Escarlatina en niños: síntomas y tratamientos

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Jun 30, 2020   Maternidad

¿Has escuchado hablar de la escarlatina? Se trata de una enfermedad eruptiva que suele afectar a niños de entre 5 y 15 años. Si deseas conocer sus síntomas, tratamientos y la forma de contagio de la escarlatina en niños, ¡continúa leyendo!

Escarlatina en niños

Síntomas de la escarlatina en niños
Uno de los principales síntomas de la escarlatina es la lengua enrojecida, similar a una frambuesa.

La escarlatina es una infección bacteriana provocada por estreptococos del grupo A, bacterias que también pueden causas amigdalitis estreptocócica e infecciones en la piel. En el caso de la fiebre escarlata, estas bacterias comienzan a producir una toxina que ocasiona el sarpullido rojo que da nombre a esta enfermedad.

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¿Cómo se contagia la escarlatina?

Al igual que otras bacterias, el estreptococo se contagia a través de las gotas de saliva o mucosidad que una persona infectada expulsa al toser o estornudar. Cuando una persona entra en contacto con estos líquidos y posteriormente, toca su nariz, boca u ojos, está trasladando las bacterias a su propio cuerpo sin darse cuenta.

Por otra parte, también es posible contagiarse de escarlatina al estar en contacto con las llagas de la piel causadas por el estreptococos. Si tu hijo padece esta enfermedad, lava bien tus manos después de ayudarle a colocarse una crema para combatir la picazón.

Síntomas de la escarlatina en niños

Niño en la cama con fiebre
La fiebre, junto con el dolor de garganta y la erupción, son indicativos de la escarlatina.

Los síntomas de la escarlatina en niños son similares a los de otras eruptivas. Sin embargo, algunas características varían haciendo posible el diagnóstico de la enfermedad por parte del pediatra. Veamos a continuación los principales síntomas de la enfermedad:

  1. Erupción rojiza que suele aparecer en la zona de la cara y el cuello, sin afectar la zona bucal, y que lentamente se extiende por las axilas, pecho e ingles hasta abarcar todo el cuerpo. Las manchas rojas poco a poco comienzan a abultarse y adquieren un tacto áspero similar al papel de lija.
  2. Fiebre superior a 38,3 ºC.
  3. Dolor de garganta, que complica tragar y puede evidenciar inflamación de las amígdalas.
  4. La lengua a veces presenta una apariencia inflamada y cubierta con una capa blanca, para luego adquirir un tono enrojecido y con pequeños bultos.
  5. Escalofríos.
  6. Vómitos y dolores abdominales.

Si tu hijo presenta varios de estos síntomas, no lo dudes y acude al médico. La escarlatina debe tratarse con antibióticos al tratarse de una enfermedad bacteriana. El pediatra seguramente corroborará el diagnóstico realizando una prueba de estreptococos o un cultivo del frotado de la garganta.

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Tratamiento de la escarlatina en niños

Pastillas en una mano
Al tratarse de una infección bacteriana, el tratamiento de elección siempre será el uso de antibióticos, junto con medicamentos para controlar los síntomas.

Como ya hemos mencionado, la fiebre escarlata es provocada por bacterias. Por este motivo, es imprescindible que el niño afectado ingiera antibióticos para combatir la infección. Por lo general, se prescriben antibióticos por vía oral pero, en aquellos casos donde el niño se niegue a tomar la medicación, el médico podría optar por medicación inyectable.

En cuanto a la fiebre, el tratamiento es igual que en cualquier otra enfermedad: administra a tu hijo paracetamol o ibuprofeno según órdenes del pediatra, para aliviar sus molestias y controlar la fiebre.

No administres aspirina a tu hijo, ya que podrías producirle efectos adversos.

Recuerda que debes vigilar la ingesta de agua de tu hijo: es muy importante que beba suficientes líquidos para evitar la deshidratación. Entre otros cuidados que puedes tomar para ayudar a paliar las molestias de tu pequeño, puedes:

  • Preparar comidas fáciles de ingerir, como sopas, purés, fideos pequeños bien cocidos o verduras hervidas.
  • Darle a tu hijo de beber zumos recién exprimidos.
  • Ofrecer a tu hijo bebidas para ayudar a disminuir la inflamación de su garganta.
  • Preparar batidos o licuados con leche y frutas, ¡nutritivos, frescos y sabrosos!
  • Colocar sobre la piel de tu hijo alguna crema para aliviar el picor.
  • La harina de avena puede ser otra manera de aliviar la picazón. Debes mezclas un poco en el agua de baño y dejar que tu hijo se relaje allí.
  • Cortar las uñas de tu hijo para evitar que se haga heridas al rascarse.

Si tras 48 horas tu hijo continúa con fiebre, vómitos o malestar estomacal o se ha producido heridas abiertas en la piel, llama a tu médico. Seguramente, el especialista querrá revisarle para verificar que la evolución de la enfermedad sea la esperada.