Comer sal en exceso es perjudicial, ¿por qué?

Comer sal en exceso es perjudicial, sí. Pero, ¿por qué? ¿Realmente nos acordamos? Muchas veces, de tanto repetir una recomendación, se pierde gran parte de la información que respalda la razón y acabamos con un vacío.

La sal es un ingrediente presente en las cocinas de todo el mundo. Es famoso por su capacidad de realzar el sabor de los alimentos y hay quienes no conciben los platos sin al menos un toque. Ahora, el problema es que, en la actualidad, comer sal en exceso está a la orden del día.

Sin darnos cuenta, podemos llegar a consumir incluso el doble o más de la dosis recomendada, la cual actualmente, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de 5 gramos de sal al día o lo que es lo mismo 2,5 gramos de sodio.

Aunque no lo parezca, comer sales en exceso, puede traducirse en la aparición o el agravamiento de problemas de salud que, a plazos medianos, pueden afectar la calidad de vida en gran medida.

Daños que provoca comer sal en exceso

Otras instituciones aparte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), como por ejemplo, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, no dejan de advertir acerca de los riesgos que existen en torno al no controlar la cantidad de sal ingerida al día por la persona promedio.

Se estima que la mayoría de personas llegan a consumir de 3-5 cucharaditas diarias, es decir, hasta más del doble.

Si este es tu caso, quizá sea el momento de buscar otras alternativas para prevenir los riesgos. A continuación, te comentamos algunos de los daños que causa el consumo excesivo de sal en el cuerpo.

1. Accidentes cerebrovasculares (ACV)

Un accidente cerebrovascular (ACV) sucede cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene. Algunas veces, se denomina «ataque cerebral». El consumo excesivo de sal, tiende a cerrar vías y arterias, siendo partícipe y responsable de que este se produzca.

Este trastorno provoca hasta un tercio de las muertes por enfermedades circulatorias y, quienes logran sobrevivir, quedan con daños físicos y neurológicos graves por el resto de su vida.

2. Insuficiencia cardíaca

El excesivo consumo de sal puede provocar desequilibrios en varios órganos vitales, así como también incrementar el riesgo de sufrir ataques o empeorar insuficiencias cardíacas. Por ser una causa de retención de líquidos, disminuye la capacidad que tiene el corazón para bombear la sangre a todo el cuerpo y esto puede derivar en un ataque.

3. Problemas renales

Debe insistirse en la manera en la que a veces algunas personas no controlan el consumo de sal, ya que este acto perjudica la capacidad que tienen los riñones para filtrar los desechos, lo que deriva en un incremento de la presión arterial y una acumulación de sustancias que, más tarde, forman cálculos renales.

4. Disminuye el calcio

Ocurren dos cosas en este sentido: el cuerpo absorbe con más facilidad la sal que el calcio y, cuanto más sodio se elimine a través de la orina, mayor es la eliminación de calcio. Por ambas razones su consumo excesivo está asociado con la desmineralización de los huesos y el desarrollo de enfermedades como la osteoporosis.

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5. Influye en el aumento de peso

Por provocar retención de líquidos, alteraciones en el funcionamiento de los órganos purificadores e incrementar la sensación de sed, la sal es un enemigo de aquellas personas que anhelan tener un peso saludable.

6. Empeora el asma

Aquellas personas que padecen asma y otros problemas respiratorios podrían encontrar una sensación de alivio al reducir o eliminar la sal de su dieta, ya que la sal contribuye a obstruir las vías respiratorias.

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¿Cómo reducir la ingesta de sal?

A diferencia de lo que muchas personas creen, eliminar por completo la sal no es la mejor opción. De hecho, solo hay que aprender a sustituirla por otros condimentos en la preparación de los alimentos.

Otras ideas para reducir su ingesta diaria son:

• Sazonar las comidas con otros condimentos saludables e hierbas aromáticas.
• Cocinar los alimentos al vapor para que no pierdan su contenido de sodio natural.
• Utilizar sal marina en lugar de sal de mesa refinada. Otra buena opción es la popular sal del Himalaya.
• Preparar los alimentos en casa, ya que las comidas rápidas o de restaurantes suelen tener sal en exceso.

Según estudios, entre ellos, uno realizado en España en el año 2012, entre un 15 y  20 % de la sal consumida es la que se le añade a los alimentos preparados en casa; de un 60 a un 70 %, proviene de los alimentos procesados o precocidos que ahora mismo están invadiendo el mercado.

En ese mismo orden de ideas, entre un 8 y 10 % es aquella que se absorbe de forma natural con los alimentos. Por tanto, es muy importante leer las etiquetas de los productos antes de comprarlos para su consumo.

Por último, se recomienda ampliamente comenzar a sustituir la sal común por los otros condimentos mencionados con anterioridad, sumado a ello, mantener un estilo de vida saludable donde se incluyan ejercicios anaeróbicos, caminatas o andar en la bicicleta, van a contribuir de manera positiva en una esperanza de vida mas larga.