Nevus oculares: ¿son peligrosos?

Los nevus oculares son conocidos como lunares o pecas en el ojo. Estos lunares son manchitas que se forman en la parte interna del ojo, cuya forma y color es similar a los que se producen en la piel.

Es una condición benigna que se da en un 6 % de las personas de raza blanca, entre quienes es más frecuente. También es más común entre recién nacidos y personas menores de 20 años. El riesgo de transformación maligna es bajo, menor del 1 %.

No hay duda de que estas manchas pueden hacernos pensar que es algo malo. En este espacio te explicaremos todo lo que debes saber sobre los nevus oculares y su posible peligrosidad.

¿Qué son los nevus oculares?

El nevus ocular es un tumor benigno pigmentado que aparece en el ojo. Se forma en la parte frontal del ojo, sobre la parte blanca, en una capa llamada conjuntiva.

Los nevus oculares se forman por una agrupación anormal y no uniforme de células llamadas melanocitos. Los melanocitos son los encargados de producir un pigmento llamado melanina, el cual da color a la piel, al cabello y a los ojos.

Con respecto a su forma, pueden ser planos o poco elevados, sin superar los 2 milímetros. La apariencia es muy similar a la de un lunar en la piel. Además, su aparición suele ser una condición congénita, es decir que nacemos con ella o aparece durante la juventud.

Estos lunares también se producen por exceso de exposición a la luz solar sin protección. Por ello son más comunes en las personas con piel blanca y clara.

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Síntomas de los nevus oculares

En general, los nevus oculares son asintomáticos. La consulta se motiva al observarse la lesión o por leve sensación de irritación. Además, es bueno saber que la presencia de una pequeña mancha oscura en el interior del ojo no tiene por qué significar que hay una enfermedad causante de ello.

Como sucede con los lunares, la mayor parte de las veces los nevus oculares no generan síntomas o complicaciones, sino que son señas personales. Es lo mismo que podríamos decir de cualquier otra manchita que puedas tener en la piel.

Muchas veces son confundidos con formaciones de color que, en multitud de casos, son partes normales del globo ocular. Esto es debido a que podemos tener la capa que cubre el ojo demasiado fina, y puede transparentarse la anatomía normal.

Contrario a los manchas, los nevus oculares tienen límites bien definidos, planos, sólidos, e incluso móviles al tacto. Es decir que los nevus oculares no están adheridos a las capas internas del ojo.

¿Cuándo debemos consultar con un profesional?

Un 1 % de los nevus oculares pueden presentar mutaciones en sus melanocitos, transformándose en melanomas con el paso del tiempo. Un melanoma es un tumor maligno cuya característica principal es la gran capacidad de diseminación.

Ante una mala vigilancia de la lesión, puede ser tarde para actuar. Por ello, es importante la vigilancia y supervisión de todas nuestras marcas, tanto en la piel como en los ojos. Se debe consultar ante la presencia de una mancha ocular con:

• Aumento de tamaño
• Cambio de aspecto
• Localización poco frecuente
• Evolución rápida de la lesión

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¿Qué indica que un lunar en el ojo puede ser peligroso?

En general, no supone un peligro tener nevus oculares, pero ante cualquier signo anormal que se presente, es mejor la revisación. Al conocer que un nevus ocular puede modificarse y resultar maligno, debemos ver qué signos nos pueden hacer sospechar de ello. Los más importantes son los siguientes:

• Cambio del color del iris: los nevus benignos suelen tener un color marrón café o grisáceo. El color amarillento no resultaría normal.
• Visión alterada: doble o borrosa.
• Enrojecimiento.
• Dolor y prurito.
• Cambios en la forma, textura, altura, o endurecimiento.
• Aparición de la mancha en la edad adulta.
• Desprendimiento de líquido desde el globo ocular.

Tratamiento de los nevus oculares

Por suerte, según la American Academy of Ophthalmology, la mayoría de los nevus no necesitan tratamiento, puesto que no afectan la visión ni resultan problemáticos para la salud. Es decir, si el lunar es benigno, no es necesario realizar nada.

Pero si se modifica la mancha y crece hasta llegar a ser un melanoma maligno, sería necesaria cirugía para extirpar la lesión, siempre que la ubicación y el tamaño lo permitan. La radioterapia es también parte del tratamiento.

El nevus ocular no es una lesión que haga peligrar nuestra salud, pero debemos conocer sus características y vigilarlo. Ante cualquier cambio, sabremos cuándo consultar con un profesional de la salud.