Cómo hacer que tus caldos y cremas tengan más minerales

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Jul 01, 2020   Dietas

Los caldos y las cremas son recetas muy saludables y nutritivas, nos aportan muchas vitaminas y minerales a la vez que resultan bastante saciantes, por lo que son la opción ideal como primer plato o para las cenas.

En este artículo compartimos algunos trucos para que, cuando prepares estas recetas, añadas algunos alimentos que enriquecerán todavía más estos platos con una buena cantidad de minerales. ¿Te animas a elaborarlos?

¿Por qué necesitamos los minerales?

Minerales caldos

Los minerales son imprescindibles para la función orgánica. Junto con las vitaminas, son unos micronutrientes que necesitamos en pequeñas cantidades pero de manera continuada.

Sus funciones son vitales, ya que están relacionados con las acciones enzimáticas, con el equilibrio del pH, con los impulsos nerviosos, con el transporte de oxígeno, con la estructura de los tejidos, con el transporte celular, etc.

Cuando nos falta algún mineral empezamos a sentir molestias que se pueden convertir en trastornos y, a la larga, en enfermedades importantes. Por este motivo es fundamental prevenir e incorporar alimentos ricos en estas sustancias a nuestra alimentación diaria.

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Algas

La cocina japonesa ha popularizado algunas de ellas, por ejemplo el alga nori con la que se prepara el famoso sushi. No obstante, las algas son, todavía hoy, un alimento poco conocido.

Las algas nos permiten enriquecer todo tipo de recetas, como caldos, cremas, guisos, arroces, pastas, ensaladas, etc.

Además, hay una gran variedad de texturas, sabores y métodos de cocción, por lo que deberíamos tenerlas siempre a mano en la cocina e ir probando con todas ellas. Resultan una fuente de yodo que puede ser necesaria para aquello individuos que sufren problemas de hipotiroidismo, según un estudio publicado en el año 2016.

Recetas con algas.

Setas

Las setas son una delicia gastronómica y un placer para quienes, incluso, deciden ir a buscarlas a los bosques.

Hay pocos alimentos tan naturales como las setas, hoy en día, que crezcan de manera salvaje y se puedan recolectar con libertad. Para los que no puedan acceder de este modo a ellas, también las podemos encontrar en los supermercados.

Las setas son bajas en grasas e hidratos de carbono, pero ricas en vitaminas y minerales. Destacan por su contenido en potasio, fósforo, cobre y selenio, entre muchos otros.

La más conocida es, posiblemente, el champiñón, pero también podemos deleitarnos con el níscalo, el rebozuelo, la trufa, la llenega, la colmenilla, etc.

Además algunas setas son ricas en probióticos, que pueden ayudar a mejorar un sinfín de funciones orgánicas, según un artículo publicado en la revista «Medicine».

Especias y plantas aromáticas

Las especias, sin apenas calorías, son una manera sencilla de dar un toque de sabor a nuestros platos a la vez que les aportamos una dosis de minerales.

En algunas culturas es muy habitual usarlas de manera generosa, ya que se conoce bien su tradición como ingredientes medicinales, potenciadores de los sabores y conservantes de los alimentos, sobre todo en zonas de climas cálidos.

Especias

Se pueden usar en recetas dulces y saladas y, en el caso de los caldos y las cremas, nos pueden ayudar a darles un sabor diferente cada día. Algunas de las más destacadas son las siguientes:

  • Canela: calcio y potasio.
  • Perejil: potasio, hierro y calcio.
  • Laurel: potasio y calcio.
  • Albahaca: calcio y magnesio.
  • Tomillo: hierro.
  • Orégano: potasio, calcio, hierro, fósforo y magnesio.
  • Azafrán: potasio, fósforo, magnesio y calcio.
  • Cúrcuma: calcio, hierro y sodio.
  • Jengibre: zinc, silicio, cromo y manganeso.

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Sal marina y agua de mar

El ingrediente que menos nos va a costar añadir a nuestros caldos y cremas para aportarles minerales es, por supuesto, la sal.

No obstante, debemos especificar que sea sal marina o sal del Himalaya, ya que la sal refinada o sal de mesa no contiene la riqueza mineral de las otras.

La sal la debemos añadir siempre de manera moderada. Sin embargo, a no ser que suframos hipertensión o alguna dolencia concreta, es incluso beneficioso consumir este alimento que a menudo es criticado.

Otra opción para nuestras recetas es el agua de mar, la cual cada vez se comercializa en más supermercados y dietéticas, y que mantiene la riqueza mineral con todo su potencial. Para ello debemos evitar hervirla. Solamente tendremos que añadirla cuando ya hayamos cocinado.

Añade minerales a tus platos

Recuerda que además de los minerales, existen otros muchos micronutrientes esenciales en el organismo. Es el caso de las vitaminas y los antioxidantes. Para garantizar su aporte recuerda que es necesario llevar a cabo una dieta variada y equilibrada que priorice el consumo de alimentos frescos sobre los procesados.