Interacciones de fármacos y su repercusión

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Jun 30, 2020   Salud

Cuando hablamos de interacciones de fármacos nos referimos a las reacciones que tienen en el organismo diferentes medicamentos que tomamos simultáneamente para el tratamiento de diferentes síntomas. En otras palabras, la acción de uno o varios fármacos administrados a la vez puede modificarse, por lo que sus efectos pueden intensificarse o reducirse.

Por otra parte, existe mayor riesgo de que se produzcan efectos secundarios indeseados e incluso sobredosis, lo cual ocasiona, el fracaso del tratamiento. El efecto que tiene un fármaco en el organismo puede ser diferente, según el tipo de interacción:

  • Entre fármacos: ingesta de dos o más fármacos a la vez.
  • Fármaco – nutriente: o sea, la reacción del medicamento con alimentos, bebidas o suplementos.
  • Fármaco – enfermedad: se da cuando el paciente tiene otra enfermedad.

Tipos de interacciones de fármacos

Linares Borges explica lo siguiente sobre las interacciones de fármacos:

Las interacciones pueden clasificarse de diferentes formas: según las consecuencias de la interacción, el sitio de la interacción o el mecanismo por el que se produce la misma, siendo esta última clasificación la más útil desde nuestro punto de análisis.

Duplicación

Cuando al paciente se le indica la toma de dos fármacos a la vez sus reacciones pueden intensificarse. En ocasiones, se toman dos fármacos sin prescripción médica y se ignora que tienen el mismo principio activo.

Por ejemplo: al paciente se le indica un fármaco para el resfriado pero también un somnífero. Los dos están preparados a base de difenhidramina. En este caso hay una duplicación, ya que aunque parecen distintos tienen la misma composición. De ahí la importancia de verificar la composición del fármaco.  

¿Qué puede suceder? Al ingerir altas dosis del mismo compuesto existe el riesgo de intoxicación. Lo mismo sucede con dos fármacos con distinta composición pero el mismo efecto. Es indispensable señalar al médico si se están tomando otros fármacos y llevar un registro.

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Persona con vaso de agua y varios fármacos en la mano

Oposición (antagonismo)

En este caso, lo que se produce es una ingesta de dos medicamentos con acciones opuestas. Por tanto, provoca la reducción de efectividad de uno de ellos o de los dos. Esta es una de las interacciones de fármacos que existen y que se conoce como antagonismo. De hecho, existen varios tipos:

  • Fisiológico: dos fármacos antagonistas actúan sobre receptores distintos produciendo efectos opuestos.
  • Farmacológico competitivo, o sea, dos fármacos con efectos opuestos actúan sobre el mismo receptor.
  • Reversible: se puede vencer al antagonista aumentando la dosis del agonista.
  • Farmacológico no competitivo, es decir, el fármaco antagonista bloquea el efecto del agonista.
  • Agonismo parcial: el fármaco se une al receptor y produce una respuesta subóptima.

Alteración

Hay medicamentos, como los antagonistas de los receptores tipo 2 de la histamina y los inhibidores de la bomba de protones, que para reducir los ácidos elevan el pH del estómago y reducen la absorción de algunos fármacos. Un buen ejemplo es el ketoconazol, un tratamiento antifúngico.

Un gran porcentaje de los medicamentos son degradados por las enzimas que hay en el hígado y el riñón.

Sin embargo, los fármacos aumentan o reducen la actividad de las enzimas. Esto puede provocar que el otro fármaco no sea metabolizado de forma regular. De hecho, el consumo de tabaco disminuye el efecto de algunos medicamentos.

Por su parte, otros fármacos afectan la tasa de excreción renal de otros medicamentos. Por ejemplo: cuando al paciente se le indican altas dosis de vitamina C, la orina se vuelve más ácida y esto afecta en cómo otro fármaco pasa por la etapa de excreción.

Por esta razón, es importante que los médicos y farmacéuticos consulten libros y programas informáticos a la hora de recetar. Tal es el caso de algunas farmacias que revisan la posible interacción de los fármacos a través de programas computarizados.

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Mujer en la farmacia comprando medicamentos

Interacción entre fármacos y nutrientes

La manera en que nos alimentamos puede estimular, retardar o disminuir la absorción de fármacos y de la misma manera alterar la absorción de los antibióticos. Por ejemplo: la tiramina es una sustancia que se encuentra en el queso y es capaz de provocar una crisis hipertensiva si se consume mientras hay inhibidores de la monoaminooxidasa.

Pero, ¿qué ocurre cuando hay una deficiencia? La ausencia de calorías y proteínas disminuyen las concentraciones de enzimas y pueden alterar la respuesta a fármacos. Esto es porque hay un cambio en el aparato digestivo y modifica la respuesta del medicamento. Por su parte, la falta de minerales cambia el metabolismo.

Además, hay fármacos que alteran el apetito, la absorción de alimentos y la motilidad gastrointestinal. Por ello, algunos de ellos se toleran más cuando se ingieren con comidas. A continuación se explican de manera más específica.

Alimentos

Cuando se toma un medicamento por vía oral, el revestimiento del estómago o del intestino delgado lo absorbe. Sin embargo, si hay comida en el tracto digestivo es posible que se reduzca la absorción del fármaco. De ahí la indicación de tomarlo 1 hora antes o 2 horas después de los alimentos.

Persona ingresada en el hospital comiendo

Suplementos dietéticos

Los suplementos están compuestos por vitaminas, minerales, hierbas y aminoácidos. Estos suplementos no se consideran alimentos como tal, pero sí pueden presentar interacciones con fármacos; por ello se recomienda dar aviso al médico de su consumo. Sabiendo esto, el profesional procederá a dar sus indicaciones.

Alcohol

Es evidente que el alcohol no es precisamente un nutriente. Sin embargo, tiene un efecto sobre los procesos orgánicos y también interacciona con muchos fármacos. Por eso, si tomamos alcohol y consumimos antibióticos tendremos dolor de cabeza, náuseas y vómitos.

Mujer con dolor de cabeza como consecuencia de haber ingerido demasiado alcohol

Interacción entre fármacos y enfermedades

Es elemental que la persona indique al médico todas las enfermedades que padece para que pueda hacer la prescripción de manera adecuada. Esto es así porque hay fármacos que pueden tener efectos positivos para cierta enfermedad pero empeora otros padecimientos. Por poner un ejemplo: en los casos de cardiopatía se indican betabloqueantes, los cuales pueden agravar el asma.

Hay ciertas patologías que ya se sabe que son especialmente vulnerables a esta situación. Personas con diabetes, úlcera, hipertensión, insomnio o incontinencia urinaria tienen mayor probabilidad de tener este tipo de interacción. 

¿Conocías las interacciones de fármacos con los nutrientes y enfermedades? Seguramente habías oído algo, pero no conocías todo lo que hay detrás del asunto. Por eso, te aconsejamos que siempre le cuentes a tu médico tu estado de salud y los fármacos que estás tomando para que pueda orientarte de la mejor manera posible.

Finalmente, recuerda que debes seguir las instrucciones de tu médico y, en caso de dudas, consultar con el profesional antes de realizar cualquier cambio. De esta manera, evitarás efectos adversos.