¿Conocías el poder anticancerígeno de las semillas de uva?

Los tratamientos para combatir el cáncer han evolucionado de forma significativa en los últimos años. A pesar de que aún no existe una cura definitiva, se ha determinado que la naturaleza ofrece muchas sustancias con poder anticancerígeno.

Si bien la mayoría de los medicamentos son farmacológicos, algunos expertos están recomendando complementos terapéuticos 100% naturales para reducir el riesgo y minimizar los efectos negativos de la enfermedad. Y es que, aunque solemos ignorarlo, contamos con maravillosas opciones para fortalecer las defensas de nuestro organismo y evitar un amplio abanico de enfermedades.

Entre estas nos encontramos con un aliado pequeño y accesible que, aunque la mayoría lo desechan, podría tener efectos positivos en la lucha contra varios tipos de cáncer. Se trata nada más y nada menos que de las semillas de uva, un suplemento que se está haciendo popular por su amplia variedad de beneficios.

Semillas de uvas, grandes aliadas contra el cáncer

Las uvas forman parte de la dieta de millones de personas en todo el mundo y, aunque la mayoría prefiere desechar sus semillas, cada vez son más los que deciden aprovecharlas. En estas se concentra una gran cantidad de nutrientes esenciales que, aunque no suplen las necesidades diarias del organismo, contribuyen a mantener el sistema inmune fuerte.

De hecho, por su alto contenido en sustancias antioxidantes, muchas empresas de cosmética y medicina están utilizando sus extractos con distintos fines. No obstante, consumidas en su forma natural confieren importantes beneficios para optimizar el funcionamiento del organismo.

Lo más interesante de todo es que han dado demostrado tener propiedades anticancerígenas frente a células cáncerosas de distintos tumores, al menos in vitro. Todo indica que un compuesto conocido como B2G2, con poder antioxidante, tiene la capacidad de frenar el crecimiento de los tumores al alterar el ambiente que necesitan para desarrollarse.

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Alteran el transriptoma de las células cancerosas

En una investigación publicada por la revista Nutrition and Cancer se reveló que el extracto de semillas de uva puede inducir la apoptosis de las células cancerosas actuando sobre determinados factores de transcripción.

Ricas en antioxidantes

Los principales beneficios de estas semillas se le atribuyen a su alto contenido en sustancias con poder antioxidante como los compuestos fenólicos, el tococerol y las proantocianidinas. Estas protegen al organismo frente al daño causado por los radicales libres y evitan la oxidación celular. También contienen una buena cantidad de vitamina C y betacarotenos.

Ayudan a depurar la sangre

Otro beneficio que vale la pena destacar es que, gracias a sus antioxidantes, su consumo contribuye a depurar la sangre para eliminar los desechos que provienen de medicamentos, productos químicos y otros elementos nocivos. Sus propiedades mejoran la circulación sanguínea, evitan la formación de trombos y favorecen la oxigenación de las células.

Reduce los efectos nocivos del tabaco

Cabe mencionar que tanto los fumadores activos como los pasivos pueden obtener varios beneficios con la inclusión de semillas de uva en su dieta. Está comprobado que sus extractos naturales minimizan los efectos nocivos que causan los tóxicos que contiene el tabaco.

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¿Cómo consumir semillas de uva?

En la actualidad las tiendas herbolarias ponen a nuestra disposición cápsulas y extractos de semillas de uva para incluirlas en nuestra dieta. No obstante, lo más aconsejable es tomarlas en su estado natural, es decir, con la uva entera. La cantidad máxima al día es de 300 mg. De forma alternativa se pueden agregar en:

• Batidos.
• Sopas.
• Cócteles.
• Postres.