Todo lo que debes saber sobre las pomadas antiinflamatorias

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Jun 30, 2020   Salud

Las pomadas antiinflamatorias tienen muchas propiedades para aliviar problemas de inflamación que tengan que ver con contracturas, hematomas u otro tipo de problemas como dolores de espalda.

Aplicar adecuadamente las pomadas antiinflamatorias nos asegura su eficacia. A veces ocurre que no sabemos cuánto producto hay que utilizar, si hay que realizar un masaje sobre la zona o si deberíamos calentar antes el producto entre nuestras manos antes de aplicarlo.

A continuación tratamos de despejarte algunas dudas. Saber todo aquello que desconocemos nos va a permitir aprovechar mejor este tipo de cremas.

No todas las pomadas son iguales

Aunque hayamos utilizado un tipo de pomada antiinflamatoria para tratar determinado problema, no podemos usarla para otro. Por ejemplo, si hemos utilizado una pomada para un hematoma, quizás esta no sea adecuada para nuestro lumbago.

¿Qué puede ocurrir en el caso de que cometamos este error? Que la pomada no nos haga efecto alguno o que nos cause alguna reacción alérgica. Esto último es muy poco probable, pero es algo que debemos tener en cuenta porque, en ocasiones, puede suceder.

Pomadas antiinflamatorias

También es importante que no utilicemos las pomadas antiinflamatorias para cualquier lesión sin antes consultarlo con nuestro médico. Por ejemplo, en el periódico «El mundo» compartieron una noticia sobre este punto.

Al parecer, según la noticia, se descubrió que los antiinflamatorios no sirven para aquellas personas que tengan problemas de tendinitis o tendinopatías crónicas. Porque, al parecer, no hay ningún signo inflamatorio. Por lo tanto, el uso de algún producto con este fin sería absurdo.

Pomadas antiinflamatorias efecto frío

Cuando vamos a adquirir algún tipo de pomada antiinflamatoria, es posible que nos den la opción de adquirir una con efecto frío. Esto, en un principio, puede atraernos mucho. Pues las zonas inflamadas, en ocasiones, están calientes y el frío puede aportar alivio.

No obstante, hay que tener mucho cuidado con esta elección. A continuación, vamos a ver en qué casos son adecuadas las pomadas antiinflamatorias con efecto frío.

  • Lesiones en articulaciones.
  • Esguinces.
  • Golpes o contusiones.
  • Luxaciones.

¿Por qué están indicadas las pomadas antiinflamatorias con efecto frío para estos casos? Porque tienen propiedades vasoconstrictoras. Esto quiere decir que reduce el diámetro de los vasos sanguíneos, reduciendo así la inflamación.

Pomadas antiinflamatorias efecto calor

En el polo opuesto, se encuentran las pomadas antiinflamatorias con efecto calor. Este tipo de pomadas, al igual que las anteriores, son utilizadas en casos específicos, por ejemplo, los siguientes:

  • Contracturas.
  • Dolores lumbares.
  • Dolores reumáticos.
  • Tortícolis.
  • Malas posturas.
  • Rigidez muscular.
tortícolis

En estos casos es mejor utilizar una pomada con efecto calor porque aumenta el flujo sanguíneo, es decir, su función es vasodilatadora. De esta manera, acelera el proceso de cicatrización, ayuda a reparar los tejidos, mejora la elasticidad y las contracturas musculares.

Este tipo de cremas son utilizadas, por ejemplo, por deportistas antes de una competición o en el calentamiento previo. El motivo está en que así previenen lesiones físicas y preparan al cuerpo para el deporte que van a realizar.

Cuidado con las pomadas caducadas

En ocasiones, utilizamos una pomada antiinflamatoria para un caso en particular, pero usamos tan poca cantidad que, al final, nos termina sobrando producto. Sin embargo, no atender a la fecha de caducidad y utilizar la pomada igual puede tener graves consecuencias.

Muchas personas han tenido experiencias bastante desagradables por utilizar una pomada caducada. ¿El resultado? Alergias en la piel, ronchas, mucho picor y la necesidad de ir a urgencias sin esperar más tiempo.

Aunque nunca nos haya ocurrido esto con un producto caducado, hemos de tener en cuenta que su eficacia puede reducirse drásticamente. Quizás las propiedades antiinflamatorias que tenía y antes eran de un 100%, ahora sean de un 40% o incluso menos.

¿Alguna vez has necesitado utilizar este tipo de pomadas? ¿Has optado por aquellas de efecto frío o calor sin tener en cuenta para qué estaban indicadas cada una de ellas? Tener toda la información que hemos mencionado, nos ayudará a elegir mucho mejor.

Sin embargo, queremos recalcar la importancia de pedir siempre una opinión médica. Un médico siempre sabrá qué pomada es la más indicada para nuestro caso.