que ya esté en la adolescencia, no cuestiones su estado de ánimo y deja que tenga su propio espacio.

El apego, según se evidencia en este artículo publicado en la Revista Latinoamericana de Psicología, es la relación que se establece con aquellas personas con las que se tiene un vínculo afectivo, por lo que es importante para un buen desarrollo y para consolidar la relación entre padres e hijo.

5. Reconoce si estás fomentado la actitud rebelde de tu hijo

rebeldía de tu hijo

Muchas veces, la rebeldía de tu hijo puede ser generada por alguna situación familiar que, como padre, no sabes manejar. La separación o distanciamiento emocional de los padres es una de las causas más comunes. Si existe algún tipo de tensión entre los progenitores, es probable que los hijos las perciban e intenten desviar la atención sobre ellos. También las preferencias por alguno de los hijos provoca en los demás actitudes rebeldes.

6. Ofrece alternativas

Ofrecer alternativas a los hijos los ayuda a reafirmarse positivamente ante las circunstancias. También contribuye en el desarrollo de habilidades para la toma de decisiones en su vida adulta. Ofrecerle alternativas a tu hijo puede implicar, entre otras cosas, negociar con él. Por ejemplo, permitir que vea la televisión hasta cierta hora, si antes cumple con sus deberes escolares.

7. Emplea un lenguaje positivo

El lenguaje afirmativo resulta mucho más eficaz que uno negativo e impositivo. Un lenguaje positivo no promueve la actitud desafiante que producen las prohibiciones. No te enfoques desde el lenguaje en lo que tu hijo no debe hacer, haz lo contrario.

Cuando te dirijas a él, háblale de lo que sí puede hacer. Por ejemplo, dile: «Puedes jugar con la bicicleta en la terraza», en lugar de: «No puedes jugar con la bicicleta dentro de la casa». Otro ejemplo puede ser decirle: «Puedes tocar la guitarra en el sótano», el vez de decirle: «No puedes tocar la guitarra en tu habitación».

Sobre la rebeldía de tu hijo

Ningún niño nace con un manual sobre cómo educarlo, por lo que muchos padres nos enfrentamos a esa tarea con muy pocas herramientas. No podemos limitarnos a ejercer nuestra autoridad sin preocuparnos por saber qué están viviendo nuestros hijos.

Cada niño es único y especial, y su forma de reaccionar ante las situaciones dependerá, en gran medida, de lo que vea en su hogar a lo largo de su crecimiento.