Preocupación excesiva por comer sano: ¿cuáles son sus cons

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Jul 01, 2020   Dietas

En los últimos años, el número de personas que muestran una preocupación excesiva por comer sano ha aumentado. Las corrientes nutricionales y la preocupación por cuidarse, puede hacer que determinadas personas lleguen a obsesionarse. Esto es lo que se conoce como ortorexia.

¿En qué consiste la preocupación excesiva por comer sano?

La ortorexia nerviosa fue descrita, no hace mucho por Steven Bratman en 1997. Se caracteriza por la obsesión patológica de comida biológicamente pura, lo que lleva a importantes restricciones alimentarias.

Las personas que lo padecen excluyen de la dieta alimentos que consideran impuros por llevar herbicidas, pesticidas u otras sustancias artificiales, llevando a cabo una dieta estricta, a veces, con una falta de nutrientes esenciales. Normalmente, se niegan a comer fuera de casa, porque no confían en la preparación de los alimentos.

alimentos saludables
Las preocupación excesiva por comer sano es frecuente en personas que quieren bajar de peso, cuidar su salud o mejorar alguna enfermedad.

Esta preocupación excesiva por la comida, suele empezar en personas que quieren perder peso, quieren mejorar su salud o tratar una enfermedad. También se puede dar en vegetarianos y veganos. Pero, al final, la dieta se convierte en el centro de su vida.

A diferencia de las personas con anorexia o bulimia, que se preocupan por la cantidad de comida o su apariencia física, las personas con ortorexia se preocupan más por la calidad de los alimentos.

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¿Cómo diagnosticarla?

Como el concepto es relativamente nuevo, solo existen dos estudios aprobados para el diagnóstico de la ortorexia. En primer lugar, el cuestionario ORTO-15 descrito por Bratman S., y cols. 2001, que se basa en los hábitos de alimentación con especial atención en las opciones entre alimentos que se consideran «saludables» y los no saludables.

Por otro lado, el cuestionario propuesto por Donini LM., y cols. 2005. Entre estos criterios se encuentran:

  • Dedicar más de 3 horas al día a pensar en su dieta sana.
  • Preocuparse más por la calidad de los alimentos, que del placer de consumirlos.
  • Disminución de su calidad de vida, conforme disminuye la calidad de su alimentación.
  • Sentimientos de culpabilidad cuando no cumple con sus convicciones dietéticas.
  • Planificación excesiva de los que comerá al día siguiente.
  • Aislamiento social provocado por su tipo de alimentación.

También se consideran síntomas algunas conductas relacionadas con la forma de preparación (verduras siempre cortadas de determinada manera) y con los utensilios utilizados (sólo cerámica, sólo madera, etc).

¿Cuáles son sus consecuencias?

La preocupación excesiva por comer sano tiene consecuencias negativas sobre la salud de la persona, tanto física como psicológicamente. Al restringir el número de alimentos permitidos, el menú diario se vuelve un problema, que deben planificar y preparar con antelación.

Preocupación excesiva por comer sano
Como ocurre con otras conductas alimentarias restrictivas, las personas con preocupación por comer sano pueden sufrir algunas consecuencias que afectan directamente su salud.

Además, como necesitan tener la seguridad de que los productos adecuados sean sanos, no pueden comer fuera de casa, ya sea en un restaurante o en casa de familiares o amigos. Si tenemos en cuenta que comer es un acto social, la mayoría de las celebraciones las hacemos comiendo, estas personas pueden verse en un aislamiento social.

Además, puede aparecer un sentimiento de culpabilidad, si alguna vez se saltan su propias normas. También pueden aparecer trastornos obsesivos-compulsivos relacionados con la alimentación, depresión o ansiedad. Por otro lado, las consecuencias físicas son las mimas que las de una inadecuada alimentación, tales como:

  • Desnutrición
  • Anemias
  • Hipervitaminosis o hipovitaminosis
  • Carencias de minerales
  • Hipotensión
  • Osteoporosis
  • Sistema inmunitario debilitado

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La preocupación excesiva por comer sano: cuidarse, no obsesionarse

Nuestros hábitos alimentarios están influenciados por varios factores como:

  • Los medios de comunicación  y las redes sociales, los cuales envían mensajes engañosos al público.
  • Corrientes alternativas de alimentación, difundidas principalmente por personas que no son profesionales.
  • El culto al cuerpo que existe en nuestra sociedad actual.

Por lo tanto, primero hay que informarse bien a través de los medios y especialistas en nutrición. Asimismo, hay que prestar atención a lo que se come y mostrar interés por una alimentación saludable, pero evitando llegar a la obsesión.