Salud Vida Hoy

Diferencias entre alimentación y nutrición


Alimentación y nutrición son dos términos que, habitualmente, se usan como sinónimos, cuando en realidad se trata de cosas distintas. Veremos cuáles son sus definiciones y las diferencias entre alimentación y nutrición a nivel práctico. 

¿Qué entendemos por alimentación?

La alimentación es un conjunto de actos o acciones mediante los cuales proporcionamos alimentos a nuestro organismo. Por lo tanto, abarca aspectos como la elección y el cocinado de los alimentos, y su posterior ingesta. Depende, ya vemos, de muchos factores.

En el acto de la alimentación elegimos e ingerimos unos alimentos que nos aportan nutrientes. Y estos nutrientes los requerimos para mantener un correcto estado de salud.

¿Y a qué nos referimos cuando hablamos de nutrición?

El Council of Food and Nutrition de la American Medical Association define la nutrición como:

La ciencia de la comida, los nutrientes y las sustancias que contienen, su acción, interacción y equilibrio en relación con la salud y la enfermedad. Y el proceso mediante el cual el cuerpo ingiere, digiere, absorbe, transporta, utiliza y excreta las sustancias alimentarias.

¿Por qué no debemos confundir alimentación y nutrición?

Una de las grandes diferencias entre alimentación y nutrición es que la primera es un proceso completamente voluntario, consciente y modificable. Las personas podemos elegir qué alimentos queremos consumir y cómo y cuándo hacerlo.

Si bien es verdad que existen algunas influencias externas que condicionan nuestras decisiones relativas a la alimentación, lo cual quita algo de libertad al proceso. Entre estas influencias tenemos:

  • Religión.
  • Cultura.
  • Disponibilidad de alimentos.
  • Geografía.
  • Tradiciones familiares. 

Además, la alimentación es un proceso que puede educarse. Por lo tanto, es modificable a lo largo de la vida. Hablamos de educar en hábitos alimentarios porque se puede actuar sobre ellos y cambiarlos.

Cuando somos pequeños es mucho más sencillo adquirir hábitos -no solo alimentarios-, pero nunca es tarde para implementar modificaciones. Sobre todo si es para adoptar patrones de alimentación más saludables. 

Descubre más: Cómo elegir alimentos más saludables: 10 consejos

Por el contrario, la nutrición es un proceso completamente involuntario e inconsciente. Como hemos visto en la definición, alberga muchos mecanismos sobre los cuales tenemos poca capacidad de influencia, como la digestión, el transporte y la absorción de los nutrientes. 

Ahora bien, algunos hábitos alimentarios y pautas de vida pueden facilitar o poner trabas a todos estos procesos que realiza nuestro organismo. No es lo mismo comer rápido que despacio, tomar alimentos que protejan la flora intestinal o tener hábitos poco saludables como fumar o ser sedentarios.

La alimentación está muy ligada a nuestras costumbres que se influencian por la cultura y los hábitos familiares

Los alimentos y los nutrientes

De la misma forma que diferenciamos entre alimentación y nutrición, también podemos diferenciar entre alimentos y nutrientes. 

Los alimentos son todos los productos naturales, o elaborados a través de la industria, que ingerimos para cubrir unas necesidades fisiológicas. Agrupados en grandes categorías podemos hablar de: lácteos, legumbres, frutos secos, cereales, pescados, verduras. 

En cambio, los nutrientes son sustancias que forman parte de los alimentos. Nuestro organismo los necesita, tanto para realizar funciones básicas, como para el mantenimiento de un buen estado de salud. 

Entre ellos podemos distinguir:

  • Macronutrientes: el cuerpo los necesita en mayores cantidades. Hablamos de hidratos de carbono, proteínas, lípidos y fibra.
  • Micronutrientes: los precisamos en cantidades muy pequeñas. Son las vitaminas y los minerales. Y también los antioxidantes y los fitonutrientes, de los cuales se está estudiando cada vez más su influencia sobre la salud de las personas. 

¿Por qué nos confundimos?

Algunas veces podemos confundir un término con el otro por qué los propios expertos, o los medios de comunicación, hacemos un uso indistinto de ambos. 

Por ejemplo, la pirámide alimentaria no es una pirámide nutricional. Las pirámides alimentarias son usadas para expresar de forma gráfica cuáles deberían ser las bases dietéticas de una población determinada. La figura  responde a unas necesidades nutritivas concretas que se expresan con raciones de alimentos diarias, semanales o ocasionales. Por ello, la forma correcta de denominarla seria «pirámide alimentaria» y no «pirámide nutricional».

La clásica pirámide de alimentos es alimenticia, no nutricional

Lo mismo pasaría con las ingestas de nutrientes y las recomendaciones dietéticas o alimentarias. Cada nutriente suele tener una cantidad diaria recomendada que puede variar según el sexo, la edad y la actividad física. Esta cantidad se expresa mediante gramos, miligramos o microgramos. 

Ahora bien, para facilitar la información a la población, estas cantidades se traducen a raciones de alimentos. Por lo tanto, el término correcto sería «recomendación dietética». Lo podemos ver más claro con un ejemplo. Podemos decir que necesitamos unos 25-30 gramos de fibra al día -ingesta diaria recomendada-, lo que se traduciría en la recomendación de ingerir 3 piezas de fruta al día, 50 gramos de copos de avena, 25 gramos de frutos secos y 1 ración de legumbres. 

Descubre más: ¿En qué consiste el etiquetado nutricional?

Alimentación y nutrición: diferentes pero complementarios 

Aunque a veces los propios expertos usamos los dos conceptos indistintamente, es importante saber diferenciar entre alimentación y nutrición. Sin embargo, tanto el acto de alimentarse como el proceso de nutrición están estrechamente ligados. Todo alimento que ingiramos pondrá en marcha el proceso de nutrición. Y de una buena elección alimentaria, dependerá un buen estado nutricional.