Los fetiches sexuales: ¿Qué los causa?

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Jun 30, 2020   Pareja

Ropa interior, zapatos, cabello, pies… En algunos casos, incluso la combinación de varios. Muchos son los objetos o partes del cuerpo que pueden ser fetiches sexuales para muchas personas. ¿Sabemos, no obstante, qué los causa?

Los fetiches sexuales

El fetichismo sexual es una parafilia basada en la excitación sexual intensa a través de un objeto inanimado (el fetiche) de forma recurrente. En principio, no se trata de un trastorno, sino de una simple manifestación de la sexualidad de la persona.

Por lo general, la conducta fetichista es una «ayuda» en la conducta sexual normal que no se considera trastorno porque, sencillamente, es un estímulo más en una relación sexual satisfactoria. No produce angustia ni disfunción, solo estimula y excita aún más.

No obstante, si el fetiche se convierte en un elemento necesario para la excitación sexual, no produciéndose de otro modo, entonces sí que puede considerarse un trastorno. Por tanto, el fetichismo es un problema cuando no permite una relación sexual normal.

En este sentido, el fetiche no debe limitar la vida sexual sino completarla.

Causas del fetichismo

Pareja manteniendo relaciones, ella con los ojos tapados
Los fetiches sexuales pueden sumarse a la práctica sexual normal sin problema, aumentando la excitación sexual en la pareja.

Muchas son las teorías que a lo largo de la historia han tratado de explicar las causas del fetichismo. No obstante, a día de hoy, no existe una definitiva. De entre todas ellas, podemos destacar principalmente una: la teoría del condicionamiento.

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La teoría del condicionamiento en los fetiches sexuales

Esta teoría parece explicar mejor la dinámica y las causas de esta parafilia. Para la teoría del condicionamiento, el fetichismo se explica como una reacción a un condicionamiento que existió durante la infancia.

De esta forma, una experiencia durante la infancia causaría que el fetichista desarrollara una asociación entre el deseo y la excitación sexual y un objeto determinado. Así, esta asociación llegaría hasta la edad adulta.

En efecto, aprendemos a reconocer características sexuales durante la infancia. Por esta razón, una conceptualización en relación a algún objeto, vinculándolo con lo sexual, podría ser la causa del fetichismo.

No obstante, para otros, el fetichismo no tiene tanto que ver con el condicionamiento durante la infancia, sino más bien durante la pubertad, sobre todo cuando se inician las prácticas de masturbación.

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¿Cuándo se considera un trastorno?

Mujer en tacones apoyada en la espalda de un hombre
Cuando la excitación sexual depende únicamente del fetiche es cuando puede empezar a considerarse trastorno fetichista.

Como indicamos anteriormente, la mayoría de las personas con fetiches no cumplen los criterios para considerar que sufren de un trastorno sexual. En efecto, para que el fetichismo sea considerado como un problema, un trastorno que requiere la debida atención, deben darse las siguientes condiciones:

  • Las fantasías o impulsos provocan malestar a la persona.
  • Existe un deterioro funcional del individuo.
  • El fetiche se convierte en algo compulsivo y obligatorio.
  • El fetichismo incide muy negativamente en las relaciones de la persona.
  • Se convierte en un pensamiento obsesivo.
  • Las condiciones anteriores deben presentarse durante, al menos, seis meses.

¿Qué tipos de fetiches sexuales hay?

Puesto que el fetichismo suele tener como causa un condicionamiento clásico, según vimos anteriormente, donde un estímulo sexual se ha asociado a un objeto o situación determinada, los fetiches pueden ser muchos y realmente variados.

En realidad, cualquier objeto podría ser provisto de carácter erótico y asociarse al deseo y la excitación sexual si se dan las circunstancias adecuadas, convirtiéndose en fetiche. En pocas palabras, el fetiche puede ser prácticamente cualquier cosa.

No obstante, sí que es cierto que existen algunos fetiches que son más comunes. Entre ellos, podemos destacar:

  • Podofilia (pies)
  • Urolagnia (orina)
  • Retifismo (zapatos)
  • Otofilia (orejas)
  • Misofilia (ropa interior)

Conclusión

Pareja manteniendo relaciones
Algunos fetiches pueden ayudar a la estimulación sexual de la pareja. Consultar con un especialista siempre será una buena opción en caso de dudas.

Para finalizar, debemos volver a hacer hincapié en la diferencia entre tener un fetiche que nos excita y tener un trastorno fetichista. Para ello, pongamos un ejemplo: la ropa interior.

El hecho de que nos excite observar un determinado tipo o color de ropa interior en nuestra pareja es algo normal y puede realmente favorecer las relaciones sexuales si nuestra pareja quiere participar. En este sentido, el fetiche es un estímulo sexual más, algo muy deseable durante las relaciones.

Sin embargo, si este fetiche se convierte en una idea obsesiva hasta el punto de que si no existe no es posible la relación sexual, o si se convierte en algo tan compulsivo hasta el punto de el individuo incluso roba ropa interior, obviamente nos encontramos ante un problema, un trastorno, que debe y puede ser tratado.

En cualquier caso, si tienes algún fetiche inocente que puede darle un toque especial a tus relaciones, no dudes en comentarlo a tu pareja. En efecto, la satisfacción sexual es algo realmente importante.

Si, por otra parte, consideras que el fetiche se está convirtiendo en un problema, es hora de acudir al especialista que podrá ayudarte a analizar y comprender el origen de su causa y guiarte a fin de volver a tener una vida sexual normal y satisfactoria.