Trastornos facticios, los que crean enfermedades

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Jun 30, 2020   Salud

Los trastornos facticios hacen referencia a cuando una persona crea deliberadamente y exagera síntomas de una patología, con el objetivo de recibir atención médica y asumir el rol de enfermo, no para recibir un beneficio práctico, como irse antes del trabajo o faltar a una cita.

Si bien los pacientes con este trastorno saben que inventan sus síntomas o enfermedades, es posible que no reconozcan que tienen un problema psicológico.

El trastorno facticio también puede producirse cuando los miembros de una familia o responsables del cuidado declaran falsamente que otros, por ejemplo los niños, están enfermos o lesionados.

Es un trastorno difícil de identificar y de tratar. Una vez se diagnostica, la ayuda médica y psiquiátrica resultan fundamentales para prevenir consecuencias graves por las posibles lesiones que el paciente pueda autoinfligirse.

Los trastornos facticios y problemas emocionales

Los trastornos facticios se asocian con otro tipo de problemas emocionales o psicológicos, como depresión. La persona que los padece es consciente de que se está autoprovocando o está fingiendo los síntomas, pero no puede evitarlo.

trastornos facticios y depresión

Los pacientes con trastornos facticios también pueden mostrar trastornos de la personalidad, pensamientos y comportamientos extraños. Por ejemplo, dificultad para relacionarse socialmente o cuadros de rabia o ira no justificados.

Asimismo, los pacientes suelen hablar de sus síntomas de forma exacerbada e incoherente. Normalmente mienten de forma patológica para llamar la atención de su médico y conseguir ciertos tratamientos. En muchos casos también demandan medicamentos como analgésicos y se enojan de forma irracional si no consiguen sus objetivos.

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Tipos de trastornos facticios

1. Con predominio de síntomas físicos

En este tipo de trastorno la persona se refiere a síntomas y enfermedades físicas. Dentro de este subtipo de trastornos facticios se engloba el síndrome de Münchhausen. En este síndrome los síntomas que predominan son de una aparente enfermedad orgánica.

La persona afectada puede simular una supuesta enfermedad de forma muy convincente, incluso puede poseer información detallada acerca de la sintomatología clásica de esa patología.

En ocasiones, los pacientes pueden autolesionarse y provocarse la patología. Pueden llegan a causarse afecciones graves, incluso buscando pasar por una intervención quirúrgica.

Algunos de los síntomas típicos que presentan las personas con este trastorno son:

  • Anemias.
  • Vómitos.
  • Diarreas.
  • Abscesos.
  • Crisis convulsivas.
  • Lesiones cutáneas.
  • Dolores abdominales.
  • Infecciones autoprovocadas.
  • Fiebre de origen indeterminado.
  • Retraso en la curación de heridas.
  • Supuestos mareos con pérdida del conocimiento.

Las personas que se inventan o provocan este tipo de síntomas tratan de saciar su necesidad de estimación. Para ello están dispuestos a someterse a cualquier tipo de prueba o examen médico. Es muy común que este tipo de personas ingresen repetidas veces en hospitales. Incluso, van de un hospital a otro cuando no reciban la atención deseada y mintiendo de forma exagerada y dramática para llamar la atención.

2. Con predominio de síntomas psíquicos

En este tipo de trastornos los pacientes exhiben sintomatología psiquiátrica. Sin embargo, a menudo no se corresponde con un patrón característico de ninguna afección.

Las quejas que presentan más a menudo estos pacientes suelen ser trastornos depresivos, ideas suicidas u otro tipo de trastornos de tipo mental. Asimismo, cuando reciben tratamiento no suelen evolucionar según lo esperado. Incluso, sus síntomas empeoran cuando saben que los observan.

El objetivo general que persiguen las personas afectadas es asumir el papel de paciente. Así, suelen quejarse de sufrir trastornos disociativos, estrés postraumático, alucinaciones o ideas delirantes, siempre desde una perspectiva negativa. Normalmente el cuadro clínico que presentan es incoherente y no concuerdan con los síntomas característicos de ninguna patología.

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Criterios de diagnóstico

El componente psicológico de los trastornos facticios hace difícil su diagnóstico. Además, en general no se remite al personal adecuado de psiquiatría, lo cual puede empeorar la evolución de la enfermedad.

Otro de los factores que dificulta el diagnóstico es la peregrinación de los pacientes por diversos hospitales. Más difícil aún cuando se ven descubiertos ya que entonces suelen cambiar de médico y hospital.

Algunos de los criterios útiles para el diagnóstico del trastorno facticio son:

  • Creación intencional de síntomas de una patología.
  • Identificación de algún otro síntoma de enfermedad mental.
  • La necesidad irracional del enfermo de recibir atención y cuidados.
  • Identificación de mentiras o explicaciones contradictorias y poco detalladas.
  • Ausencia de incentivos externos para la atención medica ( por ejemplo, cobrar un seguro o buscar una baja laboral).

Nota

Si piensas que un ser querido puede estar exagerando o fingiendo problemas de salud, intenta tener una conversación amable con esa persona. Evita la ira, los juicios de valor y las confrontaciones. Bríndale tu apoyo y afecto y, de ser posible, ayúdale a buscar un tratamiento para este trastorno.