Seguridad en uno mismo: hoja de trabajo

Portada > Salud > Seguridad en uno mismo: hoja de trabajo

Jul 01, 2020   Salud

¿Crees en ti mismo? ¿O a veces te da por pensar que nunca serás bueno en nada? Como con cualquier otra emoción positiva, puedes conseguir que crezca la seguridad en ti mismo.

Los ejercicios que figuran a continuación están diseñados para ayudar a la gente a aumentar su seguridad en sí misma. Empezarás haciendo un esfuerzo para ser incluso mejor en algo que ya dominas. A partir de ahí, te retarás a ti mismo a hacer cosas que siempre has querido hacer, aunque confiaras poco en ti mismo para intentarlo.

Ganar seguridad en uno mismo implica practicar. No es nada que ocurra de un día para otro. Los siguientes ejercicios están pensados para hacerlos con regularidad. Tómate tu tiempo para ponerlos en práctica. Prueba a escribir un breve guión de seguridad en ti mismo cada semana (tarea 4) o recuérdate a ti mismo en qué eres bueno (tarea 1).

¿Preparado para empezar? Busca tu diario u otro cuaderno para escribir y anota una tarea distinta en la parte superior de cada página. Luego escribe tus respuestas debajo. Hay un motivo de escribir las respuestas a mano: el hecho de escribir cosas a mano ayuda al cerebro a recordar y a procesar la información de una forma que no lo permite la tarea de escribir en el teclado de una computadora. No hace falta que llenes toda la página, pero el hecho de reservar una página entera para cada tarea impedirá que te quedes sin espacio si tuvieras muchas ideas.

Estos ejercicios tienen una ventaja añadida: aparte de ganar seguridad en ti mismo y de mejorar en cosas que ya dominas, aumentará tu satisfacción personal. Esto se debe a que conseguir cosas (fijarse objetivos y dar un paso adelante para lograr retos) es uno de los ingredientes de la verdadera felicidad.

Tarea 1. Practica aquello que ya dominas

Anota tres talentos, habilidades o rasgos positivos que presentas y con los que disfrutas.

Ejemplos de talentos o habilidades: bailar, hacer deporte, tocar música, aprender idiomas, artes plásticas, escribir, ser un activista del medio ambiente, organizar cosas, decorar, tocar la batería, programar, cocinar, hacer pasteles, ser un activista de los servicios comunitarios, diseñar moda, hacer costura, tejer, cuidar niños, leer, actuar en el teatro, escribir poesía, nadar etc.

Ejemplos de rasgos positivos: amable, divertido, cariñoso, atento, creativo, etc.

Ahora, piensa en si dedicas tiempo regularmente a cada uno de ellos. Algunas habilidades se pueden referir a cosas que puedes practicar cada día, como tocar un instrumento. Otras pueden ocurrir una vez a la semana, como ser voluntario o asistir a una clase de yoga.

Ahora escoge un talento o habilidad. Escribe ideas sobre cómo podrías encontrar tiempo para poner en práctica este talento a habilidad una vez a la semana o más. Sé específico. Anota dónde recibirás la clase, a qué equipo o comité te unirás, dónde y cuándo practicarás o participarás en la actividad, o cualquier otra forma en que te reservarás parte de tu tiempo para esa actividad en tu vida cotidiana.

Por ejemplo: soy un buen jinete y me llevo muy bien con los caballos.

Para conseguir que este talento forme parte de mi vida, echaré una mano en el establo los sábados antes de montar a caballo. Me ofreceré a cuidar del caballo que monto y me aseguraré de montarlo una vez a la semana.

Tarea 2. Elabora un listado de lo puedo hacer

Haz una lista larga de cosas que puedes hacer, incluso de cosas pequeñas. ¿Contiene cosas que la gente no sabe sobre ti?

Por ejemplo: puedo reparar una rueda pinchada, hacer RCP (reanimación cardiopulmonar), montar en bicicleta, afinar una guitarra, ordeñar una vaca, correr cinco kilómetros, cuidar un caballo, hacer pan, cocinar determinado plato, tocar el violín, hacer caricaturas, coser un vestido, tejer una bufanda, nadar, cuidar niños, conducir un coche...

Tarea 3. Ahora plantéate un desafío de seguridad

Ahora ha llegado el momento de dar un paso adelante y plantearte un reto.

Escribe la siguiente frase y acábala de por lo menos cinco formas diferentes: "Si tuviera más seguridad en mí mismo, yo..."

Por ejemplo: si tuviera más seguridad en mí mismo, competiría en un rodeo, haría un monólogo, aprendería a conducir, montaría una banda de música, intentaría inscribirme en un equipo de natación, diseñaría mi propia página web, sería socorrista, cuidaría niños, estudiaría en el extranjero, montaría un blog de moda, solicitaría plaza en el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts).

Piensa en qué es lo que te frena a hacer cada una de esas cosas. Escoge la más fácil o la más difícil. Piensa en cómo podrías hacer crecer tu seguridad en ti mismo para intentarlo. ¿Qué necesitarías hacer? ¿Quién te podría ayudar con sus ánimos y su apoyo? Imagínate que ya lo has conseguido. Escribe como si ya hubieras ganado la seguridad que necesitabas y ya hubieras hecho lo que deseabas.

Por ejemplo: si tuviera más seguridad en mí mismo, competiría en un rodeo. Monto muy bien a caballo pero, si mejorara mis facultades para echar el lazo, estaría más seguro de mí mismo. Afortunadamente, puedo aprender de Jason, que trabaja en el establo, y observar vídeos atentamente. Ahora... imaginándome que ya lo he conseguido... creo que estoy más seguro de mi mismo gracias a que he practicado y a que no he tirado la toalla por la frustración cuando nada parecía salirme bien.

Tarea 4. Escribe un guión de seguridad motivacional

Escribe lo que te dirías para convencerte a ti mismo de que ya tienes lo que necesitas en cada una de las cinco cosas que escribiste en la lista de la tarea 3.

Por ejemplo: mi actuación en una noche de micrófono abierto al público arrasará. Todo el mundo dice que tengo talento para entresacar los momentos más excéntricos de la vida. Me he dado cuenta de que la gente se ríe al escuchar mi historias —y MUCHO. Me encanta oírles reír, y el hecho de oír sus risas me engancha y me hace pensar en cosas incluso más divertidas. Es cierto, siendo realista en este punto…, me asusta un poco subirme a un escenario. Por eso, solo me fijaré en mis amigos y me imaginaré que estamos en la sobremesa. He practicado y me he preparado bien mi actuación. ¡Estoy listo! ¡Me saldrá redondo y eso me hará sentirme feliz!