¿Es posible recuperar la salud pulmonar?

La salud pulmonar puede sufrir daños agudos y crónicos. Sin embargo, gracias a los avances en las técnicas de rehabilitación, podemos recuperar la salud pulmonar en parte o totalmente.

Debemos recordar que las enfermedades pulmonares son muy frecuentes. El cuadro clínico paradigmático es la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), que acumula en España una afectación del 10 % de la población adulta mayor de 40 años.

Los pacientes con EPOC ven alterada su calidad de vida por el esfuerzo respiratorio que deben realizar de manera constante. Muchos de ellos necesitan un suplemento de oxígeno para las noches, y en el peor de los casos, para todo el día.

Hasta hace poco tiempo, la única solución era este oxígeno y alguna medicación, incluidos los broncodilatadores. Pero se ha avanzado bastante para plantear la posibilidad de recuperar la salud pulmonar. Es así que se llegó al concepto de rehabilitación pulmonar.

La rehabilitación pulmonar es un proceso en forma de pasos que se planifican para mejorar la calidad de vida de un paciente con enfermedades respiratorias. Hay variantes del programa que se aplican en centros de salud, y otros que son para la residencia del enfermo.

¿Quiénes pueden recuperar la salud pulmonar?

La rehabilitación pulmonar tiene un grupo destinatario específico. Esto es así considerando que hay muchos enfermos no diagnosticados, y sobre ellos es difícil actuar; solo se pueden emplear recomendaciones a la población general.

Pueden recuperar la salud pulmonar con rehabilitación los siguientes grupos:

• EPOC: las personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica son candidatos ideales para estos programas. Dentro del EPOC podemos incluir el asma, la bronquitis crónica, el enfisema y la atelectasia.
• Distrofias musculares: los pacientes con enfermedades musculares que alteran la capacidad de la caja respiratoria torácica, también lo necesitan.
• Fibrosis quística: esta patología genética provoca la acumulación de sustancias viscosas y espesas en los bronquios. Entre todas las tareas de soporte que deben realizarse, una de ellas es la rehabilitación pulmonar.
• Enfermedad intersticial: hay trastornos que repercuten en el tejido pulmonar originando fibrosis o cicatrices que disminuyen la capacidad respiratoria. Podemos mencionar como ejemplo la sarcoidosis.
• Pacientes sometidos a cirugía pulmonar

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¿Qué se hace en la rehabilitación pulmonar?

Para recuperar la salud pulmonar se lleva adelante la rehabilitación con una serie de actividades. Participa un equipo multidisciplinario que trabaja de manera coordinada para el bien del paciente.

Una parte importante son los ejercicios. En general, kinesiólogos especializados en salud pulmonar se encargan de guiar un programa que se adecue a las posibilidades del paciente.

Si la persona con la enfermedad pulmonar tiene problemas de peso, entonces interfiere un nutricionista. Es fundamental que no haya sobrepeso, ya que la dinámica respiratoria se afecta mucho cuando hay un excedente de tejido graso.

La nutrición se enmarca en la educación para la salud, que también es parte del programa de rehabilitación pulmonar. En sucesivos encuentros, el paciente recibe información sobre cómo comer, qué hacer cuando tiene ataques agudos, cómo regular su esfuerzo para maximizarlo. También hay un médico educador respecto a la utilización de los medicamentos.

El aspecto psicológico no es menor. Los equipos de rehabilitación pulmonar cuentan con un psicólogo que, en sesiones individuales o grupales, apoya los cambios y la interpretación que hace el enfermo de su condición.

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¿Se puede recuperar la salud pulmonar en casa?

Hay dos cuestiones que impulsan a pensar estrategias para recuperar la salud pulmonar en las casas. Una de ellas es el bajo diagnóstico que tienen los problemas pulmonares, y la otra es lo difícil que resulta sostener una rehabilitación con movilización constante del paciente hacia la clínica para las sesiones.

Por ello, hay técnicas que pueden realizarse en el hogar para mejorar la salud pulmonar. Una de las claves es, por supuesto, el ejercicio físico. La Federación Europea del Pulmón recomienda media hora diaria de ejercicio moderado, por lo menos 5 veces a la semana.

Expulsar el aire como si estuviésemos silbando también es una técnica válida para realizar en casa. Consiste en espirar más tiempo del que inspiramos, de manera que generemos resistencia al paso del aire cuando desea salir de nuestros pulmones. Esto es un entrenamiento para las vías respiratorias.

Inflar globos también apunta en el mismo sentido. En definitiva, lo que hacemos es luchar contra una resistencia a nuestra expulsión de aire. Los músculos que intervienen en la respiración se fortalecen y se vuelven más eficientes en su tarea de espirar.

Recuperar la salud pulmonar es un proceso largo

La rehabilitación pulmonar no es magia ni sucede de la noche a la mañana. Se necesita un compromiso del paciente y del equipo tratante para sostener las actividades por largo tiempo. Los resultados aparecerán de manera progresiva, y serán esos pequeños avances los que estimularán a continuar.