Signos y síntomas de la apendicitis

Según afirma la Clínica Mayo, la apendicitis es la inflamación del apéndice, un órgano con forma de saco conectado al intestino grueso. Este órgano no cumple ninguna función vital y es posible llevar una vida normal sin él.

Se cree que contiene parte de tejido linfoide que ayudaría a hacer frente a determinadas infecciones.

Aunque la apendicitis en sí no es grave, si no se trata podría empeorar y provocar complicaciones, como la peritonitis, que pueden resultar mortales. Por eso es importante buscar atención médica ante la más mínima sospecha.

El apéndice puede tardar unas 48-72 horas en romperse desde que empieza a hincharse. La inflamación cursa con varios síntomas que es importante reconocer:

Dolor abdominal

Los primeros síntomas de la inflamación suelen ser la aparición gradual de calambres, diarrea leve o dolor en todo el abdomen. Cuanto más se inflama el apéndice, más se irrita la pared abdominal.

Esta irritación puede causar un dolor agudo localizado, en la parte inferior derecha del abdomen, que suele agravarse a medida que avanza la enfermedad.

Fiebre leve

La apendicitis generalmente suele causar fiebres de entre 37,2 ºC y 38 ºC, a veces acompañadas de escalofríos. Si el apéndice revienta, la infección podría provocar temperaturas más altas y una mayor frecuencia cardíaca.

Malestar digestivo

La apendicitis puede causar náuseas y vómitos. Algunas personas pierden el apetito y sienten que no pueden comer. El estreñimiento o la diarrea grave también pueden ser síntomas de alerta.

Síntomas de la apendicitis en los niños

Los niños no siempre pueden identificar bien su malestar, el tipo de dolor, ni el lugar donde lo sufren. Por eso, puede ser más difícil concluir si padecen apendicitis; ya que puede confundirse fácilmente con un virus estomacal o una infección del tracto urinario.

Los niños menores de dos años a menudo muestran los siguientes síntomas:

• Vómitos.
• Distensión abdominal o hinchazón.
• Sensibilidad en el abdomen.

Los niños y adolescentes mayores son más propensos a experimentar lo siguiente:

• Náuseas.
• Vómitos.
• Dolor en la parte inferior derecha del abdomen.

Síntomas de la apendicitis durante el embarazo

Muchos síntomas de la apendicitis pueden resultar similares a algunas de las molestias del embarazo, como los calambres y las náuseas. 

Sin embargo, algunos síntomas pueden variar. Ten en cuenta que durante el embarazo, el apéndice se desplaza hacia arriba; por eso, es posible que el dolor se localice en la parte superior del abdomen en lugar de la inferior derecha.

Según sugiere esta investigación del Hospital General Docente «Octavio de la Concepción y de la Pedraja» (Cuba), las mujeres embarazadas que sufren de apendicitis pueden estar más expuesta a experimentar síntomas como:

• Acidez
• Gases
• Episodios alternados entre el estreñimiento y la diarrea.

¿Cuáles son los factores de riesgo? ¿Puedo prevenir la apendicitis?

La apendicitis puede manifestarse en cualquier momento, pero suele ocurrir con mayor frecuencia entre los 10 y 30 años de edad, y es común tanto en hombres como en mujeres.

No se puede prevenir, pero se pueden tomar algunas precauciones para reducir el riesgo de padecerla, como seguir una alimentación rica en fibra, con múltiples fruts y verduras. Así lo sugiere este estudio de la Universidad de Costa Rica.

Algunos alimentos con alto contenido en fibra que pueden ayudarte son:

• Frambuesas
• Manzanas
• Peras
• Alcachofas
• Guisantes verdes
• Brócoli, lentejas
• Frijoles negros
• Hojuelas de salvado
• Cebada
• Harina de avena

Al aumentar el consumo de fibra ayuda a prevenir el estreñimiento y, en consecuencia, la acumulación de materia fecal, que puede causar apendicitis.

No existen remedios caseros e intentar tratar la apendicitis en casa solo complicará el estado del paciente. 

Acude a tu médico de inmediato si sospechas que los síntomas apuntan a una apendicitis. El médico es el único que puede determinar si se trata realmente de una apendicitis.

Es probable que pida un análisis de sangre y orina para comprobar si hay una infección o no,  así como una ecografía abdominal o tomografía que determine el nivel de inflamación de tu apéndice.