Por qué mi pareja no me hace sexo oral

El sexo oral es una práctica sexual común en la que se provee estimulación en los órganos genitales usando la boca, lengua y labios. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en la intimidad no todo el mundo es igual.

Hay personas que se niegan a practicarlo y, a veces, el motivo de ello es la falta de comunicación. Es importante que haya confianza para tratar el tema abiertamente con tu pareja y así, poder llevar a cabo la experiencia de una forma sana y consensuada.

No obstante, jamás debes presionar a la otra persona para que haga algo que no le apetezca (coerción sexual), al igual que el otro jamás debe obligarte a ti. En una relación debe primar el respeto ante todo.

Profundicemos.

Algunas razones por las que tu pareja no te hace el sexo oral

Trasmisión de enfermedades

Los juegos orales forman parte vital de una vida sexual plena. No obstante, a veces no solo proporcionan placer. El sexo oral está relacionado con la transmisión de enfermedades e infecciones como:

• VPH (virus de papiloma humano).
• VIH.
• Clamidia.
• Herpes.

De ahí que su práctica ideal sea entre parejas estables donde exista comunicación y confianza. Para prevenir enfermedades, debes evitar la promiscuidad y la falta de uso de preservativos.

Higiene íntima deficiente

Mantener un nivel de higiene decente es fundamental si quieres recibir sexo oral. Si cuidas tu zona íntima diariamente, no deberías oler mal. No obstante, por muy limpio que estés, hay personas que a las que, simplemente, le causa rechazo esta práctica.

Si tu pareja no te hace sexo oral, lo último que debes hacer es presionarlo. La clave para solucionar las dificultades siempre debe ser el diálogo sano y respetuoso.

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Inexperiencia o desconocimiento

Algunas personas se preocupan por conocer las sensaciones que produce un buen sexo oral. Otras, quizás lo probaron en el pasado y recibieron alguna queja, no lo disfrutaron y decidieron no hacerlo nunca más.

Esa falta de experiencia puede hacerles sentir inseguros. Si la comunicación entre ambos fluye correctamente, puedes indicarle lo que te gusta y con la práctica ganará más experiencia.

Conservadurismo

Para mucha gente, el sexo significa penetración y poco más. Existen muchos tabúes que rodean a la práctica del sexo oral, y es probable que se sienta incómodo o violento con respeto a ello.

Habla con tu pareja al respecto. Si se trata solo de prejuicios, puede que necesite abrir la mente y entender que, mientras la práctica sexual sea consensuada, no existe ningún tipo de dilema ético.

El sexo es una parte importante de cualquier relación. Puede que, si se anima a probar cosas nuevas, también su mente sufra una apertura a nivel emocional.

Falta de comunicación

La comunicación es esencial en toda relación. Por supuesto, también en la intimidad. Muchas veces, un miembro de la pareja  no lo propone por miedo a ser rechazado o porque piensa que el otro sentirá rechazo.

Toma tú la iniciativa y expresa tus deseos abiertamente: no te arrepentirás. De la misma forma, si es siempre el otro el que recibe el sexo oral y luego busca excusas para no hacértelo a ti, plántate.

Las relaciones sexuales son para disfrute mutuo, no para que uno sea un mero objeto sexual cuyas opiniones no importan. Si simplemente no quiere practicarte sexo oral por egoísmo o vagueza, quizás deberías plantearte si te compensa estar con alguien así.

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La comunicación es la base de cualquier relación satisfactoria

Está claro que este es un tema muy personal, pero la depilación desempeña un papel importante en el sexo oral. Si a tu pareja no le gusta tu estilo de depilación, puede ser el motivo para que no te haga sexo oral.

Hablalo con ella, esto podría aumentar tu confianza y explorar nuevas prácticas para encender su deseo. No temas comunicar ni pedir lo que quieres probar o experimentar. Debemos aprender a pedir lo que deseamos, eso sí, respetando los deseos y gustos de la pareja.

Abre la mente a los juegos preliminares. Acaricia y déjate acariciar sin reservas. Toma la iniciativa y sorprende al otro. Cuando sientas confianza,  pide abiertamente lo que deseas y así darás pie a que tu pareja también lo haga, lo que redundará en beneficio de ambos.