Signos de personas emocionalmente inteligentes

La concepción que tenemos sobre qué significa ser «personas emocionalmente inteligentes» ha variado con el tiempo. Actualmente, entendemos por inteligencia emocional la capacidad que todos tenemos de poder gestionar nuestras emociones y sensaciones al interactuar con los demás. De hecho, hoy en día se considera la inteligencia emocional como una de las mútiples inteligencias que tenemos los humanos.

Aunque pueden existir habilidades innatas, la inteligencia emocional puede optimizarse y mejorarse con el tiempo. Las personas pueden diferenciarse entre las que han aprendido a gestionar bien esta capacidad y otras que no han logrado llegar adonde podrían hacerlo.

A continuación veremos algunas características de las personas emocionalmente inteligentes.

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El corto y el medio plazo en personas emocionalmente inteligentes

A menudo las personas nos dejamos llevar por la ansiedad a la hora de conseguir algún objetivo o un deseo.

Sin embargo, las personas emocionalmente inteligentes son capaces de no dejarse llevar por las recompensas inmediatas que, a largo plazo, podrían no serán beneficiosas. Por eso, los objetivos a medio y largo plazo suelen ser los más interesantes y reconfortantes.

El control sobre las emociones propias

Para las personas emocionalmente inteligentes es sencillo identificar sus propias emociones y reconocer su  origen.

Esta identificación de las emociones propias que han llevado a un estado emocional determinado, facilita su posterior control. Es decir que las personas emocionalmente inteligentes saben hacer la interpretación correcta de lo vivido, y lo utilizan en experiencias futuras.

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La empatía

Una de las virtudes más importantes hoy en día es la capacidad de empatizar con otras personas. Es decir, ponerse en su lugar y tratar de entender mejor sus posturas. La conexión con los demás a través de la empatía hace más sencillo que se establezca un diálogo constructivo.

Exteriorizar emociones

Es muy importante tener la capacidad de expresar a los demás lo que pensamos. Ya sea de forma oral o escrita, usar el lenguaje para demostrar argumentos y razones es una ventaja comunicativa.

Actitudes positivas

Para las personas emocionalmente inteligentes es importante dirigir sus pensamientos hacia actitudes mentales y espirituales saludables. No se dejan arrastrar por pensamientos negativos. Son capaces de parar en su mente este tipo de ideas y sustituirlas por otras.

Las personas emocionalmente inteligentes saben bien que no hay ningún estado emocional malo de por sí.

La motivación

Otra cualidad de las personas emocionalmente inteligentes es la «motivación intrínseca». Este tipo de motivación engloba un doble sentido: tener una motivación personal y, además, saber transmitirla a los demás. Este tipo de capacidades puede hacer de quien las posee un auténtico líder.

La importancia de la afectividad

Otra habilidad importante es saber identificar los estados afectivos en otros seres humanos, además de los propios.

Hay muchas áreas que se creen racionales, pero que están muy relacionadas con los recuerdos. Algunos conceptos como la memorización, sensaciones para la toma de decisiones, etc.

El cambio

Algo que también caracteriza a las personas emocionalmente inteligentes es cómo manejan los cambios en su vida.

El miedo al cambio suele tener un efecto paralizante para muchas personas. No obstante, las personas consideradas inteligentes emocionalmente cambian la sensación. Se trata de entender el cambio como un reto.

La capacidad de juzgar

No es sencillo saber juzgar. Hay que tener la habilidad de separar entre prejuicios y objetividad a la hora de evaluar comportamientos y opiniones ajenas. Ser emocionalmente inteligente lo hace posible.

No ofenderse

Hay personas que se ofenden con facilidad. Por el contrario, las personas emocionalmente inteligentes estudian bien las situaciones que se les plantean. La mayoría de las veces la supuesta ofensa proviene de otras personas que se encuentran en una situación difícil, y no es algo personal.

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Saber decir que no

Aunque parezca fácil, no siempre tenemos la habilidad de saber negarnos a determinadas invitaciones, exigencias, etc. Saber decir que no es también una muestra de serenidad y de inteligencia.

Puedes ser una persona emocionalmente inteligente. Debes conocerte a ti mismo, reconocer tus virtudes y tus carencias, y desarrollar las actitudes que caracterizan a las peronas emocionalmente inteligentes.