¿Por qué nuestra piel es seca, mixta o grasa?
Algunas personas tienen una piel normal, pero la gran mayoría tienen una piel especial con alguna característica concreta, con tendencia a estar demasiado seca o demasiado grasa, o algunas personas incluso tienen una combinación de ambas, con la zona T (frente, nariz y mentón) grasa y las mejillas secas.
En este artículo te explicamos por qué suceden estos desequilibrios y de qué maneras naturales podemos tratarlos para equilibrar naturalmente la salud de nuestra piel. Recuerda, sin embargo, acudir al dermatólogo antes de llevar a cabo cualquier alternativa.
La piel seca
Es un síntoma claro de que a nuestro organismo le están faltando algunos nutrientes, y por ello deberemos tratarla tanto a nivel interior, con la alimentación y algunos suplementos, como exteriormente, hidratándola y nutriéndola con profundidad.
Desde dentro deberemos incluir en nuestra dieta alimentos ricos en grasas saludables, que son las que aportan brillo, elasticidad e hidratación, evitando que se reseque y envejezca. Son los siguientes:
- Aceites vegetales de primera calidad: de oliva, coco, sésamo, lino, onagra, germen de trigo, etc.
- Frutos secos como las nueces de macadamia, las avellanas o las almendras, que también los podemos tomar a modo de bebida vegetal
- Pescado azul
- Huevo, ya que la yema contiene grasas saludables. Pero los consumiremos preferiblemente ecológicos
- Aguacate, una excelente fruta con un alto contenido en grasas buenas
- Semillas de chía, lino y sésamo, crudas y molidas, para añadir a las comidas o a jugos
También es fundamental beber agua, jugos naturales e infusiones fuera de las comidas, para que a nuestro organismo no le falte agua. Por ello nos aseguraremos de beber por lo menos 8 vasos de agua, dos de ellos en ayunas.
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Externamente nos hidrataremos con productos naturales, a ser posible ecológicos, o bien con aceites vegetales. Estos son los más nutritivos que podemos encontrar:
- Manteca de karité
- Argán
- Rosa mosqueta
- Almendra
- Oliva
Finalmente, la piel seca requiere, que al menos una vez a la semana, nos apliquemos una mascarilla para nutrir más en profundidad. Podemos probar o alternar estas combinaciones:
- Avena molida y levadura de cerveza
- Plátano maduro y miel
- Aguacate y aceite de lino
La piel grasa
En este caso, además de incorporar alimentos saludables como los que hemos citado anteriormente, especialmente deberemos evitar o limitar el consumo de grasas perjudiciales. Los alimentos que deberemos evitar son los siguientes:
- Carne roja
- Embutidos
- Quesos grasos
- Bollería industrial
- Dulces
- Comida basura
Por otro lado, intentaremos beber diariamente, además de los 8 vasos de agua, jugos naturales de manzana y zanahoria, que son alimentos muy importantes para nuestra piel y nuestra salud en general.
Externamente deberemos dar prioridad a la limpieza de la piel, siempre con productos naturales, ya que los convencionales son demasiado agresivos y a la larga pueden causar precisamente una piel demasiado seca, como efecto rebote. Por ello usaremos ingredientes naturales o bien alimentos como:
- Peladura del pepino
- Aguas florales (de rosa, hamamelis, azahar)
- También podemos hacer un preparado casero con una parte de vinagre de manzana ecológico y tres partes de agua natural.
Después de la limpieza igualmente deberemos hidratar nuestra piel, pero con productos poco grasos, como el aceite de coco o el aloe vera.
Finalmente, para potenciar la limpieza en profundidad, aplicaremos al menos una vez a la semana una mascarilla de arcilla, que no solo limpia las toxinas y el exceso de grasa sino que también le aporta minerales.
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La piel mixta
En este último caso seguiremos las indicaciones anteriores e iremos probando los productos que mejor convengan a nuestra piel, según si está más seca o más grasa, combinando incluso más de un producto en nuestro rostro, por zonas.
Recomendamos especialmente hidratar la piel con:
- Aceite de coco
- Aceite de jojoba
En cuanto a las mascarillas, realizaremos una semana una mascarilla hidratante (ver La piel seca) y otra semana una mascarilla purificante (ver La piel grasa), pero combinando la arcilla con yogur en vez de con agua para que no reseque la piel en exceso.