Ataques de pánico: ¿qué son y cómo afrontarlos?

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Jul 01, 2020   Remedios naturales

Hoy en día, los ataques de pánico son más comunes de lo que parece y pueden afectar a todo tipo de personas. Pueden ocurrir en todo tipo de situaciones: caminando por la calle, en el trabajo, esperando el autobús… Quien los sufre puede comenzar a sentir de repente sensaciones propias de un ataque de pánico: taquicardia, cosquilleos en las manos y los pies. A su vez, los pelos de la piel y la nuca pueden erizarse, hay temblores, el pulso se acelera, no se puede controlar ni el equilibrio ni la visión, que se vuelve cada vez más borrosa.

Durante un ataque de pánico, puede ocurrir que las manos transpiren y se sienta un estado de alerta insoportable, como si acabara de ver una explosión o algo terrible. Pueden sentirse, entre otros síntomas, dificultad para respirar, molestias abdominales, sensación de asfixia, de estar fuera de sí y miedo a morir súbitamente.

Sin embargo, allá afuera no pasa nada. No hay explosiones ni nada extremo que nos obligue a estar en un estado de alerta: Todo parece tranquilo.

¿Qué pasa? ¿A qué se debe esta sensación de miedo que parece invadirnos repentinamente y de esta manera tan violenta, haciéndonos sentir terriblemente mal? Sí, se trata de un ataque de pánico.

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Mujer con ataque de pánico
Las personas que sufren trastorno de pánico sienten una ansiedad y miedo repentinos e incontrolables.

¿Qué son los ataques de pánico?

Los ataques de pánico son períodos en los cuales un individuo siente bruscamente sensación de miedo, pánico y ansiedad incontrolable. Los síntomas recopilados por Mayo Clinic son los que describimos anteriormente:

Muchas veces sentir que estos síntomas son incontrolables ante un ataque de pánico ayudan a que, quienes los padezcan, acentúen su miedo durante estos cuadros. Pues sienten que no pueden controlarlos.

A veces, uno puede soñar que tiene un ataque de pánico y son pesadillas muy reales y perturbadoras.

Los ataques de pánico son más comunes de lo que pensamos. Si preguntamos entre nuestros familiares, seguramente alguien los sufrió alguna vez.

Estos hechos pueden presentarse en un momento puntual, o repetirse varias veces a lo largo de un período de su vida.

¿A qué se deben los ataques de pánico?

Ataque de pánico en un metro lleno

Muchas veces los ataques de pánico se relacionan con situaciones sentimentales sufridas por una persona y relacionadas con cuestiones incontrolables.

La ruptura, la pérdida del trabajo, el miedo al fracaso, la pérdida de un ser querido, el miedo a independizarse cuando uno es joven pueden desencadenar estos cuadros. Otras veces, experiencias traumáticas vividas en la infancia también es posible que contribuyan a estos ataques.

El consumo de tabaco y de alcohol en exceso pueden producir cuadros de ataques de pánico, así como las fobias (miedo a las alturas, al agua o a lugares encerrados). Otro causante también son ciertas enfermedades relacionadas con trastornos biológicos: hipotiroidismo o desórdenes obsesivos compulsivos.

Los síntomas de abstinencia y la sobreexposición a ciertas sustancias (nicotina, marihuana o cafeína) también pueden desencadenarlos.

Lo bueno es que estos ataques pueden controlarse y superarse.

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¿Sabes cómo?

Mujer con ansiedad

 

  • En primer lugar, es altamente recomendable que busques ayuda psicológica. En muchos países no es común hacer este tipo de terapias, aunque está comprobado que ayudan muchísimo a la hora de tratarlo, ya que permite a los pacientes aprender sobre sus miedos e identificarlos.
  • Cuando uno tiene un ataque de pánico, es importante reconocerlo y repetirse que es un momento y que pasará. Esto es para intentar calmarse y saber que el miedo se debe a un cuadro puntual, que no le causará la muerte ni nada grave.
  • Es bueno intentar distraerse en cosas externas. Mantener la vista fija en algún objeto lejano o leer un cartel: ayuda a recobrar el equilibrio.
  • Aprender a controlar la respiración: respirar pausadamente y siguiendo un ritmo que imponga un estado de relajación suave.
  • No consumir sustancias que exciten el sistema nervioso, como la cafeína y la nicotina.
  • Aprender sobre los ataques de pánico para identificarlos y perderles el miedo.
  • Hacer terapias de exposición: de forma pausada y supervisada por un profesional. Consiste en exponerse a aquellas cosas que nos dan fobia para perderles el miedo.
  • Chequeos generales: para averiguar si se deben a una cuestión orgánica, como una enfermedad o un desorden hormonal.
  • Consulta a un psiquiatra: podrá recetar calmantes que ayudarán a controlar la ansiedad.
  • No sentirse un loco o desequilibrado o tener sentimientos constantes de depresión. O sentirnos menos por tener estos cuadros de ansiedad.
  • Mantener una vida activa, hacer ejercicio y tener rutinas regulares de sueño.
  • Aprender técnicas de relajación. Estas podrán servir como herramientas para controlar el miedo ante un ataque de pánico.

Entonces, ¿qué hacemos si tenemos un ataque de pánico?

Los pacientes con ataque de pánico experimentan síntomas como ansiedad extrema, temor, sudoración y dificultades para respirar. Aunque puede ser algo pasajero, es importante buscar atención para tratarlo.

Las consultas con un profesional de la salud mental, así como la práctica de técnicas de relación y respiración, contribuyen a hacerle frente a sus episodios para mitigar sus efectos.