Jun 30, 2020 Salud
La fascia plantar es el tejido grueso y fibroso que se encuentra en la planta del pie. Cuando este tejido se inflama se denomina fascitis plantar. Es una dolencia que afecta desde los talones hasta los dedos de los pies. Conoce qué es y cómo se trata la fascitis plantar en este artículo.
Características de la fascitis plantar
Antes de saber de qué se trata la fascitis plantar, es preciso conocer la estructura que está implicada en este problema. En la planta del pie hay una banda de tejido grueso que se extiende desde el talón hasta la base de los dedos.
Su función es tensar la curvatura plantar y amortiguar el impacto del desplazamiento sobre la planta.
La fascitis plantar es la inflamación de esta región, llamada fascia, debido a un gran estiramiento, movimientos bruscos, calzado nuevo o inadecuado, etc. Es muy frecuente en los deportistas o si se ha realizado un esfuerzo superior al habitual.
Este trastorno se puede producir tanto en hombres como en mujeres. En aquellos que no practican deporte con asiduidad suele presentarse a partir de los 45 años.
Causas de la fascitis plantar
Se creía hasta el momento que la fascitis plantar se debía a un tipo de espolón en el talón. Un espolón es una protuberancia ósea que se forma en un lateral de la curvatura del hueso calcáneo. Esto causa inflamación en los tejidos adyacentes, dificultando el desplazamiento.
Se produce por la sobrecarga gradual en la fascia plantar, siendo los factores de aparición los siguientes:
- Exceso de carga: por correr largas distancias, caminar mucho, especialmente en terrenos de tierra o desfavorables, así como pendientes pronunciadas o desiguales.
- Empleo de calzado inadecuado: sobre todo para caminar por los sitios mencionados anteriormente, con suela demasiado blanda, poca sujeción o deficiente del arco plantar o talón.
- Pies planos o demasiado arqueados.
- Exceso de peso u obesidad.
- Tensión en el tendón de Aquiles.
- Debilidad en el músculo sóleo. Es el que se encarga de flexionar la planta del pie, por lo que si se altera, la persona lo corrige con una modificación del paso, lo que puede provocar otras lesiones.
- Edad. Cuando pasan los años, la fascia plantar va perdiendo su elasticidad. Si no se cuidaron los pies como era debido, la capacidad de regeneración disminuye. Además, la capa de grasa que recubre la zona se puede ir perdiendo, lo que aumenta los impactos del pie y favorece las lesiones.
Síntomas
El síntoma principal de la fascitis plantar es el dolor en la zona, ya sea en el talón o en la planta del pie; muchas veces esta molestia no permite realizar las actividades con normalidad.
El dolor se presenta desde la primera hora de la mañana cuando el paciente se levanta de la cama y va cediendo al pasar el día. Mejora con el descanso o cuando se quita los zapatos después de todo el día.
Si se realiza una marcha prolongada, el dolor empeora, aunque también puede sentirse más dolor con el simple hecho de dejar el pie quieto o elevado.
¿Se puede paliar la fascitis plantar con remedios naturales?
Puedes recurrir a diferentes tratamientos caseros y populares, previa consulta con tu traumatólogo, para aliviar los dolores ocasionados por este trastorno. Eso sí, no podrán ser un sustitutivo del tratamiento médico recetado, sino más bien un complemento.
Hielo
Puedes envolver un poco de hielo picado en una tela limpia y colocar durante 15 minutos en la planta del pie, si es que no tienes bolsas o compresas frías. Así, la inflamación disminuirá y el dolor se reducirá, según diversos estudios.
Masajes
Realizar masajes ayuda a mitigar molestias. Los movimientos han de ser circulares y con un poco de presión con el dedo pulgar.
Comienza en el talón y ve ascendiendo hasta los dedos. Los masajes no deben extenderse por más de diez minutos. Puedes hacerlos también después de estar mucho tiempo acostado o sentado.
También puedes tomar una botella de agua o una lata de refresco y colocarla en el refrigerador. Cuando se congele, apóyala en el suelo y pon el pie encima como si fuera una rueda. Puedes hacerlo sentado para no perder el equilibrio. Repite tres veces al día.
Vendajes
El empleo de un vendaje funcional para inmovilizar la zona puede ayudar a aliviar los síntomas. Necesitas esparadrapo y cinta adhesiva. Corta una tira y colócala debajo de la línea de los dedos. Luego, coloca otra en diagonal, hasta el talón, la cual realiza una torción sobre el tobillo y se cierra en forma de cruz donde comenzó.
Debe quedar bien ajustado pero que no apriete ni disminuya el paso al caminar. No debes mojar este vendaje a diario. Para poder mantener el efecto, puedes usar una férula, sobre todo para dormir a la noche. Así, podrás curarte más rápidamente.
Calzado cómodo
Lleva siempre un calzado adecuado, que sujete todo el pie y amortigüe los impactos que se producen al caminar; el talón ha de quedar levemente elevado para reducir la tensión. También puedes utilizar plantillas acordes a tu condición; has de acudir a tu podólogo para que haga el estudio previo necesario.
Ejercicios
Habla con tu traumatólogo y cambia a una actividad física que requiera de un menor impacto en las plantas de los pies, como la natación o el ciclismo, por ejemplo. Se trata de no obligar al pie a que haga más trabajo del que corresponde cuando padecemos este tipo de dolencia.
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