5 formas de practicar ortografía con tu hijo

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Jun 30, 2020   Maternidad

Aprender la escritura, sus normas y reglas para el correcto uso del lenguaje escrito es una de las etapas más complejas por las que atraviesan los niños. Por eso, practicar ortografía en casa complementando lo aprendido en la escuela es fundamental. Mucho más si se hace jugando.

Durante los primeros años de etapa escolar no habrá reunión familiar o encuentros donde no nos pregunten a los padres o a los propios niños si ya saben leer y escribir. Ante la interrogante, apretamos los dientes, fingimos una sonrisa y respondemos “si, en eso estamos”.

Si eso nos ocurre a nosotros, imaginemos la ansiedad para nuestros hijos. Se están enfrentando a un mundo nuevo de 27 símbolos y sus infinitas formas de conjugarlos para un extenso vocabulario escrito, que además tiene normas y convenciones que lo regulan.

Tras la pista de la escritura correcta

Niño practicando ortografía.
Practicar ortografía será una nueva aventura entre padres e hijos.

No se trata solo de aprender a leer y escribir, sino también de hacerlo de forma correcta. Escribir supone una nueva estructura del razonamiento para el niño y un nuevo orden para expresar las ideas.

Sin embargo, hoy es día se hace cada vez más complejo. Ello se debe a lo expuestos que están los niños al uso de dispositivos electrónicos y las redes sociales, donde cada vez son más comunes las faltas ortográficas.

La buena ortografía ha empezado a quedar rezagada por la cantidad de caracteres permitidos en un mensaje de Twitter o por la premura por participar en un chat. En estas plataformas están “socialmente aceptados” ciertos deslices al escribir, como abreviar palabras u obviar los signos de puntuación.

Todo esto complejiza y aumenta el reto de enseñar ortografía a nuestros hijos. Sabemos que la mejor manera de aprender a escribir correctamente, de ampliar el vocabulario y de incluso aprender un nuevo idioma es a través de la lectura.

Cómo practicar ortografía con tu hijo

Debemos buscar formas divertidas y creativas de adentrarlos en el mundo de las letras y practicar ortografía. Más allá de lo que ofrece la escuela y la interacción con las nuevas tecnologías, hay que lograr que practicar ortografía sea una tarea divertida, llena de juegos y retos lúdicos.

1. Aprovechar la tecnología

Dejar a nuestros hijos frente a una pantalla, el móvil o la tableta es algo que pone a algunos padres en un constante dilema moral. Las nuevas tecnologías cada vez más disminuyen el tiempo de calidad en familia y exponen a los niños a elementos no monitoreados por adultos.

Sin embargo, en las distintas plataformas puedes encontrar grandes aliados para hacer de la lectura y la escritura un momento divertido.

Con sólo conectarnos unos minutos, podemos conseguir desde vídeos con canciones amenas, juegos en línea y aplicaciones gratuitas que ayudan a practicar ortografía.

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2. Juegos caseros

Niño practicando ortografía.
Algunos juegos de mesa fomentan una forma de aprender ortografía.

Los tradicionales juegos de mesa como el Scrable pueden ser también unos aliados para enseñar nuevas palabras y el uso de las letras. Sin embargo, también puedes recurrir a la fabricación casera.

Invita a tus niños a jugar a la búsqueda del tesoro dentro de casa o en algún parque. Esconde papeles con letras o palabras. Siguiendo las pistas terminan formando palabras u oraciones completas.

Inventen canciones con rimas y que hablen de las características de cada letra y de palabras que se escriben. Es una forma divertida para lograr la asociación de las letras y las palabras.

Por ejemplo: es la A con los pies abiertos como para saltar y como un Avión volar, o la S que pareciera moverse como una Serpiente.

3. Descubriendo palabras y frases

Sentarse con papel y lápiz y contra reloj a escribir la mayor cantidad de palabras que comiencen por una determinada letra. Esto no solo afianza el uso correcto de las letras. También amplía el vocabulario al conocer las palabras que los demás escogieron. Si son niños más pequeños puede jugarse en parejas.

Otra buena idea es recortar y armar cartones con palabras y signos de puntuación. Entonces hay que jugar a formar distintas frases con las mismas palabras, pero cambiando el orden y la puntuación. De esta forma aprenden el valor del uso de las normas ortográficas para expresar de forma correcta distintas ideas.

4. Jugar a la escuela en casa

Jugar a la escuela es otra gran opción. Mamá o papá pueden ser los maestros y los hijos los alumnos, pero incluso por momentos pueden intercambiar los papeles. Se arma el set con sillas, una mesa o escritorio, pizarrón u otros elementos típicos de una escuela.

También puedes agregar elementos de vestuario para que se convierta en un juego de roles. A los niños les fascina. Así se aprovecha para dar “una clase” para practicar ortografía.

Puedes hacer test o breves exámenes a los niños de manera divertida. En vez de puntuaciones pueden recibir tantos chocolates o una ida al parque.

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5. Letras en todos lados

Niña escribiendo en una libreta.
Aprovecha las letras del día a día cotidiano.

Si tu rutina no siempre te permite dedicar tiempo para un juego, aprovecha distintos momentos del día para seguirlos adentrando al mundo de las letras. Cambia lo cotidiano por algo novedoso y divertido.

Al ir por la calle caminando o desde el coche juega a ver quién detecta más rápido ciertas letras en los anuncios o carteles. 

También puedes aprovechar la hora de la comida. Haz preparaciones con formas de letras o escribirles sus nombres o una palabra afectiva con bastones de vegetales, con la pasta o con hilos de alguna salsa.

Formar seres integrales

Aprender a comunicarnos por lenguaje escrito no es un proceso natural como aprender a hablar. Requiere de otras capacidades en lo intelectual y lo afectivo. Obliga a dar nuevas imágenes, ahora por códigos, a las palabras.

Enamorar a nuestros hijos con los procesos de aprender a leer y escribir garantiza adentrarlos a un mundo fascinante y de grandes beneficios. La lecto-escritura aumenta las capacidades intelectuales del ser humano. Permite un mejor desenvolvimiento en lo cotidiano y en lo social, pero también amplía sus potencialidades.

Es todo un proceso que además aumenta las capacidades para crear e imaginar. Mientras los niños aprenden a escribir correctamente, se afianzan también valores tan importantes como el respeto a la lengua y al hábito de la lectura. Además de la connotación cultural que supone la lecto-escritura.